un proyecto con
Cuatro Claves
Convierte un
producto en
marca global
En el mundo de la gastronomía, pocos productos han alcanzado el estatus de icono global sin perder sus raíces como lo ha hecho Joselito. Desde Guijuelo, esta marca ha conquistado paladares en más de 50 países gracias a una combinación de tradición, excelencia y aliados financieros.
Hace más de cien años, en el pueblo salmantino de Guijuelo, nació Joselito, que empezó como un negocio familiar y hoy es todo un referente mundial del jamón ibérico. La empresa ha sabido mantener el toque artesanal y el respeto por la buena materia prima, mientras se abría camino fuera de España con la ayuda de socios financieros tan potentes como Banco Santander. José Gómez, que pertenece a la sexta generación de la familia, sigue una estrategia que combina tradición e innovación. Ahora, los jamones Joselito se sirven en los mejores restaurantes y casas del planeta, y su nombre es sinónimo de calidad máxima. El secreto no es solo el sabor espectacular de cada pieza, sino también la forma de trabajar: cuidar la dehesa, seleccionar cada jamón con mimo y no dejar nada al azar. Gracias a esa manera de entender el trabajo, Joselito ha pasado de ser un producto local a una marca que se vende ya en más de 56 países. José Gómez asegura que el éxito no es casualidad, y nos reporta las cuatro claves fundamentales para que la empresa haya traspasado fronteras.
CALIDAD
Guia Práctica
La obsesión por la excelencia ha sido el motor de Joselito desde sus inicios. Cada pieza es fruto de un cuidado meticuloso en todas las fases de producción, desde la cría hasta la curación. La calidad no se negocia y la empresa asume que el consumidor está dispuesto a pagar por un producto único. “No podemos entender Joselito sin la máxima calidad, donde el precio nunca ha sido una barrera porque sabemos que nuestro cliente lo va a asumir. Con ese objetivo de excelencia, Joselito controla toda la cadena de producción, y eso empieza por el cuidado de las dehesas”, explica Gómez. La filosofía de la empresa es clara: “Si no se puede mejorar es porque no se puede hacer mejor”. Este enfoque implica una inversión constante en formación, control de procesos y un seguimiento exhaustivo de cada etapa, desde la crianza en libertad hasta la distribución final. En esta inversión necesaria entra en juego Banco Santander, un aliado financiero que siempre ha entendido las necesidades de Joselito. “En nuestra expansión internacional, contar con ellos ha sido fundamental. Conocen el terreno y te asesoran”, añade Gómez.
TRADICIÓN CENTENARIA
EXPANSIÓN GLOBAL
NATURAL
Guia Práctica
No se trata únicamente de eliminar aditivos o conservantes, sino de garantizar que todo el ciclo vital del producto sea respetuoso con el medio ambiente y con la salud del consumidor. “Desde la cría de los cerdos en la dehesa, donde se alimentan de bellotas y pastos naturales, hasta la curación en bodegas donde solo intervienen el jamón y la sal”, apunta José. Este compromiso se extiende al manejo de las tierras, que se abonan únicamente con productos orgánicos para preservar la biodiversidad del ecosistema. El resultado es un jamón que no solo es saludable y nutritivo, sino que conserva un sabor lleno de matices. En un mercado cada vez más saturado de productos fabricados en cadena, esta apuesta por lo natural no solo diferencia a Joselito, sino que lo convierte en un referente internacional de transparencia y compromiso con una alimentación de máxima calidad. Con ese amor por la naturaleza, también han conseguido que Joselito sea un producto demandado por los mejores chefs del mundo.
82 MESES
es el tiempo mínimo de curación de sus jamones vintage, unas piezas únicas
DEHESA
Guia Práctica
La dehesa no es únicamente el lugar donde viven los cerdos, sino el alma del producto. Este ecosistema único de la península ibérica combina praderas, encinares y alcornocales, ofreciendo a los animales un entorno idóneo para su desarrollo en libertad. En este paisaje, el cerdo ibérico encuentra su alimento natural: la bellota, rica en grasas saludables y capaz de conferir al jamón sus matices aromáticos característicos. Cuidar la dehesa es, por tanto, “cuidar el futuro de la marca”, asegura José Gómez.
INNOVACIÓN
Guia Práctica
“Nosotros no hemos cambiado el proceso de curación que trajeron los romanos a la Península Ibérica, pero sí hemos dedicado mucho tiempo a estudiar por qué se hacen las cosas para ver cómo podíamos mejorar nuestro producto”, cuenta Gómez. La innovación en Joselito no significa romper con el pasado, sino comprenderlo para perfeccionarlo. Ha permitido optimizar cada fase, desde el control de la temperatura y la humedad hasta el estudio del efecto de la alimentación en el aroma. Este conocimiento aporta una base sólida para introducir mejoras sin alterar el producto. Innovar, para Joselito, es también explorar nuevas formas de llegar al consumidor global, como la creación de formatos adaptados a los diferentes mercados donde están presentes. La innovación requiere de financiación, y ahí es donde entra su alianza con Banco Santander. “Siempre nos ha ofrecido productos y servicios específicos que se adaptan a nuestras necesidades”, explica. Como meta, José sueña con llegar a las 12 generaciones. “Mis hijos pequeños serán la séptima”, apunta.
Así empezó
todo
Un proyecto con
Cada pyme tiene una historia única. Muchas nacen en una cocina, un taller o un pequeño local de barrio, impulsadas por la pasión y el esfuerzo de una familia. Con el tiempo, algunas de esas ideas trascienden fronteras y se convierten en marcas reconocidas, llevando su esencia a nuevos mercados sin perder sus raíces. Crecer, adaptarse y llegar más lejos es posible cuando hay visión, compromiso y el apoyo adecuado. Porque internacionalizar no es solo expandirse: es compartir una cultura, una identidad y un legado con el mundo.
CREDITOS
Content strategy:
Aurora Yañez
Project Manager:
Pablo Aceña Martinez
Brand strategy:
Jorge Guillén García
Dirección de Arte Diseño UI:
Alessandro Marra
Desarollo:
César Iriso
Gonzalo Cachon
Convierte un producto en marca global
En el mundo de la gastronomía, pocos productos han alcanzado el estatus de icono global sin perder sus raíces como lo ha hecho Joselito. Desde Guijuelo, esta marca ha conquistado paladares en más de 50 países gracias a una combinación de tradición, excelencia y aliados financieros.