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En Bilbao, HDH se ha convertido en un referente para quienes buscan una experiencia hamburguesera sobresaliente. En un sector donde muchas marcas priorizan la expansión, HDH mantiene un único y pequeño local donde cada detalle está cuidado por sus propietarios, día a día. Y se agradece.
A lo largo de los años se han destacado por un ‘saber hacer’ por el que han sido premiados en numerosas ocasiones. Su primer gran logro llegó con la hamburguesa ‘Freak’, con la que obtuvieron su primer premio y comenzaron a ganar notoriedad en el sector. Posteriormente, dieron un paso más allá con la ‘Umami’, que fue galardonada como la mejor hamburguesa de Euskadi, consolidándose como un referente en la gastronomía del País Vasco.
Este último año, han vuelto a hacer historia con el ‘Bocatti di Cardinale’, que ha sido nombrado como el mejor sándwich de Euskadi; un premio que refuerza la maestría de esta pequeña hamburguesería en la creación de productos únicos.
Un reconocimiento que no se limita a Euskadi: HDH ha sido premiada en el concurso oficial de hamburguesas y en el concurso oficial de bocadillos, como ‘una de las mejores de toda España’. Ahí es nada.
Pero si hay un logro que verdaderamente emociona a sus propietarios es el reconocimiento de las personas que los visitan. Quienes les han otorgado a través de sus reseñas en Google, una puntuación de 4,9 con unas 8.000 reseñas. Un logro prácticamente inigualable en la hostelería, que sirve como indicador real para comprobar la satisfacción de sus clientes.
No es solo la calidad de una carne única lo que hace especial a HDH, sino la filosofía detrás de cada hamburguesa. En lugar de ofrecer un menú extenso, han optado por una carta reducida y bien cuidada, donde cada hamburguesa ha sido muy perfeccionada. Cada ingrediente, cada combinación y cada técnica de cocinado han sido seleccionados con precisión para garantizar que cada bocado sea memorable.
La experiencia en HDH no sólo se limita a su oferta gastronómica. Recientemente, el local ha sido reformado para ofrecer un ambiente que esté a la altura del producto y servicio que ofrecen. Cada detalle de la reforma ha sido pensado para mejorar la comodidad y la estética del restaurante, creando un entorno acogedor y moderno donde poder disfrutar de su comida.
Otro de los puntos fuertes de HDH es su servicio a domicilio, gestionado con reparto propio. Muchas hamburgueserías dependen de plataformas externas para el reparto de sus pedidos, lo que a menudo compromete la calidad y puntualidad de las entregas. En HDH, han optado por un modelo de reparto propio para asegurarse de que cada hamburguesa llegue en las condiciones óptimas y a la hora acordada. Este control sobre el reparto a domicilio refleja el mismo punto de vista que aplican en el restaurante: si algo puede afectar a la calidad, prefieren gestionarlo de forma directa.
Un concepto de hamburguesería en el que sólo se atiende con reserva de mesa y por encargo de pedido para llevar, con el objetivo de poner el foco en ofrecer el mejor servicio posible. Dejando de lado ese modelo ‘fast food’ de atender ‘sobre la marcha’ y recordando que, a veces, menos es más.
El establecimiento define las reservas en la hostelería como «la dignidad del sector», con la que poder garantizar un servicio fluido, buena atención, y mimo en la elaboración de cada comanda.
Sus propietarios están presentes cada día, asegurando que el producto y la experiencia cumplan siempre con los estándares que ellos mismos se autoimponen, y esto ha acabado siendo un valor añadido indiscutible.
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