La boda de cuento de una 'influencer' bilbaína y un jinete de la aristocracia este fin de semana

Parte de la aristocracia y una buena representación de los 'influencers' más conocidos de nuestro país se han dado cita en Vigo este fin de semana para celebrar una de las grandes bodas del verano: la de Lucía Bárcena y Marco Juncadella. Ella es bilbaína de nacimiento y gallega de corazón. La joven de 28 años es hija del prestigioso abogado Ramón Bárcena y se ha convertido en uno de los rostros de Instagram más demandados por las marcas de moda y belleza. Él, de 36 años, se dedica al marketing digital y se ha convertido un respetado jinete del panorama hípico nacional. Incluso, representó a España en la modalidad de salto de obstáculos durante varias temporadas. Noble de cuna y alejado de los focos hasta que se hizo pública su relación, es hijo de la princesa Cristina de Hohenlohe-Langenburg, perteneciente a una de las dinastías más antiguas de Europa, y del empresario textil y expiloto de automovilismo José María Juncadella. La pareja ha contraído matrimonio este sábado 24 de julio en el Pazo de Oca, situado en en A Estrada, una localidad a la que se traslada buena parte de la nobleza de nuestro país a pasar los veranos.

Muchos lo llaman el 'Versalles gallego' y es considerado Bien de Interés Cultural. El Pazo de Oca es una obra de arquitectura barroca de numerosas estancias, fuentes de piedra y cuidados jardines que se remonta al siglo XVII. Cuenta con la Iglesia de San Antonio de Padua y actualmente es propiedad de la duquesa de Medinaceli, Victoria Elisabeth de Honhenlohe, prima lejana del novio y perteneciente a la familia más antigua de la nobleza española, ya que descienden del rey Alfonso X El Sabio. Un idílico entorno rodeado de vegetación en el que acaban de sellar su amor ante la mirada de sus ilustres invitados.

El mal tiempo había planeado sobre la boda desde la semana pasada aunque, finalmente, no se han cumplido las peores predicciones meteorológicas. El cielo ha concedido tregua en Galicia y bajo unos tímidos rayos de sol ha llegado la novia del brazo de su padre a la iglesia de San Antonio de Padua. Sobre las 16.36 horas aproximadamente, se desvelaba así el secreto mejor guardado.

Lucía Bárcena ha elegido un diseño acorde a la situación y el emplazamiento. Ha sido una novia velada, regia, elegante y protocolaria, que recordaba a una de esas divas de la era dorada de Hollywood. Su vestido estaba confeccionado en crepé de seda, abertura en la espalda y presumía de cierta estética victoriana, con cuello chimenea y detalle joya, empuñadura abotonada y larga cola.

Es una creación del diseñador gallego Jorge Acuña, que remató con unos salones blancos con pulsera al tobillo y joyas de la casa bilbaína Suarez. Eran unos pendientes hechos a medida en oro blanco de 18 quilates con 32 diamantes talla brillante y talla marquise, que suman un total de 0,8 quilates, dos perlas akoyas en el centro de la flor y dos perlas australianas que cuelgan. Lucía ha llevado un elegante recogido bajo con raya en medio y ha sido maquillada por las manos amigas y expertas de Oui Novias.

Tras la ceremonia, los recién casados se han desplazado en un espectacular coche clásico con banda sonora de gaiteros hacia el lugar de la celebración, que ha organizado y supervisado el equipo de 'wedding planners' de La Petite Mafalda. Ahí, en la apertura del baile, hemos descubierto el segundo look nupcial de Lucía. En esta ocasión, ha escogido un vestido minimalista de escote 'halter' y espalda al descubierto, mucho más relajado que el anterior, y ha optado por llevar la melena suelta, como suele hacer habitualmente.

Dicen que ha sido una de las grandes bodas del año. Un acontecimiento que ha puesto el foco mediático de la prensa rosa en Galicia para hacer el seguimiento de sus ilustres invitados, donde resonaban apellidos como Fierro, Falcó o Fitz-James. Una pasarela de nobles, personalidades patrias y aristócratas europeos que han compartido mesa y pista de baile de los grandes 'influencers' del momento, encabezados por María Pombo, Pablo Castellanos, Paula Argüelles, María Fernández-Rubíes y su marido, Manuel Losada, íntimo amigo del novio que, además, ejerció como testigo durante las firmas en el Registro Civil. Aunque todavía no se ha confirmado, también podrían estar invitados Marta Ortega, heredera de Inditex, y su marido, Carlos Torretta.

Marco y Lucía se prometieron en 2020 en aguas de Ibiza y durante un año han estado preparando minuciosamente cada detalle de una boda que, aunque ha alcanzado su punto álgido este sábado 24, comenzó el pasado jueves con un mediático despliegue de actividades, previo paso por un test de antígenos para garantizar la seguridad de todos los asistentes. Desde carreras de karting y motos acuáticas, hasta un torneo de golf o una escapada a las Islas Cíes. Además, se celebró un cóctel en el Gran Hotel La Toja, establecimiento de cinco estrellas con vistas al mar en el que se han alojado todos los invitados al enlace y cuyo precio asciende aproximadamente a los 1.000 euros el fin de semana.

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