El templo 'beauty' de Ainhoa y Ainara en Otxandio: crean su propia cosmética natural
Dos amigas transformaron su hobby en una marca local de cosmética ética elaborada con ingredientes de los parques de Gorbeia y Urkiola
Todo empezó con un pequeño regalo entre dos amigas hace ya 17 años. «Ainhoa vino desde Oñati a vivir a Uribe y recuerdo que una ... vez que organizamos una carrera de montaña nos regaló a todos un jaboncito. Me encantó y quise descubrir cómo se hacía», recuerda Ainara. Sin imaginarlo, aquel detalle fue el comienzo de un viaje que primero fue hobby y luego se convirtió en profesión. Por aquel entonces, cada una tenía trabajos muy distintos: Ainara había estudiado Educación Social y Ainhoa, Ciencias Políticas, aunque trabajaba en la industria cárnica. Pero por las tardes, siempre encontraban un rato para sumergirse en su nueva pasión por los jabones y otros productos de cosmética natural. «Nos gustaba, nos entretenía, y en un pueblo pequeño como este, donde las opciones son limitadas, esas tardes de invierno se convirtieron en algo muy especial. La tranquilidad de vivir aquí no la cambiaríamos por nada», confiesan.
La primera en ver el potencial de aquella afición fue la ama de Ainara. «Nos preguntó: '¿Por qué no probáis a venderlo?' Le hicimos caso y empezamos con amigos y conocidos del pueblo. Más tarde, nos animamos a participar en ferias de distintas localidades», cuentan. A medida que crecía su círculo de clientes, también aumentaba su curiosidad por otros productos de cosmética natural, y comenzaron a formarse para crear cremas y sérums. «Cada vez nos ocupaba más tiempo, así que en 2017 decidimos dar el salto: dejamos nuestros trabajos y nos dedicamos de lleno a nuestro 'niño', como solemos llamarlo», comentan entre risas. El siguiente paso fue encontrar el lugar perfecto para abrir una tienda física. Quisieron seguir vinculadas al entorno rural, y así nació Lavándula en Otxandio, donde, ocho años después, sigue adelante en el número 9 de la calle Elixoste.
La ventaja de estar rodeadas por los parques naturales de Gorbeia y Urkiola es que la propia naturaleza se convierte en la principal proveedora de la materia prima para sus productos. «Recolectamos en nuestra explotación agraria plantas como manzanilla, romero, tomillo, flor de caléndula… Todo lo que usamos es 100% natural, sin aditivos químicos. Apostamos por una cosmética ética y comprometida con el medio ambiente», subrayan. Además, elaboran todos sus productos de forma artesanal en el laboratorio que tienen dentro de la tienda, donde una ingeniera química se encarga de formularlos siguiendo estrictos estándares de calidad. «Nuestro laboratorio está a la vista de la clientela. Desde el principio quisimos que así fuera, para que puedan ver y comprobar cómo elaboramos cada producto. Para nosotras, esa transparencia es fundamental», explica Ainara.

Más de 50 productos
Desde este laboratorio salen hoy más de 50 productos diferentes. Aunque siguen ofreciendo sus famosos jabones naturales, Lavándula ha ampliado muchísimo su catálogo: cremas hidratantes, sérums revitalizantes, contornos de ojos, cuidados capilares y corporales, bálsamos naturales, protección solar, aromaterapia, aceites Bio e incluso una línea especial para hombre, con crema hidratante y sérum revitalizante. Además de la tienda física, Lavándula cuenta con tienda online y varios puntos de venta en Bizkaia, Gipuzkoa, Álava, Pamplona, Castro y Madrid. «Tener un canal de venta online está muy bien, pero nosotras siempre animamos a la gente a que vengan a la tienda o acudan a los diferentes puntos de venta. Es una forma de conocer de primera mano los olores y las texturas de los productos e incluso a nosotras mismas. ¡Les explicamos todo!», aseguran.
Ainara y Ainhoa están siempre atentas a las nuevas necesidades de sus clientas y del mercado, y tratan de ampliar su gama de productos de forma constante, con la ventaja de hacerlo a su modo y a su manera en su propio laboratorio. «Al final, lo que queremos es que la gente se tome un momento para sí misma. En esta vida tan ajetreada, a menudo olvidamos parar y cuidarnos. Los productos de Lavándula son una buena 'excusa' para regalarse un tiempo de mimo, aunque sea solo quince minutos cada noche», enfatizan.
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