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Itziar Ituño protagoniza 'Ilargi guztiak. Todas las lunas', que inaugura el FANT bilbaíno. Mireya López
Itziar Ituño protagoniza 'Ilargi guztiak. Todas las lunas': «Hay que saber dejar las cosas en el punto justo para no cansar»

Itziar Ituño: «Hay que saber dejar las cosas en el punto justo para no cansar»

La actriz, que acaba de despedirse de 'La casa de papel', es una 'madre' vampira en 'Ilargi guztiak. Todas las lunas', segundo largometraje de Igor Legarreta que inaugura el FANT bilbaíno

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Jueves, 6 de mayo 2021

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Hace dos días que Itziar Ituño (Basauri, 1974) concluyó la quinta y última temporada de 'La casa de papel'. El «vacío» que dice sentir la protagonista de la serie española más vista de la historia no durará mucho. El 31 de mayo, la actriz comienza el rodaje de 'Intimidad', una serie de Netflix con Emma Suárez, Verónica Echegui y Patricia López Arnáiz, y el 14 estrena en los cines 'Ilargi guztiak. Todas las lunas', segundo largometraje de Igor Legarreta que inaugura este viernes el Festival de Cine Fantástico de Bilbao.

Rodado en euskera aunque también tendrá versión en castellano, este cuento ambientado en el País Vasco rural al final de la tercera guerra carlista convierte a la popular Lisboa en una 'madre' vampiro, que salva a la vida a la pequeña protagonista (Haizea Carneros) condenándola a una sed de sangre eterna. Legarreta firma una fábula vampírica poco habitual, que no busca el terror, sino una reflexión sobre la inmortalidad y el papel de la religión en una comunidad.

-Su personaje de 'madre' salva y condena al mismo tiempo.

- Es una mujer misteriosa, que vive en la noche. Hay un mito vasco, los 'gauekos', los seres de la noche. «Eguna egunekoentzat eta gaua gauekoentzat», dice el dicho. Era una consigna para no salir por la noche, porque tiene peligros, los seres de la noche te llevan. Esta mujer vive en las sombras, ni siquiera tiene un nombre, mi personaje era 'mujer'. Lleva tanto tiempo viva sobre la faz de la Tierra, en esa eterna noche, que ni ella misma se acuerda de su nombre. En un momento dado siente la necesidad de ser madre y se encuentra con un pajarito herido, Amaia. Y le pregunta si quiere que la salve. La salva y al mismo tiempo la condena a vivir eternamente en la noche.

-Es un cuento de vampiros diferente.

-Sí. No es una película para dar miedo. La metáfora va mucho más allá. Los protagonistas viven en sombras, escondiéndose del mundo, en soledad o en pequeñas manadas para apoyarse. Y se transforman en personas oscuras, que se alimentan de las guerras y de la muerte. La Historia pasa ante sus ojos y ellos permanecen allí. La película habla de muchas cosas: de la falta de libertad, del paso del tiempo... Mi personaje le regala ver todas las lunas a la niña. Y los ciclos lunares tienen que ver con los ciclos como mujer. Ese vínculo lunar me gusta mucho.

Vídeo. Tráiler de 'Ilargi guztiak. Todas las lunas'.

-En esta situación de pandemia que vivimos, cualquier película sobre vampirismo y contagios la vemos de manera diferente.

-Sí. Es bastante terrible lo que nos ha pasado este último año.Ahora nos está pasando el facturón y lo estamos asimilando a todos los niveles: emocional, económico... A mí me pilló curiosamente trabajando en una película de vampiros, que también habla de encierro, de no poder salir a la luz del sol.

-Usted pasó el covid en marzo del año pasado.

- Sí. Lo conté en mi Instagram porque veía que la gente andaba muy alegremente. Me han quedado secuelas. No he recuperado el olfato al cien por cien y he perdido bastante vista, aunque no sé si se debe al encierro o a las pantallas.

-Eso no le ha impedido trabajar sin descanso.

