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El otoño, una estación crítica para las humedades

El Correo

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Con la llegada del otoño, los hogares se enfrentan a un incremento de riesgos asociados a las humedades estructurales. La bajada de temperaturas, las lluvias y el aumento de los niveles de humedad crean el escenario perfecto para que los problemas ocultos en paredes y suelos se agraven, comprometiendo tanto la salud de las personas como la seguridad de los edificios.

Una estación complicada para este tipo de patologías

Durante estos meses, los problemas de filtraciones y capilaridad se hacen más frecuentes. La acumulación de agua en el terreno actúa como una esponja que, poco a poco, filtra el agua hacia los cimientos. Así, la humedad asciende por muros, pilares y paredes, deteriorando los materiales y debilitando la estructura.

A ello se suman las humedades por condensación, generadas en el interior de los hogares por actividades cotidianas como cocinar, ducharse o lavar. Este exceso de vapor de agua, combinado con el contraste térmico entre interior y exterior, favorece la aparición de moho, hongos, manchas negras en esquinas y cristales empañados. Incluso puede deteriorar el mobiliario y generar riesgos en las instalaciones eléctricas.

Consecuencias para la salud

Aunque los desperfectos en la vivienda son preocupantes, las consecuencias más graves son las que afectan a la salud. Convivir con humedades en casa puede desencadenar o empeorar enfermedades como asma, sinusitis, alergias respiratorias y dermatológicas, cefaleas, dolores musculares o problemas reumáticos. Niños, ancianos y embarazadas son especialmente vulnerables a estos efectos.

Tipos de humedades más comunes en Euskadi

En regiones como Euskadi, las humedades por capilaridad son las más habituales. Se producen cuando los muros de las plantas bajas absorben agua del terreno por la ausencia de una barrera impermeable, como si fueran un terrón de azúcar.

También son frecuentes las filtraciones laterales en sótanos, garajes, bodegas y trasteros, donde el agua penetra de forma horizontal a través de los muros en contacto directo con la tierra. Por último, la condensación afecta de manera generalizada a los hogares mal ventilados, dejando huella en forma de moho, manchas y malos olores.

Una amenaza silenciosa para los edificios

Más allá de los problemas visibles, las humedades comprometen la seguridad de los inmuebles. El agua genera procesos de corrosión y oxidación en las estructuras metálicas de muros y cimentaciones, debilitando progresivamente los materiales hasta el punto de provocar un posible colapso estructural.

Soluciones definitivas de la mano de expertos

Ante este escenario, la prevención es clave. Murprotec, multinacional líder europea en el tratamiento definitivo de humedades estructurales, recomienda realizar un diagnóstico profesional antes de que las inclemencias meteorológicas agraven los problemas.

Con más de 70 años de experiencia en Europa y un recorrido de 25 años en el territorio nacional, la compañía ofrece tratamientos exclusivos y patentados y una garantía de hasta 30 años. Los especialistas de Murprotec eliminan de raíz cualquier tipo de humedad tras un análisis exhaustivo y gratuito de cada caso.

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