Confrontar la verdad
La mirada al pasado convulso y violento del País Vasco sigue dando argumentos y guiones al cine de ficción o al documental. Unas veces conmueve ... por reencontrar en su metraje y de forma cercana las emociones del pasado, el pesar, el dolor y el miedo, la repulsa o la indignación; y otras genera rechazo por el relato sesgado que oculta o suaviza el fondo injustificable de lo acontecido.
La temática es indudablemente atractiva para la narración cinematográfica, pero también arriesgada por el poder de la imagen en relación con la construcción de la memoria histórica o incluso con la generación de un espíritu crítico que confronte la verdad en un debate racional.
Seguramente esta cartografía cinematográfica del terrorismo y la violencia en el País Vasco seguirá entre nosotros por muchos años, abundando y diseccionando entre paisajes y paisanajes los comportamientos, las reacciones y las tipologías sociales, unas veces sin más objetivo que el comercial y otras propiciando una reflexión que haga visible el problema humano de fondo, una cuestión todavía irresuelta.
En esto último habría que encuadrar el documental de Xuban Intxausti, 'Gesto', más bien el testimonio 'verité' sobre la existencia de un muro ético en tiempos de cobardía moral, que un simple y nostálgico homenaje cinematográfico y artístico al movimiento cívico y pacifista que se disolvió sin pedir nada a cambio. El cine es sin duda fundamental para la educación emocional, lo mismo que indispensable para generar conocimiento y reflexión sobre cualquier momento de la humanidad. Algo en lo que no importa tanto la técnica o el lenguaje del cine, como la simple verdad de lo que sucedió.
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