Así es Odei Jainaga, de lanzador de jabalina a míster Bizkaia

Cuando era pequeño, Odei Jainaga soñaba con ser futbolista profesional, como muchos niños. «Coleccionaba los cromos de Ronaldinho y compañía», recuerda entre risas. Pero a los ocho años, se introdujo en el atletismo y este deporte cambió sus planes. «Mi madre me lo propuso y le dije que sí. Pero vamos que si me llega a preguntar si quería jugar a hockey, también le hubiera dicho que sí», bromea. Tras estar una década en contacto con diferentes disciplinas, este eibarrés de 24 años se decantó por el lanzamiento de jabalina, que le abrió las puertas al deporte de élite y marcó su trayectoria profesional. «Nunca me planteé llegar a unas Olimpiadas y batir un récord nacional, porque se escapaba de mi realidad; pero pasó», cuenta. Un camino que a su madre, Cristina Larrea, ya le había deparado grandes logros deportivos, ya que fue campeona de España en tres años consecutivos. Siguiendo sus pasos y con mucho esfuerzo, el plusmarquista de lanzamiento de jabalina se abrió paso entre los grandes atletas de nuestro país. Lo que Odei nunca imaginó es que daría un giro a su trayectoria: en otoño representará a Bizkaia en el 'Reinado Nacional de Belleza', que se celebrará en la localidad malagueña de Nerja.

Este joven eibarrés ya se había puesto puntualmente frente a la cámara. En concreto, para protagonizar las fotografías que comparte en su cuenta de Instagram, donde supera los 10.000 seguidores. «Pero vamos tampoco te creas que lo he hecho en exceso», reconoce. Aquellas imágenes en esta red social se convirtieron en su billete de oro para su irrupción en el mundo de la belleza. «Ya me llamaron el año pasado, pero les dije que no, veía este mundillo ajeno a mí», recuerda. Pero este año sí ha aceptado la proposición de la organización del certamen. «Me contaron de qué iba el concurso, porque realmente no sabía qué había que hacer», indica. Tras consultarlo con su familia, el atleta dio un paso al frente. «Creo que siempre hay que mantener las puertas de las oportunidades abiertas, porque no sabes por dónde va a tirar la vida. Considero que participar en el concurso puede sumar a mi carrera», asegura.

Reconoce que ser atleta olímpico ha sido un «plus» para su selección. «Represento a Bizkaia porque llevo seis años viviendo en la residencia de deportistas de Fadura», explica. Aunque para qué engañarnos, su «planta» ha sido definitiva para que le brindaran la oportunidad. «Tengo un físico atlético y soy muy alto, mido 1,95 metros», precisa. Eso sí, ahora que está un poco más familiarizado con estos concursos, es consciente de que la apariencia no es solo lo que importa. «Hay muchas pruebas. En una tengo que mostrar un talento. No he preparado nada, pero, ¿no me voy a llevar la jabalina, no?», bromea este vasco moreno, de cejas prominentes y rasgos marcados. También tendrá que subirse al escenario para dar un pequeño discurso: «Eso no me preocupa demasiado, hablar en público me gusta y creo que mi naturalidad puede jugar a mi favor». Odei reconoce que hay habilidades que aún no domina, como desfilar sobre la pasarela. «Espero que me den alguna pauta para que le pueda ir cogiendo el truco. Luego ya la pondré en práctica por los pasillos de la residencia», bromea.

Odei se define como un joven «abierto y amigable» al que le apasiona «la naturaleza, la pesca e ir al monte a por setas». «La gente conocida suele tener una barrera, pero yo no tengo ninguna», cuenta entre risas. Considera su rutina un tanto «aburrida», en la que solo entrena, come, entrena otra vez y duerme. «Antes de acostarme, suelo mirar un poco Instagram», confiesa. En su armario, los vaqueros y, sobre todo, el chándal, son fundamentales: «Eso sí, cuando tengo alguna gala me gusta ponerme elegante, con camisa». Pero no es un loco de las compras: «Se me está acumulando la ropa en el armario».

Ya conoce a algunos de los candidatos del certamen y asegura que «hay muy buen rollo». Por el momento, se encuentra tranquilo, pero no descarta que le entren los nervios los días previos a la gala. «Y no me parece una sensación negativa, creo que en muchos casos sentir cosquillitas en la tripa es necesario», admite. Se considera un fuerte candidato para proclamarse el joven más guapo de nuestro país el próximo otoño. Asegura que se esforzará al máximo para dejar a Bizkaia en un buen lugar y adelanta que tras el verano se pondrá a dieta: «Después de las vacaciones, sigo teniendo un físico atlético, pero no es lo mismo», aclara. Y una de las razones por las que desea tanto llevarse a casa el título es para hacer doblete. «El Campeonato de España de atletismo es por esas fechas y también se celebra en Málaga. Como me lleve los dos, me hacen una estatua», bromea. «Y si sucede, ¿cambiarías el atletismo por la moda?». «No creo que pase nunca porque en este sector soy un novato y tendría que empezar de cero. En el atletismo, ya soy uno de los mejores».

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