La bonita despedida a su perra de una fotógrafa canina de Bizkaia

Virginia Melchor

Jueves, 25 de marzo 2021, 19:50 | Actualizado 22:20h.

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«Me miraba con la mirada que me reservó toda su dulce, su peluda vida, su silenciosa vida, cerca de mí, sin molestarme nunca, y sin pedirme nada», es el extracto de un poema que Pablo Neruda escribió en su finca de Michoacán, en Santiago de Chile, tras la muerte de uno de sus perros, al que enterró él mismo en el jardín. En la mirada de un perro, muchos dueños entienden que hay algo en ellos que nunca encontrarán en un humano. Dicen que solo les falta hablar, pero lo hacen con sus ojos. El vínculo que se crea con las mascotas (especialmente con gatos y perros) se basa en químicas similares a las de las relaciones humanas, según demuestra un estudio publicado en la revista Science, en el que los autores descubrieron que personas y animales se unen emocionalmente del mismo modo que humanos con humanos: mirándose a los ojos. Un bucle de miradas cómplices que deriva en una conexión profunda que todo el que ha tenido un perro puede reconocer.

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Maider Sierra adoptó a Queen hace nueve años, cuando era una preciosa perrita bulldog francés de tan solo seis meses. «La tenían en mal estado en un caserío, se iban a deshacer de ella porque era pequeñita y no daba la talla para la venta, así que le dije a mi madre: 'agarra la perra que nos vamos'», recuerda esta fotógrafa canina de 29 años y natural de Gernika. La llamó Queen en honor al grupo británico -«lo escucho desde pequeña»-, y enseguida descubrió que no podía haber elegido un nombre mejor, porque «era la reina de la casa». «Mandaba ella, decidía lo que quería y cuando lo quería», cuenta sobre su fiel compañera, «graciosa e independiente», que le brindó su amor hasta hace ocho días, cuando falleció tras una semana ingresada y dos años sufriendo la enfermedad de Cushing.

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Esta fotógrafa de perros, conocida como Mestizaa y con una gran comunidad de seguidores en Instagram, ha querido rendir un homenaje a Queen en esta red social y dedicarle un mensaje lleno de cariño y admiración. «Nunca pensé que escribiría estas palabras solo nueve años después de que llegases a casa. Siempre he querido pensar que ibas a ser eterna, porque no recuerdo cómo era mi vida antes de ti. Tengo la seguridad de que quien me conoce, me conoce contigo y con Sugaar. Como si no pudiésemos existir las unas sin las otras», comienza relatando. Y lamenta que a partir de ahora «va a tener que ser así»: «Después de estos años en los que, sobre todo, me he reído contigo. Con tu forma de ladrar, con tus ronquidos, con tu forma de rascarte la espalda», continúa Maider en este emotivo escrito.

A esta artista vizcaína le consuela saber que a través de sus sesiones fotográficas a mascotas consigue entregar a sus dueños un recuerdo imborrable. «Tengo la tranquilidad de guardar miles de fotos y vídeos tuyos que ahora me son muy difíciles de volver a ver, pero que me hacen recordar el objetivo de este proyecto, que es haceros un poquito más eternos en nuestra cabeza. Me queda mucho que llorarte, pero sé que has dejado tu sitio en la cama para quien pueda venir en un futuro a seguir haciéndonos felices. Acabo de darme cuenta de que esto es una despedida o un hasta luego al menos. Me va a costar mucho vivir sin ti. Te voy a querer siempre y siempre serás 'Mi Reina'», concluye en una sentida despedida que supera los 3.000 'me gusta'.Y que acumula más de 400 mensajes de ánimo para Maider: «Deberían ser eternos», «cuando se van, se llevan una parte de nuestro corazón» o «son lo mejor de nuestras vidas y quedan grabados a fuego dentro de nosotros», son algunos de ellos.

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Maider empezó a colaborar con protectoras de animales que vieron en sus fotografías el empujón necesario para encontrar un hogar a sus perros. Pero cada vez más particulares se interesaron por su trabajo, así que en 2015 creó Mestizaa, que es mucho más que su perfil de Instagram, donde tiene más de 23.000 seguidores fascinados por sus sesiones a mascotas, con las que crea «un vínculo especial». Su marca es el reflejo de un estilo de vida y de una sensibilidad especial hacia los animales. Se tira al suelo, juega con ellos, los acaricia... «Si les muestras tu cariño y confianza se acaban soltando, intento crear una conexión con ellos», asegura. En sus fotografías, realizadas siempre con luz natural, huye de las poses forzadas y los colores llamativos.«Pido a mis clientes -los humanos- que vengan vestidos con tonos muy neutros: marrones, blanco, negro, con vaqueros... Me gusta captar las miradas de los perros, sus expresiones, y lo más importante, la relación y complicidad con sus dueños. Mi objetivo son las emociones, atrapar momentos».

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Después de unos días de «pena absoluta» tras la pérdida de Queen, Maider intenta apoyarse «en el trabajo y los proyectos que están por llegar». Y vienen planes ilusionantes a la vida de esta fotógrafa canina que un día decidió dejar «los trabajos por cuenta ajena y los horarios fijos» para, junto a su cámara de fotos y muchos perros -hoy cuatro sin Queen-, hacer de Mestizaa su clave para la felicidad. Además de impartir un curso online de fotografía de perros en la plataforma Domestika, ha empezado a colaborar con diferentes marcas y empresas lifestyle, y a realizar sesiones fotográficas a las mascotas de varios artistas. «Recientemente, he viajado a Sevilla, y pronto iré a Barcelona y Madrid para fotografiar a los perros de unos creadores. También voy a hacer un cambio en la imagen de mi proyecto con la colaboración de un artista de Barcelona y a lanzar una nueva línea de 'merchandising'», avanza esta emprendedora, que ya en la infancia «hacia fotos a todo lo que podía» con sus cámaras desechables. «Aita y ama se dejaban los sueldos en revelados. ¿Antecedentes fotográficos en la familia? Ninguno, soy la primera». Y Queen orgullosa, allí donde esté.