«Cuando vi aquel beso sentí rabia y decidí volver a la redacción a escribir»
Natalia Torrente, redactora del periódico deportivo online 'Relevo', recibe el segundo accesit por su cobertura del caso Rubiales
Natalia Torrente es redactora de 'Relevo', el periódico deportivo 'online' de Vocento, desde su fundación en 2022. Decidió incorporarse al proyecto para crear de la ... nada un medio que solo hablara de deporte, «con tres valores: compromiso, independencia e innovación». «Ojalá la Natalia niña –dice– hubiera tenido acceso a una publicación atractiva, con información bien contada, narrativa responsable y espacio para el deporte femenino, en vez de consumir medios cuya última página era una mujer desnuda o donde encontrar a una campeona del Mundo era más difícil que leer un reportaje sobre las mujeres de los futbolistas».
Fue de las primeras voces en denunciar la actitud de Luis Rubiales con Jenni Hermoso en la celebración de la victoria de la Selección Española Femenina en el Mundial de fútbol. Por eso y por aportar su visión recibe un accesit del Premio de EL CORREO.
– ¿Cómo recuerda aquel beso?
– Yo estaba con la crónica de la final. En 'Relevo' organizamos un evento para que la afición viniera a ver el partido con pantallas grandes e invitamos a familiares de las futbolistas que no habían viajado a Sidney. La primera parte la vi ahí y la segunda, por concentrarme más en el texto, subí a la redacción. Cuando la árbitra pitó el final, publiqué la crónica, me abracé con las compañeras y bajé de nuevo al evento. Allí, con toda la emoción, vi el lamentable episodio en el que Rubiales cogió a Hermoso y la besó en los labios.
– ¿Cómo se sintió?
– Sentí rabia y decidí subir de nuevo a la redacción. Fuimos comentando lo que había pasado y planteamos que teníamos que hacer algo a nivel editorial. Desde los inicios de 'Relevo' habíamos contado lo que sucedía con la selección femenina mucho antes del Mundial y debíamos reaccionar.
– Tuvo claro que no era tolerable ni en medio de la emoción.
– Entendí perfectamente que lo que había visto no es algo que pueda ocurrir. Y menos por parte del máximo mandatario de nuestro fútbol a una jugadora. Ante los ojos de todo el planeta. Es como si para celebrar un éxito empresarial, o en nuestro caso, una buena información, se acercara nuestro director a besarnos en los labios sin pedirnos permiso. Inconcebible. Cualquiera que se ponga en el lugar de Hermoso y lo traslade a su trabajo, se daría cuenta perfectamente de que era algo inaceptable.
– Y creyó que debía actuar.
– Decidimos hacer una opinión que publicamos al día siguiente. Pero intuía que aquello no se quedaría ahí. Que, como no podía ser de otra manera, la imagen dio la vuelta al mundo y se puso en marcha la maquinaria de la RFEF para minimizar daños. No me equivoqué.
– Incluso 'The New York Times' reaccionó a tiempo, mientras aquí seguíamos sin verlo claro. ¿Sufrió presiones por cómo estaba orientando su información?
– Efectivamente la prensa internacional reaccionó antes. Escribí la opinión sobre lo ocurrido y me puse en marcha. Estuve en contacto con el pasaje del avión que traía de vuelta a las campeonas, sus familias, patrocinadores, directores de medios y personal federativo. El comunicado que recibimos de la RFEF con palabras de Hermoso no me cuadraba. Pregunté a mis compañeras enviadas a Australia y me confirmaron que no las habían escuchado de boca de la jugadora.
– Y se plantó en el aeropuerto.
– Eso es. Allí la situación era tensa, hostil, nadie de la federación se quería pronunciar. Confirmé las presiones y después, ya avanzada la madrugada, pude asegurarme de que aquel comunicado de la RFEF no eran palabras de Hermoso, y tampoco las había aprobado. Lo escribí en casa y al día siguiente publicamos. Desde ese momento se sucedieron las presiones a 'Relevo'. Institucionales y por redes sociales.
– ¿En algún momento dudó por si se estaban cargando demasiado las tintas en algo que podía ser un acto, digamos, espontáneo aunque equivocado?
– No. Y aquellas presiones de Rubiales a Hermoso que denunciamos están siendo investigadas por la Audiencia Nacional. Las dudas me surgieron cuando prácticamente todos los medios, nacionales e internacionales, se hicieron eco de nuestras publicaciones. Las jugadoras que habían sido apenas horas antes campeonas del mundo estaban en el foco por una noticia ajena a ellas. Porque alguien había tenido un comportamiento inapropiado. Eso sí me hizo pensar. Me planteé si con la información que manejábamos las estábamos exponiendo más de lo que ellas hubieran deseado. Pero no podíamos ocultar lo que pasaba. Traté de abordarlo con sensatez y responsabilidad.
'Niñatas' y 'chantajistas'
– ¿Cree que fue el, digamos, mal necesario para destapar un secreto a voces?
– No, no creo que fuera necesario asistir a ese bochornoso episodio que manchó el título mundial para tener conciencia de lo que ocurría. Pero sí es una ocasión maravillosa para que desde los medios tomemos conciencia de cuál es nuestra responsabilidad y nuestra labor. Cuando un año antes un grupo de jugadoras trasladó internamente en la RFEF los problemas que tenían, se las ninguneó y se las trató de desprestigiar mediáticamente. Ahora, después de lo visto, igual es momento de hacer autocrítica y pensar en aquellas portadas en las que se las tachó de 'niñatas' o 'chantajistas'.
– ¿Considera que esto va a cambiar el fútbol femenino?
– Ha cambiado algo muy importante: la conciencia social. La gente al final pudo entender lo que pasaba. Pudo ponerse en la piel de aquellas jugadoras que, sin ninguna duda, han tenido que sufrir mucho para que se las escuchara y se las entendiera. ¡Cuántas veces pasa eso en otros ámbitos! También creo que ha habido cambios, aunque seguramente no los suficientes. Por algo se empieza. Sería muy cándido pensar que una estructura centenaria, arraigada en la cultura de nuestro fútbol, iba a cambiar por completo en días. Se han sentado las bases para construir de nuevo y ahora toca estar atentos. Hay cosas que no pueden volver a ocurrir nunca.
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