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Yeray, el frutero bilbaíno que triunfa en TikTok: «Soy vergonzoso, pero quiero acercar a los jóvenes los comercios de barrio». Mireya López

Yeray, el frutero bilbaíno que triunfa en TikTok

Yeray, el frutero bilbaíno que triunfa en TikTok: «Soy vergonzoso, pero quiero acercar a los jóvenes los comercios de barrio»

Este joven de 29 años, que trabaja en la frutería de su tío en La Peña, vence su timidez con simpáticos vídeos en esta red social para luchar contra «el peligro de extinción» en el que se encuentran las tiendas de toda la vida

Silvia Andrés

Lunes, 17 de febrero 2025, 19:53

Hace unos días, un frutero bilbaíno se hacía viral explicando en TikTok por qué las fresas de Marruecos son más baratas que las de Huelva. ¿Pero qué historia hay detrás de este joven de 29 años con más de 5.500 seguidores en la popular red social? ¿Cómo llega una frutería de barrio a plantearse dar el salto a las nuevas tecnologías? «La Frutería Alfaro de La Peña tiene más de 35 años y la lleva mi tío. Como en un par de años me la quedaré yo, durante las vacaciones de verano de 2023 estuve pensando en cuál sería la mejor forma de llegar a más gente, llamar la atención y dar a conocer nuestros productos», explica Yeray, conocido en TikTok como 'frutero de barrio'.

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La respuesta a esa inquietud la encontró en la famosa red social china, que cuenta actualmente con más de 1.600 millones de usuarios en el mundo, sobre todo, jóvenes. «Precisamente, uno de los principales objetivos era acercar la frutería a la gente joven, para que estén al tanto de las novedades y sepan más sobre cada fruta de temporada. Los chavales de hoy en día cuidan cada vez más su alimentación y hacen más deporte», asegura. La decisión estaba tomada y empezó a subir historias hace ya año y medio, «la verdad es que sin mucha expectativa», pero poco a poco los seguidores fueron creciendo y empezaron a llegar personas de otros barrios y de otros pueblos para comprar en esta frutería ubicada en el número 47 de la calle Zamakola. Y hasta recuperó clientes del barrio que habían dejado de ir. Pero es que la Frutería Alfaro ha llegado incluso a otros países gracias a Internet. «Una vez pasaron a conocernos unos seguidores que venían desde Dax, en Francia. ¡Me quedé alucinado!», confiesa.

Mireya López

Sin duda, el salto a TikTok está suponiendo un punto de inflexión en la experiencia de Yeray como frutero, una profesión que comenzó hace ya 10 años. «Terminé de estudiar una FP de instalaciones eléctricas, pero la verdad es que aquello no me hacía muy feliz. Me surgió la oportunidad de trabajar aquí y estoy muy contento desde entonces». A Yeray le encanta su trabajo, desde ir a MercaBilbao cada mañana e intentar buscar el mejor precio hasta el trato con la clientela. Y, por supuesto, hacer los vídeos para TikTok. «Aunque no lo parezca, soy muy vergonzoso y por eso intento que me grabe siempre Zuriñe, la chica de la zapatería de al lado. Así me sale más natural. Aunque si no puede, algunas veces también le digo a algún cliente», comenta riendo. De hecho, en uno de sus vídeos más populares, que supera las 88.000 visualizaciones, charla con su clienta Marisa sobre los tomates rosas de Conil de la Frontera.

Venta tradicional

Para Yeray, TikTok es una herramienta más para luchar contra «el peligro de extinción» en el que se encuentran los comercios de barrio. Otra herramienta fundamental es la cercanía con la gente, algo característico de los negocios de toda la vida. «Aquí se formaban grandes colas, recuerdo que había gente que tenía que esperar hasta 100 números para ser atendida y ha habido hasta siete dependientes». Quizá ahora sea imposible llegar a tanto, «han cambiado mucho los hábitos de compra», pero tiene claro que no va a renunciar ni al trato cercano, ni al cuidado del género ni a la venta tradicional. Y es que en la Frutería Alfaro la venta de frutas, verduras y conservas es directamente de la mano del frutero, nada de autoservicio. «Es tan importante como ofrecer un trato directo y cercano, aquí nos conocemos todos. Me gusta charlar y conocer a la gente, hacerles reír y llamar a todos por su nombre». '¡Ahí viene mi Sofi!', '¿Qué tal, Arantxita?', son frases que Yeray pronuncia habitualmente desde el otro lado del mostrador.

Yeray posa junto a una clienta. Mireya López

Una práctica que él mismo veía cuando, de pequeño, pasaba por la frutería familiar. Aunque, curiosamente, no se volvió muy aficionado a la fruta hasta que empezó a trabajar en el negocio. «No tengo una preferida, suelo comer las frutas de temporada. Aunque sí que tengo cierta debilidad por las picotas o las mandarinas», confiesa. Lo mismo ocurre con su clientela, que suele decantarse también por las frutas propias de cada época. Ahora, por ejemplo, tienen mucha salida las fresas. «A mí particularmente me gusta más la fruta del verano. La frutería se llena de color y hay mucha variedad: melones, sandías, melocotones... En general, la gente es frutera a lo largo de todo el año», explica.

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Aunque todavía queda tiempo para que Yeray asuma el relevo de la mano de su tío, su cabeza no para de pensar para seguir 'revolucionando' su pequeña frutería de barrio. Por un lado, le gustaría hacer vídeos de TikTok con más asiduidad y, por otro, no descarta lanzarse a los pedidos 'online' para clientela cercana, para que el producto pueda llegar en perfectas condiciones. «Mientras tanto sigo con mis vídeos, porque no dejo de sorprenderme. Me hace gracia, porque cada vez me reconoce más gente por el barrio y me dicen que ven mis vídeos. ¡Y hasta me ha pasado fuera de Bilbao! Fui a pasar un fin de semana a Santo Domingo de la Calzada y me reconoció una panadera. Así de lejos está llegando la Frutería Alfaro».

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