El Bellas Artes compra un 'bouguereau' por 165.000 euros con el legado de Begoña María Azkue
Sotheby's de Nueva York subastó en 2007 una obra del francés con la misma imagen por 1,28 millones de euros
Un 70% de las obras de la colección del Bellas Artes proceden de donaciones y legados. Algunos tan decisivos como los de Laureano Jado, Antonio Plasencia o Manuel Taramona, que están en el origen y primer desarrollo del museo. Y otras más discretos pero no menos importantes, como la de Begoña María Azkue. Mujer vinculada a la cultura vasca, viajera y miembro de la Asociación de Amigos, donó recientemente un patrimonio de alrededor de medio millón al centro artístico para comprar obras de arte.
Se acaba de presentar la primera la adquisición con el legado de Azkue, un cuadro de William-Adolphe Bouguereau (La Rochelle, Francia, 1825-1905) titulado 'El voto de Sainte-Anne d'Auray, cuya fecha de realización ronda el año de 1870. Según explicó el director del museo, Miguel Zugaza, ha llegado a Bilbao por el ejercicio del derecho de tanteo, por el que las instituciones museísticas españolas tienen preferencia al comprar una obra que se vende en España sobre otros compradores que quieren sacarla al extranjero.
Es lo que sucedió en enero de este año con un marchante internacional, que había cerrado la compra del cuadro en Subastas Ansorena de Madrid por 165.466 euros, cantidad final desde un precio de salida de 80.000. El museo se presentó para ejercer el derecho de tanteo y pagó la misma cifra.
Estado de conservación
«Es una adquisición enormemente favorable», resumió Zugaza. La obra del academicista francés está experimentando un significativo 'revival'. Valga como ejemplo la subasta celebrada en 2007 en Sotheby's, donde se vendió un 'bouguereau' casi con la misma imagen por 1,28 millones de dólares.
El artista era muy conocido y tenía un gran mercado para sus obras, de las que hacía varios ejemplares. A la subastada en Nueva York le falta la figura del fondo, seguramente cortada por algún problema de conservación, si bien fue la primera que salió de los pinceles del francés. La de Bilbao también tiene el sello del artista de principio a fin, sin intervención de los pintores de su taller, como certifica el número en el reverso del cuadro y su coincidencia con la descripción del artista en sus archivos personales. Incluye además la parte escindida en el lienzo de Sotheby's.
Zugaza calificó su estado de conservación de «excelente». «Ha bastado con limpiarlo y a ponerle un nuevo marco», añadió. Con una luz y una disposición de las figuras que recuerda a Vermeer, la escena del cuadro representa a tres mujeres en el interior de la basílica de Saint-Anne-d'Auray, situada en Bretaña, uno de los principales centros de peregrinación en Francia. Visten la indumentaria local, con las características cofias y cuellos blancos. Dos de ellas, representadas como mujeres de gran belleza, hacen su voto frente al altar portando unas velas encendidas, mientras una tercera, de avanzada edad, reza el Rosario.
La región del norte de Francia ejercía un magnetismo especial entre los artistas, sobre todo academicistas, por su poderosa naturaleza y la pureza que ellos encontraban en sus habitantes, como las protagonistas del cuadro. En Bretaña se formaron comunidades de creadores, en las que estuvieron los vascos Valentín de Zubiaurre y Álvaro Alcalá Galiano.
Imágenes sentimentales y conmovedoras
El coordinador del área de conservación e investigación del museo, Javier Novo, resaltó fama de Bouguereau en su tiempo, tanto en Europa como en Estados Unidos. De hecho, Napoleón Bonaparte le encargó un retrato que se mantiene como uno de los más conocidos del emperador. «Destacó por sus valores academicistas cuando el academicismo significaba mucho, y por sus imágenes sentimentales y conmovedoras. Con Meissonier, arrasó en las exposiciones en las que competían los artistas (salones), en el comercio y en el gusto popular», explicó. Había fotos enmarcadas de sus imágenes y también grabados.
«El impresionismo de Renoir y Gauguin, entre otros, les fue eclipsando. Más tarde Dalí supo apreciar su arte y tuvo un gran desnudo femenino de Bouguereau en su colección, que hoy está en su museo de Figueres», añadió.
