«'Baby' es un cuento que se dirige al inconsciente»
El director vitoriano estrena en Sitges su nuevo largometraje protagonizado por Rosie Day y Harriet Sansom Harris
Cinco años después de su última pelicula, el director vitoriano Juanma Bajo Ulloa estrenó ayer en Sitges 'Baby', un largometraje cargado de metáforas acerca de ... una joven drogadicta que se arrepiente de haber vendido a su bebé a una extraña mujer. El domingo se proyecta de nuevo en la cita cumbre del cine fantástico de España donde compite en la sección oficial. Crítico con el consumo acelerado de audiovisual que hace que el espectador no recuerde «ni lo que ha visto una hora antes», el director vitoriano mantiene su indesmayable crítica al « 'Sistema'» -con mayúscula, como él mismo lo especifica- que persigue adormecer la conciencia crítica del ciudadano.
-¿Qué supone presentar 'Baby' en Sitges? ¿Es un festival al que ha acudido como director o espectador en ocasiones anteriores?
-En realidad 'Baby' no es exactamente una película de género, si no una fábula, así que tal vez los fans nos linchen… He acudido antes a Sitges como espectador y como autor, pero nunca con unas circunstancias tan emocionantes como esta con una 'premiere' y tan adversas en lo social. Es un festival extremadamente cinéfilo y eso es muy de agradecer tras comprobar cómo la cultura y los festivales se han vuelto reductos ideológicos, donde lo importante no es el cine, si no seleccionar autores que defiendan el discurso oficial.
«El ciudadano crece sedado, cada vez más polarizado y falto de criterio»
sin sentido crítico
- «En la película no se emiten juicios ni valoraciones éticas», subraya en uno de los comunicados de 'Baby'. ¿En esta película se prescinde más de diálogos porque basta con la fuerza de las imágenes? ¿Está cansado de películas que dan todo masticado al espectador?
-El cine actual es mayoritariamente manejado desde el 'Sistema', que básicamente lo usa para preservar su poder, adoctrinando al ciudadano en el pensamiento único y la corrección política. Manipula así el gran potencial de la cultura audiovisual y el ciudadano crece sedado, y cada vez más polarizado y falto de criterio, consumiendo bulímicamente sin recordar ni lo que ha visto una hora antes. Pero mucha gente ha tomado consciencia de este régimen autodestructivo y desea encontrar obras que muevan a la reflexión, aunque resulten tal vez dolorosas. 'Baby' se dirige a ese público harto de palabras. Por eso no necesitamos hablarles.
- Uno de los temas de la película es la compraventa de bebés. Cada cierto tiempo aparecen en las noticias casos en España. ¿En 'Baby' es la excusa para ahondar en otros temas?
- Un bebé nos provoca la máxima empatía y sentimiento de protección. Representa además la continuidad de la vida y del legado familiar. Perder un bebé, provoca un dolor y temor profundo que conlleva rabia e impotencia. Pero 'Baby' es esencialmente un cuento, por tanto se dirige al inconsciente y retrata nuestros miedos y deseos más profundos. 'Baby' surge como una fábula que describe el doloroso viaje desde el temor hasta el amor.
-Sus seguidores entienden que con 'Baby' vuelve a un cine más personal e intimista. ¿Es así?
- En realidad no he vuelto de ningún sitio. Sigo tratando de contar, cuando es posible, historias que me suponen un esfuerzo emocional y visceral más que racional. Lo puramente racional ha convertido el arte en basura, por eso las máquinas se encargan ahora de ello. Igual que lo puramente emocional ha convertido la política en un patio escolar, por eso colegiales se ocupan ahora de ella.
- Han pasado cinco años desde 'Rey gitano'. ¿Estos cinco años los ha dedicado a levantar 'Baby' o también a otros proyectos?
- Poner en marcha una película es una larga odisea y muchas veces se queda en el camino o no se estrena. Hemos dedicado estos últimos años a escribir, financiar y realizar 'Baby', y también a poner los cimientos del siguiente proyecto 'El Mal'. Una película que ahondará en la extraordinaria resistencia del ser humano para asumir su evidente lado oscuro.
Agendas complicadas
- ¿Es su película con más vocación internacional? Por el propio título, no tener localizaciones…
- 'Baby' es una película sin patria. Una obra realizada por un equipo vasco, catalán e internacional, pero que no pretende ubicar la narración ni a sus personajes en el tiempo ni en un espacio concreto. Sí escuchamos melodías atemporales en diversos idiomas como el euskera, el francés o el inglés, que sugieren un lenguaje lírico universal.
«Trato de contar historias que me suponen un esfuerzo emocional y visceral más que racional»
un proyecto personal
- Cuenta con un gran reparto con Rosie Day, Harriet Sansom Harris y Natalia Tena. ¿Ha sido muy complicado cuadrar agendas? ¿Toda la película se ha rodado en Álava?
- Definitivamente complejo. Estas actrices gozan de un prestigio internacional que las convierte en profesionales muy solicitadas. Ya es dificultoso cuando proceden de Gran Bretaña, como Rosie Day y Natalia Tena, pero ha sido aún más complicado el caso de Harriet Sansom, ya que la industria norteamericana y sus exigencias consiguen volverte loco. Afortunadamente ella nos ha hecho olvidar con su talento y humanidad todas nuestras contingencias previas.
- Ya en 2016, cuando se publicó una biografía autorizada, comentaba que en el cine había «autocensura y los propios creadores lo admiten», además del inmenso poder de televisiones a la hora de producir películas. ¿En los últimos años esto ha ido a más, permanece inalterable?
- El poder siempre trata de controlar al creador, pues su mensaje puede ayudar a reflexionar a la población. Cada 'Sistema' y época usa su mecánica. Conocíamos la derecha censora y beata 'de toda la vida', y ahora soportamos una seudo izquierda neo puritana e inquisidora, ante la que una mayoría de presuntos artistas auto considerados progresistas, callan por oportunismo o temor a ser señalados. Mientras perpetúan la actual esclavitud al Sistema. Como casi siempre, la libertad creativa agoniza.
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