Crítica de 'El brindis' (2020): Mal de amores

Tras 'Un hombre de altura' (2016), el realizador galo Laurent Tirard nos ofrece con 'El brindis' una comedia de regusto inequívocamente francés, en la que un sujeto inmaduro intenta reconciliarse con su chica en la típica cena familiar. Un humor al agua de rosas preside la función, en la que sus protagonistas deciden hacer una pausa en su relación sentimental, el famoso 'break', sin precisar ni su razón ni su duración. Al mutismo de Sonia se opone el discurso que prepara el entusiasta Adrien, en un enredo supeditado al lucimiento de sus intérpretes, sobre todo por lo que respecta a Benjamin Lavernhe, al que pudimos ver en 'Vacaciones contigo... y tu mujer' (2020).

Basada en la novela 'Le Discours' de Fabrice Caro (alias Fabcaro), la cinta juega con la idea de psicoanalizar al espectador que, de algún modo, se identifica con sus protagonistas, metidos hasta el cuello en el mal de amores. Por su parte, el poeta portugués Fernando Pessoa afirmaba que «todas las cartas de amor son ridículas». Por el contrario, el chileno Oscar Hahn advertía, con un deje irónico, aquello de que: «No seas vanidosa amor mío, porque para serte franco tu belleza no es del otro mundo. Pero tampoco es de este». En fin, sea como sea, Sonia y Adrien quiere jugar con sus cuerpos, que son jovenes y ríen, y desean el juego del amor, y no se han saciado de él.

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