- No he parado.

-Habrá a quien le extrañe que participando en una serie de éxito global como 'La casa de papel' trabaje en producciones pequeñas: 'Alardea', 'Hil Kanpaiak'...

-A mí me gustan las historias y los personajes más que el presupuesto. Y me fijo en quién lo va a contar, en el estilo del capitán del barco. Quiero que la historia me sacuda por dentro. La vida me ha puesto en una tesitura en la que puedo elegir en qué trabajar. No planifico mi carrera, me guío por el corazón y la intuición más absoluta. No hay historias pequeñas, hay pequeños presupuestos.

-¿Cree que vamos a sacar alguna enseñanza de esta pandemia?

-Me gustaría creer que sí, pero no las tengo todas conmigo. Antes pensaba que sí, cuando salíamos al balcón a aplaudir a las ocho y preguntábamos a los vecinos qué tal estaban. Ese espíritu de cambio que sentíamos entonces se nos ha diluído, porque hemos vuelto a esta nueva normalidad extraña. Pero hay cosas que cambiarán. La gente ha tomado conciencia a nivel de salud de que hay que estar preparado por si viene otra pandemia. Paseamos más, estamos más en la naturaleza, nos recogemos antes... Yo nunca he cenado a las nueve y media de la noche. De pronto, nos hemos vuelto más caseros. Eso me da un poco de miedo, porque la vida está en la calle, en el tú a tú. Como perdamos eso nos va a entrar una depresión gigante.

Itziar Ituño en 'Ilargi guztiak. Todas las lunas'.
Itziar Ituño en 'Ilargi guztiak. Todas las lunas'.

- ¿Cómo se lleva estar en la serie española más vista de todos los tiempo?

- Imagínate que empiezas una serie para ocho meses y se convierten en cinco años. Ha sido muy emocionante cerrar esta última puerta y despedirse. Nos ha cambiado a todos la vida. Miro hacia atrás y se me pone un nudo en el estómago. Hace dos días dije mi última frase en 'La casa de papel'.

-¿Siente un vacío?

- Sí. Un cambio de ciclo. Dejo atrás a una familia. Nuestro trabajo es nómada.

-¿No ha acabado odiando a Lisboa?

- Para nada. Pero es verdad que hay que saber dejar las cosas en el punto justo para no cansar a la gente y no quedarte con el sambenito de ser siempre Raquel Murillo de por vida. Es hora de volar y empezar a hacer otras cosas.

-Tiene casi cinco millones de seguidores en Instagram. ¿No le agasajan las marcas para que haga publicidad? Ganaría un pastón.

-Mi Instagram lo llevo yo. Las marcas buscan un determinado perfil, y a mí no me han buscado excesivamente. Tampoco me paso la vida diciendo que no, esa es la realidad. La publicidad no me atrae porque mi perfil es muy personal. Influir de esa manera en la gente, vender un producto, me haría sentir rara. No lo juzgo, porque no sé si lo voy a hacer el día de mañana si tengo una oferta apasionante. La gente no es tonta, te sigue porque le gusta algo que has hecho. Cuando cuelgas otra cosa, no tienes los mismos 'likes'. La gran mayoría quiere que le cuente cosas de 'La casa de papel'.

- El 31 de mayo empieza a rodar en Bilbao 'Intimidad', una nueva serie de Netflix.

-Tiene muy buena pinta. Las protagonistas son mujeres, yo soy una política alcaldable a la que le salta un escándalo con un vídeo sexual al más puro estilo Olvido Hormigos y trata de defenderse del juicio público.

-¿Y los límites de la intimidad como los lleva usted?

-Huy, yo he experimentado que cada cosita que cuelgas hace que la gente sepa dónde vives, te buscan por Google Earth... Preservar tu intimidad es cada vez más difícil, andar tranquila sin que nadie sepa por dónde... Asusta un poco hacia donde vamos. Ese gran hermano que es internet, que permite esconderser en perfiles 'fake', es muy peligroso.

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