Ramiro González repasa algunas de las cuestiones más candentes de una economía alavesa cuya fortaleza le ha permitido responder con solvencia a los retos de la pandemia y los conflictos bélicos de Europa y Oriente Medio. El contexto actual de incertidumbre es el momento adecuado para profundizar en la transición industrial «a través de la descarbonización y la digitalización», sin olvidar el apoyo al empleo y a las personas más vulnerables.
¿Cuál es el estado de salud de la economía Alavesa tras dejar definitivamente atrás los efectos más negativos de la pandemia?
En una situación a nivel mundial de incertidumbre muy marcada después de la pandemia por la invasión de Ucrania y la crisis de Gaza, la economía alavesa ha sabido responder con fortaleza. Durante el último año hemos profundizado en la recuperación económica y los datos de exportaciones, de producción industrial y sobre todo, los de empleo, son buenos. La economía alavesa y sus empresas gozan de buena salud.
La Diputación cuenta este año con un presupuesto récord de 666,8 millones de euros. ¿Qué objetivos se han marcado?
Estamos en un momento de incertidumbre a nivel mundial, pero también de oportunidad. El reto de la Diputación Foral de Álava es aprovechar ese momento de oportunidad para abordar las grandes transformaciones que se están produciendo, impulsar nuestra industria y seguir liderando la economía para garantizar una buena calidad de vida a los alaveses. De esa manera, profundizaremos en la transición industrial a través de la digitalización y la descarbonización, en la lucha contra el cambio climático y seguiremos avanzando en una política de cuidados mucho más centrada en las necesidades de las personas.
¿Qué beneficios tendrá para el territorio la deflactación del 2,5% en el IRPF?
El beneficio fundamental es para las familias, que van a disponer de una mayor capacidad económica, y eso también incidirá en el consumo y, de esa manera, en nuestras empresas y en el impulso a nuestra economía.
Se está viendo cómo los conflictos internacionales tienen efectos colaterales en el canal de Suez. ¿Le preocupa su impacto en el suministro de materias primas, como se ha visto en Michelin?
Llevamos desde el año 2020 sufriendo sucesivas crisis. Tras la de la Covid-19, tuvimos la provocada por la invasión de Ucrania y ahora estamos viviendo los efectos del conflicto en Oriente Medio. Álava ha sido capaz de dar respuesta a esas crisis. Nuestras empresas están preparadas para afrontar situaciones de dificultad y, aunque es evidente que en este momento nos está afectando esta situación y está afectando a algunas empresas en especial como Michelin, yo confío en esa capacidad y en que serán capaces de tomar las decisiones necesarias, oportunas y más acertadas para paliar esos efectos.
«Nuestras empresas pueden afrontar las consecuencias del conflicto en el canal de Suez»
¿Qué cantidad de suelo industrial tiene el territorio para acoger futuras empresas y mantener la competitividad?
Hay cada vez más demanda de suelo industrial por parte de empresas que quieren instalarse en nuestro territorio. Álava es tremendamente atractiva para la inversión y para la generación de actividad económica y empleo. Tenemos la necesidad, y lo he dicho varias veces, de generar más uso industrial y, especialmente, de buscar parcelas grandes que puedan acoger importantes proyectos. Se está trabajando en el plan general de ordenación urbana de Vitoria-Gasteiz, y yo tengo esperanzas y confío en que ese plan sea capaz de abordar esta necesidad, porque realmente es urgente. Álava necesita de más suelo industrial, y creo que es perfectamente compatible esa mejora en el posicionamiento industrial a través de la disposición de suelo con el mantenimiento del carácter agrícola que tiene nuestro territorio. Podemos compatibilizar esos dos sectores como lo hemos hecho hasta ahora durante nuestra historia.
¿Qué tipo de ayudas ponen a disposición de las empresas para que afronten la digitalización y la transición energética, y para los emprendedores?
Álava dispone tradicionalmente de líneas de ayudas para nuestras empresas, especialmente para las más pequeñas, y lo que estamos haciendo durante estos últimos años es orientar esas líneas de ayuda tradicionales hacia las necesidades reales en este momento. De manera que las ayudas que ya teníamos, como Álava Emprende o Álava Innova, estamos redirigiéndolas para que aborden los grandes retos que tiene el territorio, incidiendo, por ejemplo, en la digitalización, que creemos que es fundamental para el futuro de nuestra economía.
Ayudas al empleo
Jóvenes, mujeres y mayores de cincuenta años son los colectivos que tradicionalmente tienen más dificultades para encontrar empleo. ¿Cómo se les apoya desde la Diputación?
La Diputación tiene múltiples instrumentos para intentar ayudar a la empleabilidad de las personas que más dificultades tienen para encontrar empleo.
Tenemos instrumentos como la formación dirigida a las necesidades concretas de las empresas, hemos avanzado mucho los últimos años en programas formativos que ayudan a encontrar empleo, ofrecemos ayudas directas a la contratación con especial incidencia en los colectivos que más dificultades tienen y contamos con las lanzaderas de empleo. Somos conscientes de que aun acercándonos al pleno empleo sigue habiendo colectivos concretos que tienen una empleabilidad más difícil. Nuestras ayudas y programas se dirigen especialmente hacia esos colectivos.
¿Los parques eólicos y solares proyectados convertirán a Álava en una potencia en energías limpias?
Álava es un territorio fundamentalmente industrial, ya que más del 32% de nuestra economía depende de la industria. Estamos en posiciones de liderazgo en Europa en ese sentido. Eso es lo que nos da realmente calidad de vida y riqueza. Si queremos seguir siendo una fortaleza industrial, además tenemos que adaptarnos a la transformación de la industria, especialmente a la de la automoción con la llegada del vehículo eléctrico. Eso nos va a obligar a multiplicar la producción de energía eléctrica. Y tenemos que hacerlo además de forma compatible con el mantenimiento de un primer sector y de una biodiversidad que son fundamentales para la Diputación Foral de Álava. Yo confío, creo y espero que durante los próximos años seamos capaces de afrontar este reto con un incremento significativo y con una multiplicación de los proyectos de energía renovable, de manera que podamos abordar esta transformación y seguir siendo líderes en industria, porque esa es la manera de ser líderes también en calidad de vida.