Los 'tesoros' de Souhail: la tienda de Bilbao La Vieja en la que rescata antigüedades

Bilbao La Vieja es una caja de sorpresas. En un breve recorrido por el barrio más bohemio y mestizo de la villa, podemos descubrir comercios con encanto, galerías de arte, restaurantes, bares de alterne... Bizkaia Dmoda ya se ha adentrado en las entrañas de algunos de estos singulares locales para conocer cada proyecto y a las personas que están detrás. La lista de estas tiendas con alma propia es larga. Comienza por uno de nuestros últimos hallazgos, Lozanas, un 'showroom' de vajillas portuguesas; pasa por Mongolia, la tienda de moda de dos amigos vizcaínos que huyen de los flecos y los volantes; y termina en 'La Zapa de 2 de mayo', la zapatería con encanto que te hace el calzado a tu gusto. Aunque en esta ocasión, nos disponemos a bucear entre antigüedades, en concreto, las que rescata Souhail Buhassun y vende en su tienda 'Alaia Antigüedades', situada en la calle Hernani número 10.

Este joven, de 31 años, llegó a Bilbao desde Tánger (Marruecos) hace poco más de una década. «Vine solo porque quería tener una vida mejor. Terminé en esta bonita ciudad porque un primo mío vivía aquí», recuerda. Tras pasar su juventud en un centro de menores hasta que alcanzó la mayoría de edad, Souhail se dispuso a estudiar un curso de soldadura. Pese a que lo completó con éxito, nunca se dedicó a ello, ya que decidió convertir su pasión por los artículos de otra época en su trabajo. Una afición que le transmitió su padre: «Él siempre tuvo motos antiguas y las desmontaba en el sofá», recuerda. En un principio, se limitaba a enviarle a su progenitor la ropa de segunda mano que le daba la gente del barrio. «Y luego él la vendía en la tienda de artículos de segunda mano que tenía», indica. Después, cambió la ropa usada por el mobiliario y los elementos antiguos, porque «a la gente le gustaba más» esta nueva línea de negocio. Tuvo un puesto en el Mercado Dos de Mayo, que despierta al barrio el primer sábado del mes, pero Souhail dio el paso de abrir en marzo de 2019 su propio negocio de antigüedades.

Sus especiales artículos provienen de 'markets' de segunda mano de Francia. «En Iparralde, hay muchos mercadillos de jueves a domingo. Además, existen almacenes con antigüedades abiertos durante la semana, si los conoces puedes ir cualquier día y traer lo que te apetezca», cuenta. Unos viajes que disfruta mucho - «para mí no es trabajo»- y que no tienen nada que ver con los que realizaba cuando empezó en el mundillo: «No tenía carnet de conducir e iba en una furgoneta compartida. Ahora tengo la mía propia». Eso sí, hay algo que no cambia: siempre vuelve a Bilbao hasta los topes de mobiliario y decoración de segunda mano.

En su amplio local no hay hueco, literalmente, para un artículo más. Por el momento, los 'tesoros' de Souhail van desde alacenas o butacas hasta relojes antiguos de pared. «Últimamente los muebles con estética retro están teniendo mucho éxito», precisa. Entre su extensa colección, destacan planchas, máquinas de escribir, neveras industriales, muñecas, lámparas... En definitiva, uno puede encontrar todo lo inimaginable y más. «También suelo traer bicis, porque me gustan mucho», añade sonriente este 'cazatesoros'. Artículos en los que trata de conservar su estado original y que solo repara cuando considera que va a realzar su belleza. Actualmente, el precio de sus productos va de 1 euro de las tazas a los 400 de una nevera industrial: «Pero nunca se sabe, depende de lo que encuentre».

En su comercio de segunda mano, también hay un sitio privilegiado para las piezas que elabora Souhail con mimo en el taller que ha establecido en el fondo del espacio. «Ahí hago mis chapuzas», bromea. Se refiere a las mesas que realiza con señales de tráfico o con bancos con imperfecciones: «Los hago desde cero. Compro la base por Internet y le añado maderas que compro en Leroy Merlín». ¿Y quién te compra un banco? «Quien tiene sitio en casa», contesta entre risas. Esta zona de trabajo da a un «bonito» patio interior en el que planea instalar una mesa industrial: «Si dejas los artículos a la intemperie, les das un efecto muy especial».

Para Souhail, lo mejor de regentar su propio negocio de artículos de segunda mano es poder compartir con los clientes su pasión por las antigüedades. Unos compradores fieles para los que selecciona expresamente tesoros en sus viajes a Francia. «Ya sé lo que les gusta y lo que quieren», asegura. Y, en concreto, nos habla de Joaquín, un hombre amante de las piezas de colección y del que Souhail ha aprendido mucho sobre este mundillo.

Espera que pronto el Mercadillo Dos de Mayo, conocido como el 'Notting Hill' bilbaíno, vuelva a llenar de vida el barrio para instalar allí su puesto de antigüedades. «No se celebra desde que llegó la pandemia y nuestro cuerpo lo necesita como el café cuando te despiertas. Ese sábado en el barrio hay un ambiente increíble. Los comercios y los bares están llenos, se respira mucha alegría y vivimos para estar alegres, ¿no?». Pero mientras espera noticias, Souhail sigue trabajando en su proyecto más personal. «Quiero poner la tienda más bonita para que los clientes entren y se olviden de lo que hay fuera».

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