El Bellas Artes vuelve a exhibir medio siglo después el mural 'Euskadi' de Ibarrola
Los hijos han prestado por diez años 18 de las 27 piezas que lo integran; otras dos las donó el artista y otras cuatro forman parte de la versión que hizo del 'Guernica' de Picasso; tres permanecen en paradero desconocido
La historia es curiosa y compleja a la vez, como una novela de Agatha Christie. Con obras de arte funcionando como personajes y correspondencias entre ... pasado y presente, eso sí, sin más 'crimen' de por medio que la pérdida de tres piezas que permanecen en paradero desconocido. Contiene elementos de equívocos y hallazgos, entremezcla dos obras importantes que se combinan entre sí –dos murales de Agustín Ibarrola (Bilbao, 1930-2023)– y el inicio del relato nos lleva hasta la exposición que el propio artista montó en 1979 en la llamada Sala Gris del Bellas Artes, situada en la zona del museo ahora en obras, la que daba a la parte del parque por la cafetería.
El artista vasco instaló en aquel entonces los 27 lienzos que conformaban su mural articulado o friso narrativo llamado 'Euskadi 1977-1979', compuesto por 12 piezas de gran tamaño (2 x 3,5 metros) y otras 15 más pequeñas, entre las que se encuentran cuatro pertenecientes a otro mural suyo, la versión-homenaje que hizo del 'Guernica' (1977) de Picasso, y que eran utilizadas por él en una u otra obra dependiendo de las necesidades. Así las cosas, los dos murales no se pueden exhibir nunca a la vez, pese a estar ambos en el Bellas Artes en la actualidad.
Ha pasado casi medio siglo y, tras muchas vicisitudes, la pinacoteca exhibe estos días de nuevo aquel mural 'Euskadi' en cuatro de sus salas, recuperado gracias al programa Iberdrola-Museo de conservación y restauración. De aquellos 27 lienzos originales, 18 han sido prestados para diez años por sus propios hijos, dos fueron donados en su día por Ibarrola, luego están los cuatro pertenecientes al 'Guernica' y quedan tres que permanecen perdidos, en paradero desconocido. La buena noticia añadida es que, tras el verano, cuando la reforma en curso de la institución permita reabrir la zona donde en su día estuvo expuesto, el mural volverá a situarse en una única sala, respetando el montaje decidido por el artista.
Se conoce cómo estaba dispuesto exactamente no por las fotos originales de aquella exposición, que no se conservan, sino gracias al descubrimiento de unas imágenes publicadas en unos folletos de un par de exposiciones inmediatamente posteriores del 'Euskadi', en 1980, en Barakaldo y Sestao, que hicieron pensar que pertenecían al montaje acometido en alguna sala de esas dos localidades. Pero esta información fue corregida por Miguel Zugaza, director del Bellas Artes, quien al verlas identificó que se trataba en realidad de instantáneas de la magna obra que ocupó la Sala Gris.

La pinacoteca presentó ayer el resultado de todo el proceso de recuperación de este mural, que incluye la restauración de buena parte de las obras, en concreto de 18 lienzos prestados por sus hijos, Irrintzi y José Ibarrola. Fueron encontrados en el almacén del caserío del artista en Gametxo, cerca del Bosque de Oma, al mismo tiempo que los que componen su mural homenaje al 'Guernica'. El galerista José de la Mano los vio en 2021 en un catálogo antiguo. Escogió los diez paneles del 'Guernica' y los llevó a ARCO, donde se los vendió al Bellas Artes por 300.000 euros. El museo expuso esa obra ese mismo año. Y siguieron almacenados los 18 lienzos del mural 'Euskadi' que se exhiben ahora de nuevo junto con el resto. En total 24, menos los tres perdidos, claro.
Una hoja de roble
Explican los expertos que Ibarrola culminó su mural 'Euskadi' en 1979, un año después de la entrada en vigor de la Constitución Española y de la aprobación del Estatuto de Autonomía del País Vasco. «Tres de los 27 lienzos conformaban una especie de preámbulo en la pared y otros ocho actuaban a modo de 'tótem' apoyados sobre el suelo y a cierta distancia del mural. La parte principal de la instalación cubría totalmente las paredes en una sucesión de grandes cuadros articulando el conjunto. En el centro, una hoja de roble y un escrito reforzaban el simbolismo de la obra conjunta, respaldado por temas extraídos del 'Guernica' (1937) de Picasso y por cuatro fragmentos de su versión del célebre cuadro, pintada alrededor de 1977».

Los responsables del museo señalan «la tensión entre la abstracción formal y la representación figurativa, que relaciona figuras y objetos procedentes del mundo del trabajo manual, desde la artesanía tradicional a la industria, violentamente intervenidos por líneas en blanco y negro que representan la experiencia opresora de los nueve años de cárcel que padeció Ibarrola por su militancia en el Partido Comunista de España. Escalas, perspectivas y penumbras forzadas que confinan figuras en una especie de artefacto de denuncia y expresión del arte y el artista como agentes sociales en favor de la democracia».
El proceso de recuperación de esta piezas, que habían perdido esplendor y detalles por el tiempo que pasaron amontonadas en el almacén, ha estado coordinado por Jon Apodaca, técnico del Conservación del museo, ayudado por Aitziber Iturriaga, mientras que de la reconstrucción documental del conjunto se ocupó Miriam Alzuri, conservadora de Arte Moderno y Contemporáneo. Todos ellos estuvieron en la presentación del mural, junto a los hijos del artista y Rafael Orbegozo, asesor de Presidencia de Iberdrola y patrono de la Fundación del museo.

Además, el fotógrafo Patxi Cobo restauró las únicas imágenes que se conservan de la instalación original, las mismas que formaban parte de los folletos de aquellas dos exposiciones del 'Euskadi' en Barakaldo y Sestao. Esas imágenes aportarán la información necesaria para colocar, después del verano, la muestra tal como la organizó Ibarrola.
De momento, el mural se expone repartido en cuatro salas. El escultor Txomin Badiola ha elaborado el texto 'Euskadi. Una instalación de Ibarrola en el límite', incluido en el Cuaderno 6 publicado para la ocasión, acompañado de numerosas ilustraciones y de las imágenes del montaje original de 1979.
El tratamiento de restauración se ha llevado a cabo entre octubre de 2024 y febrero de 2025 «para devolver a las obras la esencia de la emblemática instalación de 1979, garantizando la estabilidad estructural del conjunto y revitalizando su impacto visual y artístico tras años de almacenaje».

En primer lugar, los expertos llevaron a cabo un estudio exhaustivo con diferentes tipos de luz, entre ellas la ultravioleta, y después hicieron analíticas cuyos resultados proporcionaron «información clave sobre los soportes y las policromías». De los soportes han «corregido las deformaciones e instalado nuevos bastidores en algunas piezas». En cuanto a la pintura, han ejecutado la limpieza de suciedad superficial y la eliminación de barnices envejecidos, además de tratar «las manchas provocadas por hongos y jabones metálicos, consolidando áreas con riesgo de desprendimiento y estucando las pérdidas de color».
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