Los bolsos más estilosos se hacen en una casa del Puerto Viejo de Algorta

Begoña Díaz creció rodeada de retales, hilos y bocetos. «Tenía una vecina que elaboraba prendas y hacía arreglos. Me gustaba mucho estar con ella», recuerda. Así, desde muy pequeña cultivó una fuerte pasión por el diseño de moda. «Empecé a recibir clases de corte y confección a los 12 años», indica. Y pese a que abandonó aquellas lecciones unos pocos meses después, esta erandiotarra de 45 años, afincada en el Puerto Viejo de Getxo desde hace más de dos décadas, siempre ha mantenido una gran visión creativa. «Seguí aprendiendo de forma autodidacta. Nunca me dediqué profesionalmente a esto, pero en el poco tiempo libre que me dejaba el cuidado de mis cuatro hijos y los diferentes trabajos que he tenido a lo largo de mi vida, confeccionaba algunas prendas para mí y otras para niños. Más que una afición es una pasión», asegura.

Pero en el año 2015, Begoña dejó de lado el diseño infantil para crear unas originales fundas para tablas de surf. «Todo surgió durante una conversación con un amigo mientras tomábamos algo. Él estaba recordando que su madre le hacía las fundas de sus tablas con telas cuando era joven; y claro, como sabía que yo cosía, me preguntó: ¿Por qué no me haces una? Y le confeccioné una para él», cuenta. De hecho, aquel estuche para la tabla tuvo mucho éxito y enseguida, amigos y conocidos le pidieron más. Hasta el punto de que se convirtieron en el complemento para la tabla de surf más solicitado en el municipio costero.

De esta manera, nació 'Wild Waves' (que significa olas salvajes en inglés), su propia firma de fundas para las tablas. «Para mí ese nombre representa la libertad porque, al final, siempre es salvaje», confiesa. Pronto, en la marca también empezó a ofrecer unos bolsos muy estilosos que creaba por encargo. «También gustaron mucho», admite sonriente. Y así, el salón de su casa, en el Puerto Viejo de Getxo, se convirtió en su taller. «Ahí tengo las dos máquinas de coser que utilizo para dar forma a las fundas de las tablas y a los bolsos. Tengo todos los retales que selecciono de forma exhaustiva en mercados y tapicerías en un pequeño rincón. Los corto en la mesa del comedor, que como somos muchos en casa, es grande», cuenta. Se trata de un proyecto que le apasiona y le permite conciliar el cuidado de sus cuatro hijos y tratar de lograr sus metas profesionales. «Eso sí, hacerlo todo no es una tarea sencilla. Empiezo a trabajar a media mañana, después de dejar al más peque en la guardería, sigo durante el día cuando tengo un rato y muchos días me paso horas cosiendo hasta la madrugada», precisa.

Begoña dio un paso más en su proyecto más personal en enero del 2020: «Hice un curso de emprendimiento que ofrecía Getxolan, el Servicio de Promoción Económica del Ayuntamiento de Getxo, para profesionalizar el negocio. Llevaba mucho tiempo con esto en mente, sabía que este mundillo me encantaba y consideraba que era el momento perfecto para llevarlo a cabo, solo que no me atrevía. Así que durante el confinamiento estuve ideando el plan». Pero en aquellos meses vivió sumida en la incertidumbre: «No sabía qué iba a pasar, si iba a poder salir adelante o no».

Finalmente, todo salió bien y Begoña se metió «de lleno» en su firma. En su taller, da forma a unas fundas para tablas de surf hechas con telas diferentes, desde el 'animal print' hasta motivos florales. «Son impermeables», indica. Por otra parte, sus accesorios, desde bolsos o mochilas hasta carteras, están elaborados con linos naturales y tejidos de tapicería. Además, cuentan con asas de piel de vacuno teñido con corteza de árbol. Sus diseños son sobrios y no siguen las tendencias. «Los materiales son de calidad, están hechos para perdurar en el tiempo, así que quiero que mis clientas puedan utilizar mis artículos más de una temporada», indica. Y podemos decir que estos accesorios son 'una caja de sorpresas': por fuera tienen colores atemporales, pero por dentro, cuentan con una tela de 100% algodón muy atrevida. ¿Y lo mejor? ¡Son reversibles! «De esta manera, tienes dos opciones en un mismo bolso», presume. El mar forma parte fundamental del ADN de la firma y, por ello, Begoña admite que sus piezas cuentan con una «inspiración con olor a salitre».

Esta amante de la costura no saca al mercado una colección cada estación, sino que va elaborando sus piezas mientras las va vendiendo: «Son exclusivas. Muchas veces con la misma tela solo puedo hacer dos unidades». En ocasiones, el proceso de diseño comienza cuando tiene la tela entre sus manos: «Es ahí cuando me viene el modelo a la cabeza». Otras, sin embargo, puede estar hasta dos días para que todos los elementos combinen a la perfección. «Digamos que el proceso es un poco loco», suelta a carcajadas.

En 'Wild Waves', Begoña da la opción de que el cliente pueda personalizar el artículo: «Ya sea una funda para la tabla de surf con una frase o un bolso con sus iniciales. Si me dice qué diseño quiere, yo se lo hago sin problema». Desde hace dos meses, sus bolsos y sus fundas para tablas de surf se pueden adquirir a través de su página web. «Mis artículos estaban gustando mucho y quería que llegaran todavía a más gente», admite. Dicho y hecho. A esta vizcaína le han llegado pedidos de sus complementos desde diferentes municipios del País Vasco hasta Asturias o Madrid. Y no solo eso, sino que personas de otros puntos del mundo, como California, el paraíso para los surferos, se han interesado por sus inconfundibles estuches para las tablas. Los bolsos de esta vizcaína, cuyos precios van desde los 50 euros hasta los 90, tienen un público amplio: «Lo mismo los compran amamas de 80 años que una persona joven. A las amatxus, por ejemplo, les gusta mucho la mochila, porque es más vestida de las que estamos acostumbradas a ver. Y la verdad es que las compradoras siempre repiten».

Sus accesorios no solo se pueden comprar a través de su tienda online, ya que esta vizcaína suele asistir a diferentes 'markets' que reúnen a diseñadores de nuestro territorio. «Los últimos han sido 'The Sunday Market', que tuvo lugar el pasado domingo en el Parque de Doña Casilda, y 'Getxo Pop Up Store', en el Salón de Actos del Hotel Igeretxe. Próximamente, me gustaría ofrecer mis artículos en otros eventos en Madrid», cuenta. Y en unas semanas, Begoña sorprenderá con unos modelos de bolsos nuevos elaborados en lino francés y «con una amplia variedad de colores perfectos para el verano: desde ocres a azules». «Tendrán que estar muy atentas a mi cuenta de Instagram, porque van a volar», adelanta. Su ilusión es que algún día su taller salga de su casa para ocupar un local a pie de calle, en el que los clientes puedan pasarse para elegir la forma y el tejido de sus accesorios. De mientras, el mundo de la moda y el surf se dan la mano en el Puerto Viejo de Algorta. Artesanía y mimo a un paso del mar.