La novia caribeña que se casó en el Ayuntamiento de Bilbao tras una pandemia y un huracán

No son pocas las dificultades a las que se han tenido que enfrentar miles de parejas comprometidas en el último año. La pandemia ha trastocado las ilusiones de todos aquellos que planeaban pasar por el altar, aunque en el caso de Sonji e Iker tan solo ha sido una piedra más en el camino. Ella es caribeña, él bilbaíno, y se conocieron en 2011 en la Universidad de Puerto Rico. Iker estudiaba allí de intercambio y su nexo de unión llegó gracias a un amigo de Idaho que tenían en común. El amor y el trabajo hicieron que esta profesora de inglés se trasladase a vivir a Bilbao en 2014, para prometerse tiempo más tarde bajo la Torre Eiffel. Una historia de amor de película que, como en los mejores guiones románticos, no ha estado exenta de altibajos. Y es que su boda ha tenido que ser pospuesta en dos ocasiones durante tres largos años, debido a diferentes catástrofes que han estado fuera de su control. Unos contratiempos que aseguran haber capeado juntos y «con mucha filosofía».

La primera vez tenían previsto casarse al otro lado del Atlántico en 2018, pero el huracán María se llevó por delante sus sueños y los de miles de personas de Dominica, las Islas Vírgenes de los Estados Unidos y Puerto Rico, lugar de origen de Sonji. Este ciclón tropical devastó las islas en septiembre de 2017 y está considerado a día de hoy el peor desastre natural registrado allí desde 2004. «Puerto Rico y, en concreto, el sitio donde nos íbamos a casar, quedó arrasado. Esta fue nuestra primera cancelación», detalla la novia.

La siguiente fecha que fijaron para contraer matrimonio fue el 29 de mayo de 2021 y también tuvo que ser postergada debido a la crisis de la Covid-19. Tan solo fueron unos días y se convirtieron en marido y mujer el pasado 11 de junio, coincidiendo, además, con el cumpleaños de Sonji. El marco elegido en esta ocasión fue el salón árabe del Ayuntamiento de Bilbao, una ceremonia íntima que tan solo contó con 15 invitados de los 120 que tenían previsto asistir. «Vinieron por sorpresa mis padres y mis dos hermanos. Por las complicaciones de la pandemia nos era imposible asegurar la viabilidad de sus viajes», explica la novia. Unas gestiones complicadas, ya que contaban con invitados de varios continentes, pero especialmente emotivas, puesto que han podido sellar su amor en el momento más dulce de sus vidas: «vamos a ser aitatxus, nuestra mayor ilusión», aseguran.

El cambio de planes y el embarazo de Sonji derivó también en un nuevo vestido de novia, más acorde con la situación actual. «Tenía otro modelo y he tenido que cambiar la elección, pero ha sido todo un acierto». Esta vez, optó por un diseño 'made in Spain' de Silvia Navarro, confeccionado en doble crepé blanco empolvado, con pronunciado escote en la espalda y sutil escote delantero enmarcado por un tul invisible. Los flecos de la falda, dispuestos en cascada, se hacen con todo el protagonismo e incorporan ese punto de tendencia que lleva reinando en las pasarelas nupciales internacionales desde hace ya varios años. Se trata del modelo 'Briana' de la nueva colección para novias civiles de la diseñadora.

Sonji prescindió de la tradición de llevar «algo nuevo, algo prestado y algo azul», ya que en su país de origen no existe esta costumbre. En su caso, optó por un bonito ramo de flores de Ruiz de Ocenda y unos zapatos 'lace-up' de terciopelo rosa de Customeus Bilbao, una firma que nació en 2016 para traer a Euskadi calzado hecho a mano y totalmente personalizable, desde el color, hasta los materiales o el tipo de tacón. En cuanto a las joyas, eligió unos pendientes óvalo dorados con perlas de Aristocrazy, que se dejaban intuir bajo su espectacular cabello rizado que ella misma peinó. «Decidí arreglarme el pelo y maquillarme yo misma ya que, sinceramente, aquí es muy difícil encontrar personas que traten mi tipo de pelo tal y como quiero», asegura. Su marido, por su parte, delegó en Cortefiel su traje de chaqueta.

Fue una ceremonia emotiva, marcada por las bonitas palabras que les dedicaron las hermanas de los novios. Estuvo amenizada con una 'cover' de Brooklyn Dúo de la canción «All of me» de John Legend como música de entrada y «Stand by me» de Ottis Redding a la salida, donde también presenciaron el aurresku de honor. Más tarde, se trasladaron al restaurante Nido de Bilbao para disfrutar de una cena y una celebración en 'petit comité'. El inconfundible objetivo de Marta Etxebarria capturó los momentos más bonitos de este día tan esperado y Karlos Pérez García, de 'Your essence eventos', fue la mano amiga que ayudó a la pareja organizar la boda, resolviendo con maestría los momentos más complicados. «Es un magnífico 'wedding planner' y mejor persona. Hemos tenido un trato muy cercano y nos ha facilitado todo», aseguran. La decoración, las sorpresas y los detalles que habían planeado junto a él lo reservan para el futuro, cuando por fin puedan reunir en una gran fiesta a todos los amigos y familiares que tienen repartidos por el mundo, celebrando así este amor a prueba de fronteras, huracanes y pandemias.

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