Miren Arzalluz: «Estoy muy ilusionada porque se acerca un momento especial para mí»

Fuentes del museo bilbaíno ya habían anunciado que la hasta el momento responsable del Museo de la Moda de París no iba a hablar en esta ocasión de su nuevo cometido, así que esta declaración fue prácticamente la única alusión a su inminente desembarco como sustituta de Juan Ignacio Vidarte, algo que se producirá el 1 de abril tras cuatro semanas de 'aprendizaje' junto al director saliente. Tan solo un apunte más sobre su destino, cuando afirmó que «Euskal Herria se ha atrevido y ha sabido sobrevivir y transformarse a través de la cultura, y el Guggenheim es un símbolo de eso».

También se congratuló Arzalluz por participar en el evento: «Por la oportunidad de encontrarme con mis conocidos, instituciones públicas, culturales de este país, del norte y del sur. Y en todo aquello que sean iniciativas para promover esta relación yo estaré siempre a favor, muy implicada, y desde luego es un placer y un honor estar aquí».

Posteriormente, tras las intervenciones del Lehendakari, que inauguró el acto junto al alcalde de Baiona, Jean-René Etchegaray, y que participó en una mesa redonda sobre la descentralización de Europa, llegó el turno de Arzalluz. A lo largo de 30 minutos, disertó en el Teatro Michel Portal sobre varios aspectos acerca de la cultura, las fronteras y de su decisión de situarse en el mundo como «vasca y europea». «Así me presento y mi sueño es que las fronteras desaparezcan», afirmó.

Puntualizó después que «el arte no conoce fronteras. Me parece que la colaboración es esencial para todas las instituciones culturales. Nuestras instituciones ya cooperan a través de las fronteras; y dada mi experiencia y mentalidad, siempre intentaré aumentar toda esta colaboración, inventar nuevos proyectos e imaginar formas de promoverlos». En este sentido, remarcó que «potenciar el euskera es la vía más directa para fomentar la cooperación transfronteriza, y es necesario ser conscientes de que tenemos tres lenguas para poder entender más profundamente la cultura».

Arzalluz confesó que sus experiencias vitales en Londres y París le ofrecieron puntos de vista totalmente diferentes entre sí con respecto a este posicionamiento: «Era más fácil aparecer como vasco en Londres que en París. Londres tiene una identidad política más amplia, más diversidad. Al contrario que París, donde al menos en algunos círculos se creen intelectualmente superiores, son cínicos, e incluso se han burlado de mí por presentarme como vasca».

Dado el terremoto que ha provocado la irrupción de Donald Trump en el ya convulso panorama mundial, no podía faltar alguna referencia a la actualidad: «Dado el contexto internacional, necesitaremos algo más que cultura para acercar a la humanidad a la razón, pero la cultura y el arte son armas para ello, en el mejor sentido».

Hubo ocasión de tocar un tema que domina bien, el de la moda y su conexión con la identidad de un pueblo, en este caso el vasco: «En el diálogo entre Balenciaga y Chillida, hay ciertas características íntimamente ligadas a la cultura, como la sencillez, la búsqueda de la moderación, el rechazo de la decoración innecesaria...».