Miren Arzalluz anima a superar «límites y jerarquías» al defender los vínculos entre moda y arte
La directora del Guggenheim ofreció la conferencia inaugural de los cursos de verano de la Universidad del País Vasco (EHU) en San Sebastián
La directora del Guggenheim, Miren Arzalluz, pronunció este miércoles la conferencia inaugural de los Cursos de Verano de la Universidad del País Vasco (EHU), que ... se celebran en el Palacio de Miramar, en San Sebastián: «Esta presentación no tiene la ambición de convertirse en una declaración de intenciones, sino que más bien se trata de compartir con ustedes un estado de reflexión continua, fruto de mi trayectoria profesional y académica, y del importante momento que vivo y las responsabilidades que tengo actualmente», expresó en el inicio de su charla, titulada 'Arte sin fronteras'. Dedicó parte de su discurso al modisto Balenciaga, en cuya vida y obra es experta, habiendo trabajado en el museo de Getaria como jefa de exposiciones y colecciones durante siete años, además de haber publicado en 2010 el libro 'Cristóbal Balenciaga: La forja del maestro (1895-1936)'.
Licenciada en Historia del Arte y especializada en Historia del Traje, Arzalluz dirigió además, hasta su nombramiento en el Guggenheim, el Museo de la Moda de París, el Palais Galliera, con lo que su defensa de la moda como disciplina museística hunde sus raíces en su propia trayectoria: «Fue precisamente Balenciaga quien inspiró mi interés y también mi fascinación por los movimientos y experiencias artísticas que se produjeron en este país a principios del siglo XX, influidos por el clima de renovación y transformación que imperó en la escena artística internacional de aquella época. Y fue también su obra la que me hizo apreciar y estudiar el arte desde una perspectiva amplia e inclusiva, valorando todas sus disciplinas, especialmente la moda, sin límites ni jerarquías. Es la manera en la que he abordado mi trabajo curatorial y museológico».
Puso varios ejemplos de cómo el mundo del diseño de vestuario se ha instalado en la actualidad y desde hace un tiempo en museos de todo el mundo. Es el caso de la exposición 'Art/Fashion' inaugurada en 1997 en el Guggenheim Museum Soho de Nueva York, «una innovadora muestra que exploraba los vínculos entre el arte y la moda, ilustrando la dinámica y multifacética relación que ambas disciplinas han mantenido a lo largo del siglo XX, desde las vanguardias históricas». «Pinturas, dibujos y bocetos, fotografías, esculturas, instalaciones, y, por supuesto, vestidos, trajes, chalecos o accesorios ilustraban esta histórica y fructífera relación de colaboración, inspiración y polinización recíproca hasta los años 90», añadió. Citó que esta muestra fue en realidad una adaptación de la que un mes antes había presentado la primera Bienal de Florencia, bajo el título 'El tiempo y la moda'.
Se refirió también a la exhibición dedicada a Armani que el propio museo que ella dirige montó en 2001, «un éxito de público» que sin embargo se topó con «voces que se mostraron extremadamente críticas con la entrada de la moda 'en los lugares sagrados' del arte». Conocidos críticos de arte pusieron el grito en el cielo tachando esta iniciativa de «ejercicio de cinismo que pretendía romper con las distinciones entre arte y comercio, creando la impresión de que el museo está en venta«. Y de hecho, recordó, aquellas críticas, que se fueron extendiendo, coincidieron con el cierre del Guggenheim Museum Soho solo dos meses después de terminar la exposición Armani: »No parece una casualidad«. »Afortunadamente los años dieron la razón a la visión de la Fundación Guggenheim«.
«Me perdonarán que hable mucho de moda cuando en realidad quiero hablar de multi e interdisciplinariedad, pero no creo que les sorprenda -, prosiguió Arzalluz-. La concepción de un arte sin fronteras mediante la superación de límites caducos y la exploración de nuevos lenguajes guió la práctica artística y la experiencia vital de las vanguardias históricas a principios del siglo XX. Este país no vivió ajeno a estas corrientes transformadoras. Mujeres pioneras como Sonia Delaunay o Gabrielle (Coco) Chanel dejaron una huella indeleble en la escena del arte y el diseño vascos».
Terminó Arzalluz su exposición afirmando que hay todavía un «largo y apasionante camino que explorar» para que los museos «puedan erigirse en lugares de encuentro y de reflexión intelectual y creativa, que tiendan puentes y promuevan el diálogo y la colaboración, y que conecten de manera más profunda e inclusiva con un público diverso».
Contexto geopolítico actual
La directora académica de los Cursos de Verano, Maider Kortajarena, dio la bienvenida a los asistentes a la edición número 44: «Un año más, nos reunimos en este espacio de encuentro, reflexión y aprendizaje, que se ha consolidado como uno de los referentes académicos y culturales del verano, en Euskadi y más allá de nuestras fronteras». Explicó que «como reflejo del contexto geopolítico actual, esta edición se desarrollará en torno a los valores de la paz, la convivencia, la democracia, participación o la colectividad y el trabajo en equipo».
Asistió el lehendakari, Imanol Pradales, quien señaló la «triple paradoja» que, a su juicio, vivimos hoy: «Somos una sociedad avanzada social y tecnológicamente, y, sin embargo, hay quienes cuestionan cada vez más y sin sonrojo la evidencia científica. Enfrentamos desafíos cada vez más complejos, y, sin embargo, cobran fuerza quienes proponen soluciones inmediatas y simplistas. Y tenemos acceso a más medios que nunca para informarnos y saber, y, sin embargo, para el ciudadano de a pie es más difícil que nunca discernir entre lo que es verdad y lo que no, debido a estrategias de manipulación que se valen de algoritmos o Inteligencias Artificiales opacas». Ante esta situación, abogó por «fortalecer la apuesta por la ciencia y el conocimiento avanzado, no solo como motor de competitividad, cohesión social y calidad de vida, sino como pilar de la convivencia y la democracia».
Por su parte, el rector de la Universidad del País Vasco, Joxerramon Bengoetxea, destacó lo fundamental que es, a su entender, la «libertad para investigar, porque sin libertad difícilmente se desarrollará la ciencia«. «La EHU trabaja por ampliar su área de influencia y llegar a la mayor parte de la sociedad, e impulsar y garantizar zonas seguras para el conocimiento, la ciencia y el pensamiento crítico, como son precisamente los cursos de verano», sentenció.
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