Tienda en Bilbao (Koker, con Lydia Lozano)

Lydia Lozano pincha en Bilbao con el cierre de la tienda Koker de Ercilla

Lydia Lozano pincha en hueso por primera vez en Bilbao. La excolaboradora del desaparecido 'Sálvame' ha conocido el reverso de su exitosa carrera como embajadora de la firma Koker tras el cierre del local de Ercilla. La marca, que viste a las estrellas de Tele 5, ha aguantado abierta poco más de dos años –levantó la persiana en octubre de 2021– en Indautxu. Pero no todo iban a ser fiascos. El negocio de la calle Correo, en el Casco Viejo, marcha como un tiro y hace escasas semanas la compañía toledana inauguró otro establecimiento en la capital alavesa.

Si bien los escaparates del número 34 de Ercilla ya reclaman nuevos inquilinos, la periodista resta importancia al cese de actividad, que justifica por una «cuestión de espacio». La tienda, explica, «tenía 55 metros cuadrados» y en el nuevo emplazamiento dispondrá del doble de superficie y dos plantas. «Por eso decidieron llevárselo a otra zona. Ha sido simplemente por una cuestión de espacio», reiteró Lozano a este periódico.

Lydia lleva varios años como embajadora de una firma marcada por sus estilismos de colores fuertes y estampados. No es precisamente la mejor alternativa para pasar de puntillas. Koker irrumpió en 2014 y Lozano ha contribuido a disparar su popularidad. «¿Qué es tener estilo? Lo peor que le puede pasar a alguien es que los demás se pregunten: '¿Cómo iba vestido?' Hay gente que no llama nada la atención y a lo mejor lleva la marca más cara del mundo. Tener estilo es que al entrar en algún sitio, aunque lleves el traje más barato, desprendas luz».

Tras su paso por Bilbao, que ha visitado en varias ocasiones por motivos laborales, destacó el estilo imperante entre la población femenina de la villa. «Aquí la gente es muy elegante», destacó la estrella televisiva tras confesar algunos de sus secretos. Lydia recordó que se sigue poniendo los pantalones vaqueros que llevaba en la Facultad, que le encanta usar pelucas cuando sale a cenar con los amigos y que nunca se pondría una falda de tul, porque «al ser bajita» no le favorece.

También reconoció que se ponía ropa más cómoda los días que sabía que sus compañeros le iban «a dar» en el programa, además de descubrir otras curiosidades. Duerme cuatro o cinco horas al día, bebe «mucha Coca-Cola» y no perdona sus cañas. ¿Su secreto de belleza? «El buen rollo». Ah, y reconoció que le encanta Jon Kortajarena, de quien le gusta «el rollazo» que tiene hasta en bañador.

Antes de despedirse del público bilbaíno, comparó algunas diferencias a la hora de vestir en España. «Por vuestro clima, cuidáis mucho las prendas de abrigo, que dan mucha personalidad. En Madrid, en cuanto hace un rayo de sol, se saca la camiseta de tirantes. Pero aquí con la gabardina o el chubasquero de toda la vida dais un rollo moderno y elegante a los looks».

Y, además, presumió de sacarse mucho partido con la etiqueta que le pagaba. «Yo en televisión siempre llevo una talla más de la que realmente uso, porque no me gusta nada que se marque el sujetador o el micro por detrás. Me conozco bien. Al ser bajita, sé que los trajes largos me quedan fatal. Y ya tampoco me pongo camisetas sin mangas, porque en la tele y a cierta edad, al mover los brazos sale un flacidez horrorosa», comentó uno de los antiguos puntales de 'Sálvame', una apasionada del color naranja y de los tonos morados.

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