«El mercado español del arte es un mundo duro que corre el riesgo de extinguirse»
Este especialista reclama el apoyo de la Administración para garantizar la viabilidad del sector
La inversión en arte constituye el ámbito profesional del consultor Pablo Melendo (Madrid, 1967), y de ello habló recientemente en el Museo Guggenheim. Ha trabajado ... para las grandes casas de subastas, tanto para Christie's como Sotheby's España de quien fue CEO entre 2008 y 2010. Invitado por Acacia Inversión, firma organizadora de evento, disertó acerca de esta práctica económica en un periodo especialmente convulso con caída del volumen de ventas y los beneficios empresariales.
- Las ventas en el ámbito de las subastas de arte han caído un 20% en el primer semestre del año ¿Asistimos al reajuste a una fuerte recesión?
- Durante la crisis de 2005, cuando caía la economía, las empresas perdían dinero pero había un público que compraba sus colecciones de arte, que se revalorizaban gracias a la incorporación de nuevos compradores procedentes de Rusia, China, el Golfo Pérsico o Sudamérica. Ahora las guerras de Ucrania y Oriente Próximo han provocado un pequeño parón. Hay menos ventas porque tampoco salen piezas a la venta, tal vez porque no existe la apremiante necesidad de liquidez. En cualquier caso, no creo que se trate de una debacle tan grande como sospechábamos.
- Las grandes firmas Sotheby's y Christie's reconocen grandes reducciones de sus beneficios.
- Ellas no quieren que el mercado se inunde, sino generar entusiasmo por obras raras. Si hay mucha oferta y pocos compradores, se vende barato. Hoy hallamos menos obras y se adquieren correctamente, sin caídas estrepitosas.
- ¿La tendencia negativa se va a agudizar?
- No hay pánico y no creo que se acentúe a menos que los coleccionistas busquen rápida liquidez y pretendan vender. Hay que tener en cuenta que desde el año 2000 el mercado ha experimentado un crecimiento sorprendente.
- Entre otros motivos, se achaca esta contracción a la subida de tipos de interés. ¿Los coleccionistas compran con créditos?
- Fuera de España hay una política que compensa la adquisición porque no hay muchos impuestos y cuando vendes la plusvalía no está muy gravada. La gente juega con el arte como si fuera una acción y eso fortalece el mercado.
- Paralelamente, se está produciendo el cierre de prestigiosas galerías en Nueva York y Londres. ¿Este fenómeno está relacionado con el anterior?
- No lo sé, francamente, pero es cierto que cada vez hay menos y que, por tanto, resulta difícil para los artistas encontrar donde exponer y se defiendan sus obras. Incluso muchos autores sólidos se encuentran desamparados. Olvidamos que la galería aporta la forma perfecta de conocer al artista. Además, el hecho me parece alarmante porque tiene una faceta cultural muy importante.
«Las guerras de Ucrania y Oriente Próximo han causado un parón»
- ¿Qué ocurre con las ferias? Se ha producido una explosión de estos eventos. ¿Tendemos hacia la concentración?
- La gente ya no acude tanto a las galerías, pero sí a una feria aunque sea más complicado y tengas que viajar. Los galeristas acudían a muchas para encontrar nuevos compradores y eso fomentó su expansión. Pero no se puede ir a tantas y tampoco hay tanta obra interesante.
- ¿No son, a menudo, una feria de vanidades?
- Totalmente. Son lugares donde ves, conoces, hablas y, luego, dices que tal obra la adquiriste en tal sitio, circunstancia más importante que el artista que la realizó.
- ¿Qué ocurre con el mercado español, al que parece achacarse una debilidad endémica?
- No se apoya el coleccionismo. Vienen mecenas de museos extranjeros y encuentras que pagan el funcionamiento de la institución, aportan obras y ven el trabajo de autores jóvenes. Aquí eso no existe ni se fomenta, al contrario, te gravan las compras que se suman al patrimonio como si fueran acciones. En los coleccionistas que conozco hay un punto de pasión, no sólo es interés comercial. Hablamos de cultura, de algo que mueve mucha gente, no solo dinero.
- El caballo de batalla parece ser el IVA aplicado, mucho más elevado que el de otros países europeos. Los autores españoles resultan más asequibles en las galerías extranjeras que en las nacionales.
- Es algo que echa para atrás a los clientes. Los coleccionistas importantes ya están hartos y dicen que no quieren luchar más, se desmotivan.
- ¿Tan débil es el sector que no ha conseguido ninguna concesión de la Administración?
- Nada, ni con un color ni otro. Es un mundo duro que corre el riesgo de extinguirse.
- Se ha producido un flujo de galerías desde otras comunidades autónomas hacia Madrid. ¿La ciudad vive un auge extraordinario?
- En Madrid hay más variedad, pero tampoco hallamos muchas buenas. Se ha hablado del factor latinoamericano, pero no ha influido.
- ¿La llegada de la alta burguesía sudamericana es un espejismo similar al de 'Bienvenido, Mister Marshall'?
- La residencia de estos millonarios ha impulsado el mercado inmobiliario, pero no el arte. Nadie habla de ellos en esos términos, ni en el ámbito de las galerías ni en el de las subastas. Quizá adquieran fuera porque aquí la fiscalidad es muy complicada.
- ¿Qué importancia posee Arco dentro del concierto internacional?
- No es Basilea, pero sí que se trata de una feria muy viva que atrae a mucha gente latina, europea y oriental. No hay artistas de primera línea, pero les gusta el programa. Sus organizadores lo hacen bien.
- ¿Tiene sentido invertir en arte con interés especulativo?
- La 'Marilyn' de Andy Warhol se vendió por 195 millones de dólares, una burrada. Se cotizan las obras muy importantes de artistas de primera línea, lo que provoca que se busquen ansiosamente las esenciales. Sí, se vende extraordinariamente bien un Monet excelente, pero no todos los Monet. No hablamos de un mercado sencillo. Si fuera así, nos implicaríamos todos.
«Es alarmante. La galería aporta la forma perfecta de conocer al artista»
- ¿Hay riesgos como el que experimentó, por ejemplo, la obra del colombiano Óscar Murillo?
- Muestra el efecto especulativo sobre algunos autores y el riesgo de arruinar su carrera al someterles a una presión desmedida. Por eso, hoy, las galerías sólo dejan vender transcurrido un plazo de tiempo. No quieren matar a la gallina de los huevos de oro.
- ¿Qué consejos proporcionaría a alguien que quiere comenzar una colección?
- Primero, ver, descubrir lo que le gusta, preguntar y, finalmente, gastar el dinero con criterio para crear un conjunto con sentido, provisto de una parte intelectual. Hablamos de creadores que digan algo y estén creciendo. Hay que tener en cuenta que lo sólido no tiene por qué ser lo más caro.
- ¿Cree que se pueden producir cambios en la normativa a corto plazo?
- Si no hay apoyos, el mercado se irá reduciendo.
- Tal vez el problema radica en que se ve el Estado como un ámbito elitista ajeno a las preocupaciones de la mayoría.
- Es que el mercado no es tan sólo la adquisición de un lienzo de 10 millones de dólares. Eso no es el mundo real. Tampoco se trata de poseer, aunque las compras generan un tejido productivo. Hay que apostar por el arte, el disfrute y su facultad formativa. Cuando alguien acude a la final de una Copa del Mundo de fútbol se gasta una pasta y nadie le tacha de loco, lo que sí ocurre cuando se adquiere arte. Cada uno que haga lo que quiera, pero reclamo hueco y respeto para todos. Además, apostar por el arte no significa necesariamente poseer, sino involucrarse.
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