«Yo no conozco a gente importante y en la vida pensé en salir en un corto o en ir a Cannes»

Begoña es la protagonista absoluta de un corto de ficción en el que la acompañan actores profesionales como Miguel Garcés, Xanti Agirrezabala, Jone Laspiur, Oier Zuñiga y Ainhoa Jauregi Ruizei, pero también las componentes del grupo de teatro Juego de Damas de Muskiz y de la Coral de Mujeres de Sanfuentes. La mayoría forman parte de la plataforma Meatzaldea Bizirik, que preside la propia Suárez desde hace diez años, y que desde hace décadas encabeza todas las protestas por la actividad de la planta de Petronor en la zona. Una lucha en la que se basa 'Cuerdas', un film de 29 minutos que narra el dilema moral al que se enfrenta un grupo de mujeres de una coral. Se plantean si aceptar o no la subvención que les otorga una empresa que ellas saben muy contaminante.

Es ficción pero a la vez está hecho con trazos de las vidas de la veterana protagonista y de otras muchas mujeres de la zona minera vizcaína como Maite Zuazola, Mariluz Domínguez o Sara Ibañez. Fue precisamente la intervención de esta última en un ciclo de conferencias sobre ecofeminismo la que le dio la idea a la directora alavesa. «A principios de abril de 2019 tomé parte en unas charlas como componente de Meatzaldea Bizirik y hablé del papel activo que hemos tenido las mujeres en la lucha ecologista de la comarca. A los pocos días me llamó Estíbaliz diciendo que pensaba la posibilidad de hacer un corto de ficción», recuerda Sara.

Pasada la pandemia y los otros compromisos laborales de Urresola, el rodaje comenzó en noviembre de 2021. Pero antes de comenzar a filmar había que atar muchos flecos. Entre ellos, encontrar a las personas que dieran alma a la historia. «Al ser del pueblo yo conocía a los que podían hacer cada personaje y también sitios donde grabar», cuenta Ibáñez con merecido orgullo. La primera parada fue en la Coral de Mujeres de Sanfuentes, en el vecino municipio de Abanto y Zierbena. «Nos llamaron diciendo que había una directora de cine que buscaba gente para un corto y que quería hablar con nosotras. Vino a un ensayo y nos contó de qué iba», rememora Mariluz Domínguez, para la que «el debate moral que se planteaba en aquel guión no es desconocido».

«Aquí tenemos una gran empresa y no todas las componentes del grupo pensamos igual sobre el tema de aceptar su dinero o no. Es una actividad que contamina igual cojamos o no sus ayudas, así que por qué no aceptarlo y sacar algo?», plantea. Y esa polémica fue la que surgió en presencia de la cineasta. «Flipó porque se dio cuenta de que era justo lo que quería. Decidimos participar sin más dudas»

Tampoco vacilaron en lanzarse a escena las componentes del grupo de teatro Juego de Damas. Una de ellas, Maite Zuazola, da vida a la madre de uno de los directivos de la empresa de la que se habla en 'Cuerdas', algo «totalmente opuesto» a su «yo real». «Me vi defendiendo un papel con el que no estoy de acuerdo. Mi personaje y yo no tenemos nada que ver, así que fue interesante desde el punto de vista interpretativo», asegura. Está muy feliz con el resultado final. «Una de las cosas que más ilusión me ha hecho es que personas de producción que nos han conocido este fin de semana en Cannes me han comentado '¿ah, pero tú no piensas lo mismo que dice tu personaje?' y eso es lo mejor que te pueden decir como actriz».

Sentada en el banco de la plaza del barrio de San Julián de Muskiz, muy cerca del lugar en el que se rodaron muchas de las escenas de 'Cuerdas', Begoña Suárez Ereño escucha a sus compañeras de reparto, pero también amigas, vecinas y colegas de activismo vecinal. Sus ojos brillan tras «las gafas de ver de cerca que me disimulan las ojeras», confiesa coqueta. No hay tal señal de cansancio en su rostro. «Es que he dormido... bueno ni me lo creo. Llegamos de Cannes el jueves a las doce de la noche, me fui a la cama a la una y no he abierto los ojos hasta hoy (viernes) a las 8.30 de la mañana. Ni me he movido».

Se la nota cómoda ante la grabadora y el fotógrafo, unas tablas con la prensa recién adquiridas en el festival francés. «Me han hecho ocho entrevistas», cuenta asombrada. «Jamás llegué a pensar que iba a vivir esto. Yo no soy nadie, he salido de la nada porque no tengo contactos, no voy a cenas con gente importante, ni a excursiones ni a nada. No me esperaba salir en un corto y menos ir al festival de Cannes. A mí lo que me gusta estar sola a mi aire».

Es una mujer de convicciones. La edad ayuda a tener claras muchas cosas, pero cuando Estíbaliz Urresola le planteó ser la protagonista de 'Cuerdas' no lo vio del todo claro. «Le dije que no me metiese en berenjenales, que yo no he hecho nunca nada de nada y no iba a saber», pero luego «me convencieron». «Y para adelante, eso sí, con la ayuda de un equipo maravilloso, que eso queremos decirlo bien alto». Y así, siguiendo un guion del que reconoce que se salió bastante «porque me dieron permiso», Begoña Suárez Ereño protagoniza «una historia que hemos vivido todas, pero yo más, ¡que tengo 91 años!». Y dispuesta a ir a más festivales.