Innovación y tecnología al servicio de la salud bucodental

Además de tratamientos de odontología ‘conservadora’, el Grupo Jesús Llona Badiola es experto en técnicas como el diseño digital de sonrisas

La principal máxima del Grupo Jesús Llona Badiola es que tener una boca sana es sinónimo de calidad de vida. Es decir, que la necesidad de tener una sonrisa bonita debe ir de la mano de tener una buena salud bucodental. Es por ello que además de ser unas clínicas en la que se hacen todo tipo de tratamientos como ortodoncia, periodoncia, implantología, odontopediatría y un largo etcétera de tratamientos de odontología ‘conservadora’, en los últimos años el Grupo Jesús Llona Badiola ha ido incorporando técnicas más innovadoras.

Diseño digital de sonrisas

Ejemplo de ello es el diseño digital de sonrisas, un tratamiento que ha ido en aumento en los últimos años ya que permite que el paciente «consiga la sonrisa que quiere pero teniendo en cuenta las condiciones individuales de cada uno, adecuando esa sonrisa al marco, que es la cara», detalla el doctor Llona Badiola. En España hay pocas clínicas que trabajan con esta técnica que «no busca tanto la estética dental como la estética facial, que encaje», detalla el experto.

Porque todo el mundo quiere unos dientes bonitos, blancos, perfectos… Pero cada paciente es único y tiene sus propias características (color de piel, tamaño de la boca, tipo de labios…). Es por ello que el diseño digital de sonrisas consiste en planificar todo el tratamiento a partir de unos dientes ideales encajados en la cara del paciente y a partir de ahí planificar todo el tratamiento. «Consiste en rehabilitar la boca y dejarla estética y funcionalmente bien a partir de un paso previo de un diseño incorporado en la cara del paciente», explica.

Es decir, se diseña una sonrisa adaptada a cada paciente y, a través de software especializado que toma como base las fotos y los escáneres del hueso y los dientes de cada paciente, se hace un diseño del tratamiento necesario para conseguirlo, el programa permite solapar las tres cosas y tener un modelo en el que están la cara del paciente, sus dientes de ahora y el hueso, y a partir de ahí se toma la decisión de las intervenciones que hay que hacer (si hace falta hacer ortodoncia, colocar implantes, carillas…). «Un tratamiento en el que inviertes mucho tiempo en el previo para que el día de la intervención todo salga bien y rápido», puntualiza.

Colocación de implantes sin cortar encía

Una de las técnicas que utiliza el doctor Llona Badiola, y en la que es pionero, es la colocación de implantes sin cortar encía, también denominada cirugía guiada mínimamente invasiva. «Planifico los implantes en función del escáner del paciente, lo coloco donde quiero ponerlo (la longitud, el diámetro, la angulación…) y lo mando al laboratorio, que me devuelve una férula quirúrgica -que es una plantilla de la boca del paciente- que indica el lugar exacto en el que tienen que poner el implante para que el día de la cirugía se coloque directamente», detalla.

Un tratamiento más rápido y con un mejor postoperatorio ya que al no abrirse con bisturí, no se cose, porque son agujeros tan chiquitines que no tiene ni que dar puntos de sutura. «Lo complicado es hacer bien el planteamiento», indica el doctor Llona Badiola.

• Más tratamientos innovadores

•  - Toxina butulínica para bruxistas: indicado para personas que aprieta mucho los dientes, bruxistas, que no consiguen relajarse de ninguna manera. «Hacemos control con férulas de descarga y pacientes que no revisten mejoría, existe la posibilidad de un tratamiento farmacológico con la toxina botulínica, que es un paralizante muscular, y va muy bien», señala la odontóloga Patricia Villar. «No tiene contraindicaciones con ningún medicamento y su durabilidad es de en torno a seis meses, y a medida que lo vamos repitiendo va creciendo la durabilidad».

•  - Ortodoncia transparente y convencional: un tratamiento de ortodoncia que está muy en boga porque tiene el mismo efecto que la ortodoncia ‘convencional’ pero minimiza el impacto estético y la incomodidad de los braquets. «Tienes que llevar la férula 23 horas al día, quitándotela para comer y beber», indican los expertos. «Es una técnica que aceptan muy bien desde niños a gente de más de 70 años», añaden.

•  - Sedación consciente: indicada para aquellos pacientes con pánico al dentista que quieran o necesiten realizarse cualquier tipo de tratamiento, ya sea un empaste, una limpieza o colocarse implantes… «Hay pacientes que llevan 15 años con la boca destrozada por miedo a venir al dentista. Lo que hacemos es que un anestesista viene a la consulta, le coge una vía, le seda, la persona se queda adormilada y ni se entera ni recuerda nada, así no sufre; no es tanto una indicación médica como una mejora para el paciente», puntualiza el doctor.

•  - Dispositivo de avance mandibular: para abrir la vía aérea para personas con apnea del sueño.