Irene y Amelia se reinventan como modelos a los 50 para su tienda familiar de Basauri

Irene y Amelia Pascual son las propietarias de las tiendas que llevan su apellido y que han vestido durante el último medio siglo a miles de basauritarras y vecinos del resto de la comarca. Y desde hace unos años son, además, la imagen del negocio familiar en las redes sociales.

Abocadas a enfrentarse a una férrea competencia, sobre todo de las grandes superficies, decidieron probar suerte en la venta on line impulsadas por el 'adn' emprendedor que siempre ha marcado a su familia. Al principio contrataron a modelos profesionales, pero la apuesta no funcionó. «Eran chicas monísimas, pero...», recuerdan.

Así que un día decidieron ponerse ellas delante de la cámara. «Pensábamos que ya teníamos una edad –rondan los 50 años–, que estábamos al frente del negocio... Pero probamos. Salimos un día y hubo un tirón brutal. Las personas que nos llevan las redes nos dijeron que la gente nos quería ver a nosotras», explica Irene, la pequeña de las dos hermanas. «Hubo dos vídeos que se hicieron virales», recuerda Amelia, la mayor.

Hoy en día, sus fotografías y vídeos llevan consigo una venta asegurada. En Instagram tienen más de 45.000 seguidores y el número no para de crecer. «Sumamos 200 al día», reconocen. «La gente viene ya directa a por esa prenda que enseñamos. La visualizan, es un escaparate anexo al físico», aseguran.

Los primeros montajes fueron caseros. «Llegábamos a mucha menos gente, aunque es cierto que no le dábamos mucha importancia. Ahora, en cambio, sí. Tiene la misma o más que estar en la tienda», describe Amelia. Hace unos días dieron una charla en la Cámara de Comercio de Bilbao en la que contaron su experiencia a otros comerciantes. «Agradecemos que nos valoren porque esto lleva mucho esfuerzo», apuntan.

Un día a la semana se tiran todo una mañana haciendo tomas con una fotógrafa profesional. «Nos llevamos ocho o nueve conjuntos a casa y vamos probando», apuntan. Pueden posar en el interior de sus tiendas, por las calles de Basauri e incluso en sus propias casas. «A través de Instagram hemos llegado a un público de mujeres de 40 años y más, que son las que más se preocupan por vestir bien», argumenta Irene.

Han logrado atraer hasta Basauri a personas de otros puntos de España, que aprovechan algún viaje de negocios o unos días de vacaciones para visitar sus locales. Incluso hace unas semanas una pareja que reside en California y que había venido a Mallorca porque la mujer era natural de allí, cogió un vuelo para presentarse en la tienda. «Salimos como somos, normales, y si encima vienen a la tienda y nos ven en persona, porque estamos aquí trabajando, pues les damos confianza», señalan.

Quienes están al otro lado de la pantalla les preguntan por la ropa, pero también por dónde se hacen las mechas, dónde compran el pintalabios y se interesan hasta por la lámpara que sale de fondo en su casa. «Les gusta lo que hacemos, tenemos un gran equipo y son cosas divertidas», comentan. Incluso hay gente que les para por la calle.

Ya tienen pensado el próximo paso a dar: contratar un modelo masculino. «Seguimos invirtiendo porque hay que reconocer que ya la gente no gasta como antes en ropa y hay que innovar», revelan.

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