Tras cerrar un 2024 «muy positivo», la economía alavesa se enfrenta a un contexto en el que confluyen las políticas arancelarias de Estados Unidos y la transformación de la automoción, un sector clave para el territorio. Frente a estos desafíos, en el horizonte despuntan el Centro de Fabricación Avanzada y el EDA, «dos proyectos que están contribuyendo a mejorar nuestro posicionamiento, tanto en la industria del automóvil como en el mundo del vino», destaca Ramiro González.
¿Qué previsiones maneja para este año desde el punto de vista económico?
Partimos de un año, el 2024, que ha sido muy positivo desde la vertiente económica e industrial para nuestro territorio, lo que ha supuesto también la generación de empleo. Hemos llegado a las cifras más altas de empleo de toda nuestra historia. Tenemos más personas trabajando que nunca y con unas condiciones laborales que en líneas generales son buenas. Por todo ello, la sociedad alavesa hoy en día tiene una gran fortaleza económica y tiene ante sí retos importantes de cara al futuro. Uno de ellos es la transformación de su estructura económica. Somos un territorio fundamentalmente industrial, muy dependiente de la industria del automóvil, un sector que está en pleno proceso de transformación. Es un reto para el conjunto de nuestra sociedad acertar en este proceso de transformación y en saber cómo acompañarles desde las instituciones. A la vez, avanzamos en la diversificación de nuestra estrategia productiva.
Otro problema relevante es el envejecimiento, lo que conlleva la necesidad de dotar cada vez de más recursos a las políticas sociales. Y luego tenemos el reto del talento. Es crucial poder disponer de talento suficiente para mantener nuestra industria. Creo que es importante que seamos todos y todas conscientes de este problema y que lo afrontemos desde todas las perspectivas, con políticas que impulsen la natalidad y que busquen mantener el talento aquí y atraer talento de otros países, como ha hecho la Diputación Foral de Álava recientemente con un viaje a México. Y por último, hay que seguir avanzando en el proceso de descarbonización y afrontar los desafíos que supone la lucha contra el cambio climático.
Guardian, Mercedes, Talgo... ¿Cómo encara las incertidumbres que afectan tanto a estas empresas como al comercio mundial?
Yo vengo trasladando últimamente una preocupación, anterior a la victoria de Trump, por la situación de incertidumbre que afecta a la economía mundial. Esta incertidumbre es especialmente relevante en el caso de un territorio tan industrial y exportador como es Álava. Por esta razón, especialmente Álava necesita una respuesta clara de las instituciones europeas, no solo respecto a los aranceles, que refuerce su papel. Tenemos a China y Estados Unidos con políticas muy definidas; son grandes potencias industriales. Y Europa en su conjunto también es una gran potencia industrial si trabaja unida y si refuerza ese carácter conjuntamente con decisiones firmes por parte de sus instituciones. Europa tiene una gran fuerza económica y la tiene que utilizar. Y la Comisión Europea debe adoptar medidas firmes y claras. Ya lo ha anunciado. Ahora hay que pasar de las palabras a los hechos. Nuestra industria está aguantando bien, pero en un momento de incertidumbre necesitamos que Europa se rearme, en el mejor sentido de la palabra. Que rearme su industria y su fortaleza económica.
La automoción es clave para Álava. ¿El Centro de Fabricación Avanzada garantizará el futuro de este sector?
La Diputación Foral de Álava está desarrollando a buen ritmo los proyectos incluidos en el programa de legislatura y que anuncié en el pleno de investidura de 2023. En el plano económico, los dos proyectos más importantes son el VAN, o centro de fabricación avanzada en automoción, y el EDA Drinks and Wine Campus. Son dos proyectos que están contribuyendo ya de forma muy importante a mejorar nuestro posicionamiento, tanto en la industria del automóvil como en el mundo del vino. Ambos proyectos estarán finalizados a lo largo de esta legislatura. El VAN entrará en funcionamiento durante este año 2025 y en el caso del EDA, aunque la finalización de la construcción de sus edificios tendrá lugar en 2027, también durante el año 25 comenzarán a producirse actividades asociadas a los mismos.