Las lentillas de fantasía pueden causar «daños irreversibles»
Las lentes de contacto son el complemento más inquietante de un disfraz terrorífico, pero pueden traer serias consecuencias para la salud ocular
Las lentillas de fantasía causan furor entre los jóvenes que desean ofrecer una imagen diferente, atrevida y divertida en Halloween. Son el complemento perfecto del disfraz más original y terrorífico, pero un mal uso puede traer serias consecuencias para la salud de nuestros ojos y causar «daños irreversibles». Porque no es lo mismo elegir una peluca que comprar, a menudo por internet, lentes fluorescentes, de ojos de gato, de zombi, de vampiro…. Los oftalmólogos alertan del riesgo que conlleva un uso inadecuado de las lentillas. La venta de este tipo de lentes por internet, en bazares o en tiendas sin la supervisión de un especialista está ampliamente extendida, pese a que la legislación española la prohíbe por tratarse de productos sanitarios. Además, muchas veces, los consumidores no saben cómo usar lentes de contacto, se basan en tutoriales y lo hacen de manera esporádica. Por todo ello, desconocen que «es un producto sanitario de adaptación individualizada y deben cumplir los mismos requisitos que las lentillas graduadas», aclara la doctora Bárbara Berasategui, oftalmóloga del Instituto Clínico Quirúrgico de Oftalmología (ICQO).
El uso incorrecto de las lentes de contacto, sin supervisión de un especialista, puede provocar que ésta no corresponda con el radio de curvatura en el ojo. Se crea un efecto de vacío. De ventosa, impidiendo que entre oxigeno, la conocida como hipoxia corneal. Otro riesgo, muy grave, es cuando la lente está contaminada. «Hay veces que los usuarios no las limpian bien, o se les cae y la limpian con agua para volver a usarla. Esto es un gran error. Con esto, se puede producir una queratitis bacteriana que puede degenerar en una ceguera», afirma la doctora Bárbara Berasategui.
En general, las lentillas han supuesto un gran avance y hoy en día ayudan a millones de personas en su vida diaria y les aporta calidad de visión y comodidad. Pero sus ventajas no pueden hacernos olvidar los cuidados que se deben aplicar al utilizarlas y los riesgos que entrañan. «Por ejemplo, las lentillas causan alteraciones en la lágrima y con los años se puede desarrollar un ojo seco», apunta la Dra. Berasategui. El uso de lentillas es hoy por hoy la causa más frecuente de infecciones en la córnea en el mundo occidental y estas infecciones pueden ser muy graves. Gestos como bañarse o ducharse con las lentes de contacto puestas, dormir con ellas, usar agua para limpiarlas o guardarlas, utilizar durante demasiado tiempo el estuche portalentillas o usar lentes de contacto caducadas, puede resultar muy peligroso. Lo habitual es que el usuario de las lentes por problemas de visión conozca estos cinco errores que el usuario esporádico suele desconocer.
Como señala en ese sentido la especialista, «las lentes cosméticas exigen el mismo nivel de atención y consideración que las lentes de contacto por problemas de visión, dado que se puede causar un daño ocular permanente por su mal uso o un mal mantenimiento. Cualquier lente de contacto es un dispositivo que necesita 'receta médica' y un ajuste e indicaciones adecuadas por parte de un profesional del cuidado de la vista. El problema es que –continúa-, que hay quien las vende y los usa como si fuesen cosméticos y no lo son».
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Errores que hay que evitar:
-Dormir con las lentes de contacto puestas: Los oftalmólogos recomiendan no hacerlo. La córnea, la capa exterior del ojo sobre la que se deposita la lente de contacto, es una membrana que necesita oxígeno, por lo que es importante que la lentilla deje pasar la mayor cantidad de oxígeno hasta el ojo. Al dormir con las lentes de contacto, se multiplica el efecto barrera que ocasiona la lentilla. «En el mejor de los casos el paciente solo sufrirá algo de irritación y un cierto malestar al levantarse por la mañana» señala la oftalmóloga del ICQO. «En el peor le puede provocar una infección grave», advierte.
- Limpiar las lentes de contacto con agua: Si no son lentillas desechables, límpialas en cuanto te las quites. Pero hay que tener en cuenta que lo conveniente es utilizar soluciones y líquidos adecuados. Y es que el microorganismo presente en el agua, lagos, piscinas etc, también lo está en el agua del grifo, por lo que limpiar las lentillas con esta agua es una ventana abierta a que se produzca una infección.
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Algunas recomendaciones:
- Acudir a un oftalmólogo y a un óptico–optometrista para una prescripción y adaptación adecuadas.
- Lavarse siempre las manos antes de manipular las lentes de contacto.
- Las lentes cosméticas suelen utilizarse como complemento de otros productos de belleza como el maquillaje, por lo que deben colocarse antes del maquillaje y retirarse tras el maquillaje.
- Limpiar las lentes de contacto con cuidado y regularidad. Frotarlas con los dedos y aclararlas concienzudamente antes de sumergirlas en la solución por la noche.
- Guardar las lentillas en un portalentes adecuado y reemplazarlo al menos cada 3 meses. Limpiar el portalentes después de cada uso.
- Utilizar solo los productos recomendados por el especialista para limpiar y desinfectar las lentes.
- Seguir los parámetros de reemplazo de las lentes prescritos por el profesional.
- Acudir al especialista para una revisión ocular y de sus lentes de contacto.
