El Bellas Artes reabre su edificio 'moderno' en el final de su reforma
Exposiciones de Georg Baselitz y Denise Scott Brown ocuparán en octubre las remodeladas salas del museo bilbaíno, que pondrá fin a las obras en junio de 2026
Los bilbaínos miramos a las alturas cada vez que pasamos junto al Museo de Bellas Artes, que en enero de 2024 arrancó sus obras de ampliación. En todo este tiempo hemos comprobado cómo tomaba forma 'Agravitas', el nuevo espacio diseñado por Norman Foster y Luis María Uriarte, que sobrevuela la arquitectura actual y que permitirá ganar 2.900 metros cuadrados. Absortos en la blanca 'txapela' sostenida con pilares en forma de V, no nos dábamos cuenta de que el edificio de 1970 era objeto al mismo tiempo de una transformación radical.
A vista de pájaro, el museo del parque está formado por dos eles que en su origen no llegaban a tocarse. Está el edificio 'clásico' de 1945, obra de los arquitectos Fernando Urrutia y Gonzalo Cárdenas, y el 'moderno' proyectado por Álvaro Líbano y Ricardo Beascoa, cuyas obras comenzaron en 1965 y concluyeron cinco años más tarde. Ladrillo rojo y líneas clásicas frente a vidrio y metal. Líbano y Beascoa se inspiraron en los postulados de Mies van der Rohe y visitaron el Museo de Zúrich para crear el que sería el primer edificio de nueva planta construido para el arte contemporáneo en España.
Su rehabilitación ha afectado a casi 6.000 metros cuadrados y ha procurado respetar el diseño original, modificado a lo largo del tiempo por sucesivas reformas, ganando espacio al cerrar los porches. Se han recuperado las superficies diáfanas de una construcción elegante y ligera, que en 2010 fue seleccionada por la Fundación para la Documentación y la Conservación del Movimiento Moderno para ser incluido en su registro del patrimonio arquitectónico. A partir de octubre, la actividad del Bellas Artes se trasladará a esta parte y cierran las dependencias 'clásicas', que también serán objeto de transformación en la última etapa de las obras. La fecha de reapertura del museo se mantiene: el 24 de junio de 2026.
Este viernes se presentaban los remodelados espacios expositivos con una nutrida presencia de representantes públicos, entre otros la diputada general, Elixabete Etxanobe, la viceconsejera primera Ibone Bengoetxea y el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto. Una ambiciosísima exposición dedicada al pintor alemán Georg Baselitz inaugurará el 8 de octubre la galería principal de la primera planta. La madera clara en el suelo y la luz cenital regulable contribuyen a la sensación de amplitud.
Las normas actuales de seguridad y protección contra incendios han obligado a un proceso técnico de gran exigencia. Y siempre con el diseño original de Líbano y Beascoa en mente. Miguel Zugaza ha destacado «el respeto que el estudio de Norman Foster ha tenido con el trabajo de otros arquitectos, un gran acto de generosidad». La instalación de la obra de Eduardo Chillida 'Elogio del hierro III' revestirá un gran valor simbólico en la fase final de la reforma. Esta escultura monumental de 4 metros de altura y 18 toneladas fue un encargo al artista guipuzcoano del Banco Bilbao Vizcaya para su sede en la Gran Vía. Allí se instaló en 1997 y permaneció durante dos décadas hasta su traslado a Chillida Leku.
A partir de octubre nos dará la bienvenida al Bellas Artes en la Plaza Chillida, junto a la antigua cafetería. Una simulación por ordenador ha mostrado en la presentación cómo el paseante podrá penetrar por un extremo del museo y salir por el otro, caminando bajo la pinacoteca. La Plaza Arriaga va tomando forma como vestíbulo acristalado de paso y abierto a toda la ciudadanía. Una pequeña ventana practicada en la sala del primer piso permite asomarse a lo que antes era el estanque. La escultura de Francisco Durrio que homenajea al compositor bilbaíno permanecerá, ya sin agua, y recibirá luz natural gracias a un óculo que conecta visualmente todos los niveles de la nueva ampliación e ilumina el espacio del atrio.
Otra icónica pieza de Chillida, 'Lugar de encuentros IV', que antes permanecía en el exterior, pasará a formar parte de la Plaza Arriaga, que con sus doce metros de altura será el corazón del museo. Hasta junio de 2026 no estarán abiertos el auditorio, la tienda, la cafetería, la biblioteca y el restaurante del Bellas Artes. Sin embargo, el programa de reapertura comenzará este otoño con la muestra de Georg Baselitz como principal atractivo. Medio centenar de obras, algunas de ellas de imponente tamaño, que resumen la trayectoria de este neoexpresionista figurativo, considerado uno de los pintores más influyentes de la segunda mitad del siglo XX.
También en octubre, la planta baja del museo acogerá la muestra 'Ataria (bat)' que agrupa producciones ideadas específicamente para espacios e instituciones artísticas vinculadas a Bilbao y al Bellas Artes. Treinta piezas relevantes como el mural articulado 'Euskadi', de Agustín Ibarrola, recientemente restaurado, la maqueta de 'La materia del tiempo', que Richard Serra ideó para el Guggenheim, y el cuadro de Juana Cima 'Sugoi', que colgó en el café Lamiak del Casco Viejo bilbaíno. Iñaki de la Fuente, Ainara LeGardon, Darío Urzay, José Luis Zumeta y June Crespo son otros de los artistas seleccionados en la exposición.
Ya en febrero, Bilbao acogerá la primera muestra en España dedicada a la arquitecta y urbanista estadounidense Denise Scott Brown, una leyenda viva de la arquitectura del siglo XX tras la publicación de 'Aprendiendo de Las Vegas' (1972), el libro que escribió junto a su marido Robert Venturi y Steven Izenour y en el que proclamaba la importancia de la cultura popular y la trascendencia del desplazamiento en automóvil en los proyectos arquitectónicos. Finalmente, coincidiendo con el 125 aniversario de Iberdrola, el Bellas Artes expondrá buena parte de su colección de arte moderno y contemporáneo bajo el título 'Paralelos/ Meridianos'. Será en abril, cuando ya solo queden tres meses para que reabra renovado el museo que echó a andar el 17 de junio de 1945.
