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Vuelve la suela de toda la vida para andar en tacones por el Casco o en botas por el Gorbea
En su búsqueda de la comodidad, la industria de la moda comienza a hacer uso de Vibram, la icónica suela italiana que desde hace 80 años se utiliza para el calzado de montaña
Pregunta rápida ¿qué tienen en común los pies de gato que utilizó Alberto Ginés para lograr su oro olímpico en escalada, las botas que lució James Bond en su última película y los espectaculares tacones Heeled Toe de Balenciaga? No es ni la marca, ni el color, ni tan siquiera el diseño. Es algo tan aparentemente sencillo como la suela. Sí, en pleno siglo XXI, las grandes empresas de moda de todo el mundo por fin han reparado en su importancia. Vistas en muchas ocasiones como algo meramente estético, la conclusión es clara: la suela es lo que separa a un calzado mediocre (por muy colorido y moderno que sea) de uno sobresaliente.
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La firma Vibram no es ni mucho menos una recién llegada. Esta casa italiana, fundada en 1937, es una vieja conocida de escaladores y alpinistas, y ha acompañado al montañismo a lo largo de los últimos 80 años. Ha sido testada en las cimas más altas del mundo, así como en las escaladas más exigentes realizadas hasta el momento, en tranquilas caminatas y en rocódromos de ciudad. Desde su sede en la región de Lombardía, expande sus suelas en los cinco continentes, con una especial presencia en ámbitos como la moda, el calzado de uso industrial, el terreno militar y los cuerpos del estado. Su núcleo se centra en la producción de suelas para terceras marcas, aunque también fabrica modelos de diseño propio.
Hoy, podemos decir que Vibram ha bajado «desde las alturas» a la tierra. Poco a poco se ha acercado al común de los mortales, dando el salto al 'streetwear', aunando diseños novedosos con la suela más testada del planeta. Las marcas que se han dejado seducir por su suela de caucho de alta calidad se cuentan por docenas: la omnipresente Vans, National Geografic, New Balance, la española Chiruca, Merrell, La Sportiva, la catalana Garra, Arc´teryx, las exclusivas Danner Boots o incluso modelos de Balenciaga para mujer, con tacón incluido.
¿Qué ha podido llevar a estas marcas, tan instauradas y con tanto renombre, a querer fabricar sus zapatillas con esta suela? Fácil, es la confianza que Vibram lleva generando - desde sus inicios - en deportes de alto riesgo, donde el calzado juega un papel esencial en el logro de objetivos. Resulta tan obvio que muchas veces no le damos la importancia que debería, pero la suela es la única parte que está en contacto con el suelo. Los beneficios que ofrece son claros: máxima adherencia y tracción en la pisada, una gran resistencia al desgaste y a la abrasión en diferentes superficies y terrenos; y un gran rendimiento en climas húmedos y fríos gracias a su transpirabilidad e impermeabilidad. También es ideal para climas cálidos, ya que se trata de un compuesto ligero, y altamente flexible, que permite un rendimiento superior en cualquier condición.
Lo mismo que a lo largo del tiempo Gore-tex cambió el paradigma a la hora de seleccionar el calzado, calando en el imaginario popular como sinónimo de impermeabilidad y transpirabilidad ante los lluviosos otoños e inviernos del norte, Vibram sigue su estela. Ambas marcas dotan al zapato de un valor añadido que definitivamente cambia la balanza a la hora de realizar un desembolso, pues se convertirán en un 'must' para el consumidor en los próximos años.
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Si tras casi un siglo sigue siendo una marca de referencia es porque mantienen un trabajo continuo en la perfección de las suelas (atrás quedaron las primeras suelas vulcanizadas con materiales facilitados por la fábrica Pirelli), y ya cuenta con cerca de 20 modelos diferentes que se adaptan a cualquier necesidad. En la actualidad, la empresa trata de lograr una reducción de sus emisiones de carbono, trabajando en una suela más Eco que se está testando en rocódromos de toda Europa. Por otra parte, están desarrollando un proyecto piloto en la ciudad de Milán donde la gente puede acudir a resolar sus zapatillas con suelas Vibram de la mano de artesanos del oficio, bien sean sus botas de monte, las zapatillas de correr o esas deportivas que tanto les gustan y quieren salvar a toda costa. Una compra eco es buena, pero la reutilización siempre es mejor.
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