CREA Rehabilitación: «He recuperado la alegría»

Un paciente de CREA cuenta su experiencia al cumplirse once años del inicio de su tratamiento de adicción

Voy a ser adicto el resto de mi vida. Pero ahora sé cuidarme. Se cumplen once años de mi ingreso en una clínica de desintoxicación de Barcelona. Mi tratamiento empezó el 28 de noviembre de 2014. Tenía 41 años entonces. Ahora tengo 52.

La adicción es la única enfermedad en la que el paciente se niega a tratarse. Fue mi caso. Por muchos problemas que me traía el consumo, yo seguía dando largas a mi familia y amigos. Era evidente que yo estaba mal y necesitado de ayuda. Pero no era capaz de aceptarlo. Esto ocurría porque no concebía vivir sin drogarme. Sentía que era una muleta. Para pasarlo bien, socializar, ligar, trabajar, perder miedos, complejos… al menos, al principio. Luego consumes por pura necesidad.

Distorsión y autoengaño

Los adictos negamos la mayor. Hay mucha distorsión y autoengaño. Mis problemas a causa del alcohol y la cocaína iban a más. Estaba físicamente mal y mentalmente derrotado. Deprimido, enfadado, con baja autoestima y mucha ansiedad, hasta el punto de no descansar por la noche, tener mareos y sufrir ataques de pánico.

Quizás lo más duro era no poder compartir ese sufrimiento con nadie. ¿A quién vas a contar lo que te pasa si la vergüenza y la culpa te superan? ¿Cómo vas a pedir ayuda si sientes que necesitas seguir consumiendo a pesar de todo? Yo llegué al tratamiento gracias a la firmeza de mi familia. Han pasado once años. Hoy soy una persona nueva.

No consumo ninguna droga y he recuperado la alegría. Por una vez, hago lo que quiero de verdad. Desde que bebí alcohol por primera vez hasta que llegué al tratamiento, pasaron 28 años. Durante ese tiempo, estuve condicionado por la enfermedad de adicción. Hoy, en cambio, tomo yo las decisiones, desde la serenidad.

Bienestar y salud

Soy consciente de mi condición. Sé que tengo que cuidar la adicción el resto de mi vida. Pero no es ninguna losa, al contrario. Mi bienestar y mi salud son lo primero. Me siento un privilegiado, por saber qué enfermedad tengo y cómo debo tratarla. Y esto es gracias a las terapias. Es triste, pero solo un porcentaje pequeño de los adictos hacemos tratamiento.

Esto se debe a la resistencia propia de la enfermedad y al estigma. Se sigue viendo la adicción como un vicio, cuando, en realidad, es una enfermedad grave de salud mental, así reconocida por la OMS. Un trastorno de salud mental que requiere tratamiento: médico, psicológico y terapéutico.

Cercanía y familiaridad

Estoy muy agradecido a todas las personas (familia, terapeutas, compañeros, amigos) que supieron ayudarme. Y a CREA, un centro que sabe cómo tratar la adicción desde la profesionalidad más absoluta, pero también desde la cercanía, la familiariad y el cariño.