'Dietland', la revolución femenina con dosis de sátira mercantilizada

De fondo, un eje narrativo claro: la revolución feminista. En la forma, los alegatos que aputan en varias direcciones: la destrucción de los cánones de belleza femeninos basados en el culto al cuerpo, el empoderamiento de las mujeres, las inquietudes de las nuevas generaciones, la influencia de las creadoras de opinión y el grito contra los abusos. Sí, todo eso.

Ese ambicioso relato tiene como guía a Plum Kettle (Joy Nash). Ella se dedica a responder a las jóvenes lectoras de una revista de moda de Nueva York. Ella presencia los cádaveres de hombres acusados de agresiones sexuales que aparecen muertos en diversas circunstacias y cuya autoría es reivindicada por una organizacion que se hace llamar Jennifer. Ella tiene una jefa (Julianna Margulies) que la trata con desprecio al tiempo que intenta hacer oir su voz en un emporio absolutamente masculinizado. Ella se vuelve cómplice de Julia (Tamara Tunie), la responsable de belleza de la editoria y que intenta acabar con la industria desde dentro. Y ella, Plum, ES GORDA.

Los kilos de más son el eje de las vaivenes de 'Dietland', el de la crítica a una sociedad que expulsa a esas personas, las inadapta, o también el de la reflexión contraria , la de aceptar las normas y someterse a ellas. Y en ese juego también aparecen su madre, la inseguridad ante los ligues, y Verena (Robin Wigert), una suerte de guía, e hija de un gurú de dietas, por el mundo de aquellos que intentan recobrar la autoestima.

'Dietland' es la adaptación de una novela de Sarai Walker que con modesto éxito en su momento (2015) ha tenido un impulso tras el movimiento #MeToo. Al frente, una vieja conocida, Marti Noxon, cuyo nombre quizá no diga mucho pero sí que en su curriculum figura la despiadada 'unREAL' o incluso, tirando de archivo, 'Buffy, la cazavampiros'.

Aunque todo parece muy trascendental, que lo es, su acierto radica en el fino humor negro en el despertar de Plum, la heroína que se odia a sí misma. Una ironía mórbida desde la misma cabecera animada donde se puede ver una Plum versión avatar escalando una gigantesco helado hasta llegar a la cima y desplomarse gorda y demacrada.

Su acierto, la estructura narrativa. El espectador no llega a perdese a pesar acumular múltiples frentes. Los personajes están bien definidos y las dos actrices protagonistas (Nash y Margulies) sencillamente fantásticas. Pero ese viaje de furia feminista no alcanza a vislumbrar el destino, no llega (aún) a comprometerse decididamente.

Los primero pasos de la serie han sido provocativos, trágicos, mordaces e incluso cómicos. Pero también, inciertos. Ese tipo de ficciones que son un quiero y no puedo pero que queremos que acaben pudiendo y aún no sabemos si podrán o querrán pero que mientras lo averiguarmos la seguiremos viendos.

Amazon Prime estrena un capítulo de la primera temporada de 'Dietland' cada semana desde el 5 de junio de 2018