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Martha Jungwirth, ante una obra de su serie 'Australidelphia', inspirada por los incendios de Australia de 2019. Yvonne Iturgaiz

La pintora deslumbrada por Goya e impresionada por los incendios de Australia

El Guggenheim inaugura una gran retrospectiva sobre las cinco décadas de trabajo en abstracto de la austriaca Martha Jungwirth

Jueves, 6 de junio 2024

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Hay que imaginarse a la pintora austriaca Martha Jungwirth (Viena, 1940) sufriendo las restricciones de la pandemia y maldiciendo la imposibilidad de viajar a Suiza para asistir a la exposición sobre Francisco de Goya que estaban disfrutando en aquel país, 175 cuadros de una gran antológica organizada por la Fundación Beyeler de Basilea. La artista decidió pedir un catálogo que pronto le llegó por correo. Mirando aquellas imágenes volvió a sentir las impresiones vividas ante sus primeros contactos con el pintor, dedicando sus días desde ese momento a reinterpretar algunas de sus obras. Y lo hizo desde su original punto de vista y su forma de entender el arte, que resulta «de una relación sutil entre la figuración y la abstracción», como señaló el director del Guggenheim, Juan Ignacio Vidarte, en la inauguración ayer de la gran muestra que el museo le dedica. Así, de sus pinceles salieron el trío de 'majas' recostadas que destacan en las paredes del museo.

'Maja III', de la serie Francisco de Goya. 2022. M. J.

«Goya es un pintor excepcional e impresionantemente actual, en el que es posible encontrar críticas al gobierno, a la guerra y a la violencia, precisamente en un momento como el que vivimos», destacó Jungwirth, quien citó Ucrania. Al espectador no le resultará tan sencillo descubrir al 'Perro semihundido' ni el 'Bodegón con costillas y cabeza de cordero', pero están ahí. También las 'sorginak' de 'Vuelo de brujas', un cuadro que podrá disfrutarse a partir del día 21 en el Bellas Artes dentro de la muestra dedicada a la colección del empresario bilbaíno Ramón de la Sota y Llano. Una curiosa coincidencia que puede ser el camino para unir los dos museos este verano.

'Sin título', de la serie Francisco de Goya, Vuelo de brujas'. 2022 M. J.

Jungwirth compareció para presentar esta gran exposición, la segunda que se organiza en España desde que la artista recibió el premio Miró en 1966. Una larga ausencia que ahora se compensa con las 70 obras, la mayoría de gran formato, creadas a lo largo de medio siglo y que ocupan cuatro salas. La pintora estuvo junto a Vidarte, Pablo Sampedro, de la compañía de seguros Occident –patrono del museo y patrocinador de la muestra– y Lekha Hileman Waitoller, la comisaria, que destacó los dos años de trabajo que han culminado con esta propuesta, surgida precisamente cuando ella descubrió las obras de la austriaca basadas en Goya: «Muchos han querido interpretar a este pintor español, pero Martha hizo suyos estos motivos que reconocemos tan bien gracias a su vocabulario único».

La artista agradeció el interés en organizar este monográfico sobre su persona «en el museo más bonito del mundo, un ente vivo» que le fascinó desde el mismo día de su apertura, en la que recordó haber estado presente. Esta gran exposición puede visitarse desde hoy y hasta el 22 de septiembre.

Incendios y animales

Y si deslumbrada quedó al ojear aquel catálogo, no fue menos importante el impacto que sintió al ver en los noticieros los incendios que devastaron Australia en 2019 y 2020, con 3.000 millones de animales víctimas del fuego, según un informe de la organización ecologista WWF en aquel país, y 18 millones de hectáreas quemadas, de las que 12 millones eran bosques. Las imágenes de la pantalla saltaron al papel en el que pinta –prefiere este material más libre y ligado al azar que el habitual lienzo– para crear la serie 'Australidelphia', donde los tonos rojizos, rosados, violáceos y amarronados trasladan directamente a las llamas, el humo y la muerte de aquella tragedia.

'Bucéfalo'. 2021 M. J.

Con una especial y declarada sensibilidad por los animales, la pintora abstrae también al caballo de Alejandro Magno, 'Bucéfalo', en otra obra ya alejada de la serie anterior pero que llama la atención por sí sola, «con la sencillez de líneas de las pinturas descubiertas en cuevas», según explicó en una amena visita Lekha Hileman, descubriendo a una artista tremendamente interesada por la actualidad y los problemas que afectan a la humanidad.

Tres momentos de la exposición. Yvonne Iturgaiz.
Imagen principal - Tres momentos de la exposición.
Imagen secundaria 1 - Tres momentos de la exposición.
Imagen secundaria 2 - Tres momentos de la exposición.

La tumba de Tutankamón

Otro apunte de la comisaria, 'El gran ejército': la hilera de caballos a tamaño casi natural surgió de la contemplación de las imágenes de la apertura de la tumba de Tutankamón, donde se descubrieron esculturas de caballos hechas de oro para acompañar al faraón en su viaje final. La muestra tiene detalles curiosos al margen del propio arte, como la manera que el museo tuvo de solventar cómo colgar de la pared esta obra gigante en papel grueso y marrón: «Hemos pegado al muro unas pletinas metálicas y, al ir colocando la obra, la hemos fijado con unos imanes potentísimos que después hemos forrado por fuera con papel del mismo color, para que no destaque demasiado». Pequeños misterios de los museos que quedan desvelados. En este caso para los que se pregunten qué son esos cuadraditos que siluetean las obras de mayor tamaño.

Es interesante comprobar cómo una buena parte de los cuadros de esta artista expuestos en el monográfico y, además, entre los más destacados han sido realizados en su etapa vital más reciente. Las series sobre Goya y Manet y la de 'Australidelphia', inspiradas por las imágenes de los incendios, y algunos de sus cuadros de animales fueron pintados cuando Jungwirth ya había cumplido 80 años.

'Cuarto Vacío', de la serie Yemen. 2005. M. J.

De los viajes que le han llevado por medio mundo, en muchos casos acompañada de su marido –que solía posar como paciente modelo para sus retratos en los años 80– quedan los cuadros de las series dedicadas a México, Yemen, Camboya, Bali o Grecia, donde Jungwirth ha estado en ¡35 ocasiones!, atraída no solo por sus paisajes sino por la mitología, una buena musa de su arte, como es el texto de la Odisea de Homero, presente en una de las paredes del Guggenheim.

Aparte del óleo, también hay acuarelas, igualmente sobre papel, por donde caen los 'churretones' de pintura, añadiendo un buscado efecto de azar a sus obras, similar a las impresiones que voluntariamente deja de las huellas de sus dedos. Queda para el final otra inspiración de la artista, en este caso de un pequeño cuadro de Manet, 'El espárrago', que le sirve para hacer una interesante tríada de interpretaciones en tonos amarillos con la que finaliza la impactante muestra. Por cierto, se inicia con algunas de sus obras de hace 50 años, las que componen la serie de electrodomésticos a carboncillo titulada con el nombre de una veterana marca, 'Indesit', y donde destaca el horno de 1976. Entre ambas hay medio siglo de arte.

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