Crítica de 'Novocaine' (2025): No duele pero puedes palmar

Ultra juguetona. Más allá de 'Reanimator'. El protagonista (dios, qué bien engendraron y parieron a Jack Quaid su padre Dennis Quaid y su madre Meg Ryan) padece neuropatía sensorial y autonómica hereditaria tipo 4. Es decir. no siente dolor. Eso puede, sí, convertirle en el superhéroe más allá de todos los superhéroes... hasta que su cuerpo vaya avisándole de que sus constantes vitales están empezando a dejar de ser constantes aunque él ni se entere.

Los aguafiestas (los hay) dicen que podría haber sido un filme mejor. Todo en esta vida (y en la otra) puede ser mejor, pero no importa, tal como es y perdonándole alguna cosilla que otra, es una peli trepidante, lista como ella sola, ágil en sus diálogos, suavita cuando llega el momento tierno (hay pocos, tranquilos, y los que hay están bien traídos y llevados), montada vigorosamente y con secundarios (ese amigo casi imaginario que dice medir dos metros y manejar una Harley...) bien silueteados, incluido el poli que ya está de vuelta de todo y la inspectora que, bueno, en fin, qué voy a contarles. Y vale, sus directores confiesan haberse inspirado en 'Arma letal' y en la australiana 'Upgrade' (demuestran un gusto feroz y caótico, cierto), pero en el fondo lo que a los demás nos viene a la cabeza son los dibus de Tex Avery, de Coyote y Correcaminos. Una peli Ultraprime.