El Bellas Artes se convierte en la 'casa' de Guezala
El museo adquiere 42 pinturas y obras sobre papel del artista y recibe la donación de 7.400 objetos de la familia, fondos que muestra en parte en una exposición
Si Antonio de Guezala (1889-1956) se paseara ahora por Bilbao se sentiría en su casa. Multidisciplinar, estiloso y muy carismático, era un artista que ... en su época más fructífera siempre hizo lo que le dio la gana. No se debía a nada ni a nadie. Tenía la vida resuelta gracias al negocio familiar de ajuares y lencería y creaba por puro placer. Cosmopolita y autodidacta –apenas pasó unos meses en la Escuela de Artes y Oficios de Bilbao, donde conoció a su futuro suegro, Anselmo Guinea–, tenía debilidad por las nuevas tendencias, desde el modernismo finisecular a las corrientes cubistas y futuristas. Le interesaban todos los soportes, lo mismo ilustraba los naipes de una baraja que diseñaba carteles para las corridas de toros o pintaba una estampa vertiginosa del botxo en el cuadro 'Choque de tranvías en El Arenal' que ahora sirve de reclamo a la exposición que acoge el Museo de Bellas Artes de Bilbao.
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El talento colosal y sin prejuicios de Guezala se muestra con todo lujo de detalles en las salas 8-10, con motivo de una ampliación histórica de la colección de la pinacoteca. Más de 7.450 piezas han llegado a sus almacenes, entre obras de arte, documentos y objetos muy variopintos (incluidos algunos muebles, porque a Guezala también le apasionaba la ebanistería). Un patrimonio ingente que se ha obtenido por compra, depósito y donación.
Entre las 42 adquisiciones –por un valor total de 950.000 euros, sufragado por los Amigos del Museo y la Fundación Bancaria BBK– hay pinturas de calidad excepcional a la altura de 'La puerta giratoria', que forma parte del museo desde 2003. La que atrae todas las miradas es el retrato de su primera mujer, Eloísa Guinea de Guezala (1916), muy pálida y ojerosa no por enfermedad sino porque ambos tenían una vida social ajetreada. En el lote también se incluye el famoso 'Choque de tranvías' (1922), y la acuarela 'Bailarina', de su amiga Sonia Delaunay, además de las caricaturas de los miembros de la Asociación de Artistas Vascos, que él mismo cofundó en 1911. En depósito, se han incorporado diez piezas como el lienzo que muestra a su hija Elito de bebé, con collar y lazo azules, rodeada de juguetes.
En la casa de Deusto
En la presentación de este viernes, junto al director del Bellas Artes, Miguel Zugaza, y el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, se hizo notar una nutrida representación del clan Guezala. Ellos también han contribuido al enriquecimiento de los fondos del museo, al donar nada menos que 7.400 objetos, entre los que hay ex libris, grabados, diseños para portadas, impresos para menús –con ocasión de homenajes a Baroja y Zuloaga, por ejemplo–, autorretratos, 500 libros, más de 4.000 sellos y material filatélico y un figurín de bailarina de cakewalk (similar al ragtime) con aires vanguardistas. «Todo lo que atesoramos en la casa familiar de Deusto ha pasado al museo. Hemos custodiado la colección de mi abuela Julia, pero sabíamos que todo aquello no solo era nuestro, sino también del pueblo», reflexiona Oier Aranzabal Guezala, biznieto del artista.
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La selección de piezas expuestas en las salas 8-10 se enmarca en la exposición 'Entreacto', centrada en el contexto sociocultural comprendido entre 1924 y 1945, cuando el Museo de Arte Moderno, entre otras instituciones, alentaba la efervescencia del botxo. Una época que Guezala vivió con intensidad. Se implicó en el patronato de todas las pinacotecas de la ciudad y tenía don de gentes. Pese a que en el gremio a veces se le tachaba de diletante –no se valoraba demasiado su versatilidad–, nunca dejó de crear ni de impulsar proyectos artísticos en Bilbao. Hasta que llegó la Guerra Civil, el exilio en París, su apoyo al grupo de danza y música Eresoinka y un regreso muy amargo en 1941. Tenía 52 años, 10 hijos y nada era igual. El artista más original de su generación perdió la inspiración y la visión de futuro. Al final se centró en la filatelia y la heráldica.
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