El corto de terror vitoriano que arrasa en los festivales de cine de medio mundo
Imanol Ortiz rodó 'No hay que hablar con extraños' en Vitoria. Acumula diez selecciones en los certámenes con el prestigioso sello 'Mélies'
Dura cinco minutos, pero la tensión e incomodidad que transmite hace que parezca que el tiempo que pasamos frente a la pantalla sea mucho mayor. ... Esa es la sensación compartida por muchos espectadores de 'No hay que hablar con extraños', el cortometraje de Imanol Ortiz (Bilbao, 1973) –cineasta afincado en Vitoria desde hace años– que se ha convertido en una de los títulos más repetido en los festivales de cine de terror de todo el mundo. Desde la capital alavesa viaja por certámenes con esa gran pesadilla que ya se considera una de las mejores cintas del género.
En ese recorrido se encuentran una veintena de selecciones de diferentes países (Alemania, Francia, Países Bajos, Italia, Noruega, Argentina, Canadá, Estados Unidos). Entre los nombres destacados de festivales se encuentran Fantasia (Montreal), el Festival de Cine Fantástico Europeo (Estrasburgo) o Molins de Rei (Barcelona), donde se estrenó el pasado noviembre.
Esta producción de la compañía vitoriana Orlok Films se rodó en abril del año pasado en una mercería (la tienda Dimar) de la calle Madre Vedruna y en el interior de un piso de la calle Herrería. El punto de inflexión, como señala Ortiz, fue la selección en julio en el festival canadiense Fantasia. «Es el mayor festival del género del mundo. Nos dio mucha visibilidad porque hay otros festivales que directamente te piden el cortometraje para verlo y te ponen en un escaparate», señala Imanol Ortiz acerca del que considera un «momento bisagra».
Basado en un relato de Fernando Iwasaki, el filme se cose a partir de la 'voz en off' de una niña, a quien da vida Inés Fernández. Una estremecedora narración en primera persona junto a las imágenes generan esa inquietud en el espectador. Desde el estreno en Molins de Rei ha habido una cascada de nominaciones en grandes programas, entre ellos diez en la Federación Internacional de Festivales de Méliès.
Bajo esta marca se enmarcan una treintena de citas a nivel mundial. «Hay cientos, pero estos son los más reconocidos», explica Imanol Ortiz para explicar la dimensión del fenómeno. Paul Urkijo ya ganó el premio Mèlies, el mayor reconocimiento, con el corto 'Dar-Dar' hace cuatro años. Por su parte, la carrera de Jorge Guerricaechevarría ('Acción Mutante', 'El día de la bestia', 'Celda 211'), vecino de Vitoria y uno de los mejores guionistas a nivel nacional, fue reconocida por esta federación.
Antes del largometraje
«Ganar el 'Mélies de Plata' es francamente complicado, pero el boleto lo tenemos», apunta Ortiz, que ha desarrollado gran parte de su carrera en la capital alavesa. De hecho, hace tan solo unos meses fundó la empresa Orlok Films junto a la productora Mary Alexandra Fernández. Preparan '#Elreto', la puesta de largo. Confían en cerrar la financiación en los próximos meses e iniciar el rodaje el próximo año en Álava, un escenario cada vez más reclamado en el cine tras la aplicación de los mayores incentivos fiscales al sector de Europa. En esa ópera prima una adolescente 'streamer' acepta un reto viral en el que tiene que desaparecer 48 horas. «Pero lo que empieza como un juego se convierte en algo peligroso…», avanza la productora.
Ortiz, con una largo trayectoria en el mundo del cortometraje, es cada vez más reconocido en un género que cuenta con referentes como Álex de la Iglesia, que abrió camino con títulos como 'Acción mutante' y 'El día de la bestia'. En la actualidad, Paul Urkijo es uno de los realizadores más a tener en cuenta en el panorama. «Tenemos cierta tradición. Sea en el thriller o en el terror, tanto en cortos como en largos en el País Vasco», comenta Ortiz, que pone como ejemplo de esos trabajos destacados 'Aprieta pero raramente ahoga', un corto de Pérez Sañudo que se llevó un gran aplauso en diferentes certámenes.
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Pablo Hernando compite en Sitges con 'Una ballena'
Pablo Hernando (Vitoria, 1986) es uno de los realizadores más citados cuando se habla de cine autosuficiente o 'low-cost'. Con títulos como 'Cabas' (2012) o 'Berserker' (2015) ha sido reconocido por su juventud, pero también como una de las miradas más personales de su generación. Con 'Una ballena' , película protagonizada por Ingrid García-Jonsson, Ramón Barea y Kepa Errasti compite en la sección oficial del Festival de Sitges. En este título, que se presenta como un «cruce de cine negro y horror cósmico a la española», García-Jonsson da vida a una implacable asesina a sueldo que «tiene una conexión misteriosa con otro mundo». Esta es también la primera ficción española en obtener la certificación 'Green Film', sello verde europeo para las producciones cinematográficas que llevan a cabo una gran planificación de sostenibilidad. El primer pase de 'Una ballena' se lleva a cabo hoy en horario diurno (8.15) mientras que la presentación oficial, a la que acudirá Hernando y parte del equipo, se producirá más tarde (20.45). En la sección del reconocido festival compiten otros realizadores españoles de la talla de Nacho Vigalondo ('Daniela Forever') o Galder Gaztelu-Urruti ('Rich Flu'). También destacan en el ciclo títulos internacionales como 'Twilight of the Warriors: Walled In', de Soi Cheang, o 'Animale', de Emma Benestan. La otra cinta con sello alavés que se verá en Sitges es 'Historias de 'Historias de Halloween', dirigida por Kiko Prada. Ésta se rodó en Vitoria y otros puntos de la provincia como el Conjunto Monumental de Quejana. Otro vitoriano habitual en Sitges, Paul Urkijo, presentará el sábado el libro 'Irati. El arte de la película' en el Hotel Meliá (Sitges). Recoge el trabajo creativo tras su aclamado filme, el más taquillera de la historia rodado en euskera. Esta publicación llegará en los próximos días las librerías y el miércoles se llevará a cabo un encuentro en torno a ella en Elkar (calle Fermín Calbeton), de Donostia.
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