«Estaba en Nueva York cuando ganó Trump y no intuí este cambio tan radical»
Abre su lado más personal para desvelar los museos a los que siempre vuelve, el ejercicio que hace o sus series favoritas
Arzalluz aclara si la actual política estadounidense puede afectar al museo que dirige, antes de compartir detalles más personales sobre sus museos favoritos, cómo se ... mantiene en forma, su plato preferido... Incluso desvela de quién son algunas de las prendas que usa: de una amiga diseñadora y de su padre.
– ¿En qué manera las decisiones de Trump están afectando a la constelación Guggenheim?
– No observo ningún impacto específico, al contrario de otros museos en EEUU que dependen más de recursos federales. Porque el impacto es brutal sobre algunas instituciones. Desde el Black Lives Matter, muchas instituciones tomaron medidas concretas para garantizar la diversidad en las colecciones, las programaciones... Y ello desembocó incluso en la creación de puestos específicos para garantizar la igualdad. Ahora, lamentablemente, por temor a las consecuencias, estas medidas están desapareciendo. Estaba en Nueva York cuando ganó Trump y no intuí la tendencia de la nueva Administración, nadie vio venir este cambio tan radical y la intervención tan importante en la vida cultural.
– ¿Qué museos visita una y otra vez cuando viaja?
– No soy muy original. Hace mucho que no voy al New Museum de Nueva York, pero es verdad es que siempre, por facilidad o cercanía, terminemos yendo a los grandes, el Metropolitan, el MoMA... Y hablo de Nueva York porque últimamente he ido más. En París, hay muchísimos pequeños museos maravillosos dedicados a colecciones o casas de artistas: el Víctor Hugo, el Zadkine, el Camondo, el Bourdelle...
– ¿Qué cuadro o artista le gustaría exhibir?
– Muchos, una obra de Frida Kahlo me parece fantástica, siempre es potente y maravillosa y atrae mucho a mucha gente. El otro día estuve viendo la exposición de Richter en París y fue un auténtico placer. Y volver a reencontrarme con Helen Frankenthaler ha sido fantástico.
– Elija su rincón favorito de este museo.
– No es muy original, es el de mucha gente: 'La materia del tiempo', de Serra. Es muy potente.
– Estuvo en el rodaje de la secuela de 'The Walking Dead' en las inmediaciones del Guggenheim. ¿Seguía esa serie, le gusta el tema de los zombies?
– No la he seguido, y lo de los zombies no es algo que me interese especialmente. Ahora justo termino la tercera temporada de 'La Diplomática', que me ha encantado. Me gusta mucho el humor británico; cuanto más negro, mejor. 'Slow Horses', con Gary Oldman, es muy buena también. Y me gusta el cine clásico. Aunque últimamente el cine vasco está tan interesante que sin ir muy lejos ya tenemos cosas excepcionales.
– ¿Qué está leyendo?
– He empezado el último libro de Txomin Badiola, 'Mamuk'.
– ¿Asiste a conciertos?
– Me gustan el jazz, la música barroca... Y ahora que pienso en conciertos me doy cuenta de lo poco que he ido en estos últimos meses. Últimamente solo voy a exposiciones.
– ¿Cómo se mantiene en forma?
– Hago ejercicio por eso de mantenerme en forma y la cabeza equilibrada. Algo de pilates y de cardio, como todo el mundo. Pasear, correr no porque no se me da bien. Y subir al monte.
– ¿Alguna cima favorita?
– No hago grandes excursiones, aunque aquí no tenemos que ir muy lejos para subir al monte. Parte de mi familia es de Galdakao y todo lo que está cerca de nuestra casa familiar es habitual en nuestros paseos.
– ¿Qué le gusta comer?
– De todo, y si tengo que elegir un plato... Soy muy tradicional, te diría kokotxas.
Sobre moda
– ¿Se viste de algún diseñador en especial?
– No tengo marcas ni diseñadores fetiche, pero sí amigas y amigos que se dedican al diseño de moda. Sí tengo una forma de vestirme que me funciona para lo que yo necesito y me hace sentirme bien. Con la edad buscas cosas más atemporales donde no sacrificas el confort, fundamental para desarrollar también nuestra profesión. Hay una cierta libertad de espíritu ligada a la libertad que sentimos nosotros mismos físicamente.
– Y la chaqueta que lleva, ¿de qué firma es?
– De una amiga alemana residente en París, Marie-Christine Statz. Su marca se llama Gauchere.
– Hace tiempo dijo en una entrevista que se seguía poniendo las chaquetas de su padre. ¿Aún lo hace?
– Sí. Las prendas que tienen memoria nos acompañan. Y las personas que las usaron, también. Nos acompañan los recuerdos, las vivencias. Y para mí, al igual que es importante esa libertad de espíritu, lo es también sentir cerca a esas personas. Hay prendas que para mí canalizan todo eso.
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