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Una tienda en Bilbao con ropa para hombre y mujer que refleja el estilo de sus propietarios. Luis Ángel Gómez
Tiendas en Bilbao

Ni flecos, ni volantes: así es la tienda de estos dos amigos en Bilbao La Vieja

La sensibilidad para la moda de Nere Landa y su capacidad para combinar prendas han conseguido que Mongolia, el comercio que creó con Ekaitz Ormatza en 2014, haya cautivado a los vecinos de la capital vizcaína

Viernes, 12 de noviembre 2021

La crisis de 2008 supuso un antes y un después en la trayectoria profesional de Nere Landa, que llevaba dos décadas dedicándose al diseño de interiores. «Fue una etapa complicada, cambió la relación con los clientes, me quemé y lo dejé», recuerda. Amante de la estética en todas sus vertientes y de los «trapitos desde niña», esta emprendedora bilbaína de 49 años decidió levantar en 2014 la persiana de Mongolia, su propio comercio de moda situado en la calle Arechaga número 2, en Bilbao La Vieja. «Todas mis amigas siempre me decían: 'deberías abrir una tienda'. Terminé haciéndoles caso», bromea. Nere encontró en Ekaitz Ormatza, un bakiotarra de 46 años y uno de sus mejores amigos, el cómplice perfecto para construir el negocio de sus sueños. «Él tenía experiencia en el mundo 'retail', siempre me ha orientado. Si no le llamaba todos los días... lo hacía uno sí y otro no», cuenta entre risas. Desde entonces, los diseños para hombre y mujer de este singular comercio, que se ha convertido en una extensión de sus creadores, se han convertido en objetos de deseo en la capital vizcaína.

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Luis Ángel Gómez

Nere es el alma de la tienda. Su sensibilidad por la moda se traslada a la ropa que cuelga en sus percheros. Una estética cambiante que no se rige por las tendencias y que siempre ha mantenido ese toque especial a pesar del paso del tiempo: «No te puedo hablar de un estilo concreto, pero sí de lo que no me verás puesto, ni encontrarás en la tienda: flecos, volantes y prendas entalladas», admite. Entre su selección de piezas, hay espacio para los patrones ligeramente 'oversize', el 'brilli brilli' en su justa medida y los 'prints' más exagerados. «Soy muy exigente. La mayoría de los estampados que veo no me gustan, porque hay que tener mucho cuidado, no todos valen», añade.

Luis Ángel Gómez

Las prendas que cruzan la entrada de Mongolia deben cumplir un requisito fundamental: emocionar a la dueña. «Puede sonar algo superficial, pero me suele pasar con las cosas que me entran por los ojos. No lo puedo evitar», reconoce. Vende dos colecciones al año de firmas nacionales, como 'Musbombon'; y europeas, desde la belga 'Cks' o la italiana 'B-yu' para mujer hasta 'Solid' e 'Indicode' para hombre. Mención especial merecen sus artículos 'made in Bilbao': las riñoneras de Ainhoa Fustel. «Creo que la marca llegó a mí de la forma más tonta hace cinco años. No me acuerdo muy bien, pero ella vendría a la tienda con uno de sus diseños, me gustaría y le propondría venderlos aquí», recuerda entre risas. Para ella, resulta sencillo ese exhaustivo proceso de selección: «Sé si quiero las prendas o no con un primer vistazo».

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Una vez que ya ha seleccionado las prendas que pondrá a la venta, comienza el juego o «los quebraderos de cabeza», depende cómo se mire. Nere combina las ocho marcas de moda que ofrece en la tienda para que integren una única colección global, es decir, construye looks con todas ellas. «Me siento en el suelo con los recortes de las prendas hasta que logro que todo tenga sentido», explica.

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«Somos más clásicos de lo que creemos»

Los viajes a las capitales europeas más punteras son fundamentales en el trabajo de Nere. Londres, Dinamarca o Berlín son algunos de sus destinos favoritos. Unos desplazamientos puntuales que tienen como objetivo captar la forma de vestir en otros lugares del mundo y encontrar nuevos proyectos que puedan encajar en la tienda. Siempre vuelve llena de propuestas innovadoras que debe adaptar a un público más conservador. «Los bilbaínos somos más clásicos de lo que creemos. Estamos más uniformados que cuando nosotros éramos jóvenes, antes se veían estéticas diferentes. Aquí la gente se atreve poco», cuenta. Eso sí, esta bilbaína no pierde la esperanza, ya que este año se ha topado con jóvenes con estilos «muy rompedores». «Me están dejando flipada. Se visten con pantalones diferentes, mocasines.... Se ve poco, pero cada vez son más», celebra.

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Las mujeres que superan los 35 años son, principalmente, las mayores fans de los diseños que selecciona con esmero esta emprendedora. «Les encanta la moda, quieren saber qué voy a recibir... Después de la pandemia, también se ha acercado gente un poco más joven», añade. Unas compradoras que valoran el estilo único de Nerea a la hora de vestir y su capacidad para crear sorprendentes looks. «Lo mejor es cuando llegan a la tienda diciéndome que no se ven bien. Les enseño, se prueban y les cambia hasta la cara. Salen contentos y, a veces, también con la ropa puesta», cuenta orgullosa. Entre sus prendas, destacan las camisas y los jerséis, que ya se han alzado como los artículos 'best seller', con el permiso de los buzos perfectos para los eventos especiales, que también tienen su público.

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Y aunque el comercio cuenta con su propia página web, muchos clientes fieles que residen fuera del territorio, prefieren esperar y visitar la tienda física para vivir la experiencia que les brinda probarse y seguir los consejos estilísticos de Nere. La mayoría son de Vitoria o San Sebastián, pero también los hay de más lejos: cada año le visitan una madre y su hija, que residen en Dublín.

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Luis Ángel Gómez

Moda y... talento local

Mongolia vive sus días dorados durante el fin de semana, cuando mucha gente se traslada a Bilbao La Vieja a tomar un 'pote' y picar algo a la vera de la ría. También eran muy especiales los días en los que Nere y Ekaitz acogían exposiciones en la tienda. «Ofrecíamos copas de vino y un piscolabis mientras veían las obras. Luego se daban una vuelta por la tienda y compraban si querían. Lo pasábamos bien», cuentan. Entretenidas jornadas que pasaron al olvido cuando el coronavirus se estableció en nuestras vidas. «Cambiábamos de exposición cada dos meses y medio. Y de una, salían otras. Teníamos hasta un año entero planificado, pero no pudimos hacerlas», lamenta.

Luis Ángel Gómez

Nere espera poder viajar pronto para traer a Bilbao la esencia de otras capitales de la moda y recuperar los buenos ratos que vivían gracias a las exposiciones en la tienda. A estos dos currantes, les cuesta echarse flores o enumerar las bondades de su comercio. ¿Cómo es la colección para este otoño-invierno? «Dice nuestra amiga Marta que es la más bonita y ponible», responden. Y los verdaderos amigos no mienten. Eso sí, no esperen flecos o volantes.

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