Cómo sumarte a la vida 'slow' y alejar el estrés del día a día

Este estilo de vida requiere de nosotros ganas de cambiar, de reducir la marcha, alejar el estrés y disfrutar más de las pequeñas cosas. El movimiento lento o 'slow' nació en Italia en los años ochenta del siglo pasado como reacción a la proliferación de establecimientos de comida rápida. Desde entonces, ha ampliado su radio de acción a muchos otros ámbitos más allá del culinario, hasta llegar a convertirse en una reivindicación global: hoy en día se habla de crianza lenta, de ciudades lentas, de lectura lenta ('slow reading') e incluso de sexo lento ('slow sex').

La ciencia ha demostrado que bajar el ritmo aporta muchísimos beneficios, desde aliviar el dolor crónico hasta reducir el estrés y aumentar nuestra sensación de felicidad, tal como explica Jennifer McCartney en su libro 'The Little Book of Sloth Philosophy'. Aun así, todavía hay muchas personas a quienes les cuesta tomarse tiempo para sí mismos y afrontar la vida con más tranquilidad. Además, en esta situación excepcional por el coronavirus, hemos podido comprobar que no hacer nada sigue estando mal visto. No en vano, la pereza es uno de los siete pecados capitales. «Hay tres palabras que son mi mantra y que me ayudan a tomar decisiones y a dirigir cada cosa que hago: la calma, el equilibrio y la belleza. Ante una determinada situación, me pregunto a mí misma si me va a generar calma, si está en equilibrio con mi vida y si me aporta belleza, no tanto a nivel estético, sino que me refiero a la belleza del momento, de las emociones...», reflexiona Ana en este vídeo realizado por Rubén Otero y presentado por la periodista y colaboradora de televisión Eloísa Patat para su magazine 'Desde Dentro', que emite en Instagram TV.