Ebullición psíquica

Excelente noticia el depósito o comodato gratuito y temporal -cinco años-de un valioso fondo artístico de Max Ernst, un creador capital en la sedición ... bretoniana contra el positivismo, cuya obra es además ciertamente escasa en los museos españoles. Así pues, la importancia del préstamo de este fondo al Bellas Artes se concreta tanto por una datación de las piezas muy próxima al surgimiento e inicial desarrollo del movimiento surrealista -con las influencias dadaístas y las cada vez más lejanas huellas expresionistas de la época- como igualmente por su claro aporte en cualquier museo a la hora de explicar una corriente fundamental de las vanguardias históricas o especialmente por cartografiar con precisión los materiales, las técnicas y sobre todo el imaginario o el bestiario surgido libremente de las emociones primarias de un creador en constante ebullición psíquica. De todo ello da cuenta una intensa y bien estudiada muestra de cámara -dos salas con 14 pinturas, cuatro dibujos, dos 'frottages', una escultura prestada y material documental-, suficiente contenido para entender muchas cosas. Sobre todo, el viaje permanente de Ernst al inconsciente, del que surgen sus series y temáticas más representativas: los bosques que probablemente reflejan sus traumas personales e infantiles de encantamiento y terror, los pájaros enterrados en su subconsciente como un 'alter ego' capaz de todas las metamorfosis, las técnicas que expresan su automatismo yuxtaponiendo elementos dispares en una nueva red de significados o incluso el simbolismo intrigante y perturbador en la representación de la mujer, ya sean musas o, como dice George Sebbag, a lo mejor solo un 'collage d'amour'. A este conjunto se añadirán en breve las fototipias -una impresión fotomecánica- incluidas en la carpeta 'Historia Natural', paisajes, objetos, y criaturas fantásticas que brotan también del subconsciente, una vez eliminado el pensamiento racional. Queda por imaginar, claro, el destino final de este formidable fondo al vencimiento del plazo estipulado en el comodato. Veremos.