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Amaia, la novia bilbaína que se casó en el caserío familiar

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Inma Fiuza y Antón Uribe

Amaia, la novia bilbaína que se casó en el caserío familiar

La joven vizcaína confió en la firma nupcial Romancera para contraer matrimonio con Javier en un entorno idílico del País Vasco

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Sábado, 7 de diciembre 2019

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Romancera es de esas apuestas únicas y llenas de sensibilidad que llegan como una bocanada de aire fresco en plena vorágine del 'fast fashion'. Esta firma de novias está capitaneada por Tamara Vázquez, una diseñadora madrileña que ha aprendido a perfeccionar su técnica gracias a maestros como Javier Barroeta. Sus estudios de moda, su bagaje cultural y su peculiar técnica a la hora de diseñar, dan como resultado unos vestidos muy especiales que las más avezadas serían capaces de reconocer a simple vista. Amaia fue una de las mujeres que confió en sus manos para el día de su boda, donde destacó, sin pretenderlo, por su elegante sencillez. Esta novia nació en Bilbao, aunque ahora vive en Madrid. Allí conoció a Javier, el que hoy es su marido y padre de su futuro hijo.

Inma Fiuza
  1. «Una de las mejores épocas de nuestra vida»

Se conocieron durante la carrera, los dos estudiaban Derecho en la Universidad Complutense. «Cada uno teníamos nuestro grupo de amigos diferente y no fue hasta tercero cuando nos conocimos. ¡Aunque ya nos teníamos fichados!», reconoce. Primero fueron amigos, se veían a diario en clase y salían de fiesta los fines de semana. Al final «pasó lo que estaba cantado desde el principio» y empezaron a salir. La pedida de mano llegaría años después, coincidiendo con el cumpleaños de Amaia. Fue una tarde entre gin-tonics, tras una 'comilona estupenda' en el restaurante al que ella llevaba tiempo queriendo ir. Las copas acabaron en anillo de compromiso, ellos dos solos, mano a mano, en un momento muy íntimo y sin espectáculos, algo que refleja su personalidad y que trazaría el destino de su futura boda. Tanto fue así que se pusieron a hacer la lista de invitados en ese mismo momento. «Fue una tarde genial», recuerda Amaia.

Inma Fiuza

La boda se celebró el 22 de junio de 2019 en Otxandio, uno de esos pueblos de interior rodeados de montañas que describen una de las estampas más tradicionales del País Vasco. De allí son los padres y los abuelos de la novia, y donde ella ha pasado su infancia y los momentos más especiales de su vida. «No me costó decidirme, fue súper emotivo». En una pequeña ermita de piedra y acompañados por un cuarteto de voces del Orfeón Donostiarra pronunciaron el 'sí quiero'. «Uno de los momentos más emotivos fue entrar en la iglesia del brazo de mi padre mientras cantaban 'Amazing Grace', una canción que me recuerda mucho a mi abuela que ya no está entre nosotros», desvela. Y es que la familia y las raíces vascas de Amaia han sido el hilo conductor de esta boda, porque el cóctel y la cena también se hicieron 'en casa'. Más concretamente en Apieta, un caserío propiedad de su familia, donde, además, viven sus tíos. «Fue un trabajo muy duro, sin ellos hubiera sido imposible», recalca. Pero compensó y sorprendió a todos los invitados. «No cambiamos ese día por nada del mundo», reconoce la novia.

Inma Fiuza
  1. Un vestido de novia muy especial

«Amaia es como un regalo. Tuvimos un nexo muy potente», recuerda con cariño Tamara Vázquez, la diseñadora de su vestido. Nos cuenta cómo la novia llegó a su atelier con dos fotos de inspiración de Keira Knightley, una en la película 'Expiación' y otra en 'Orgullo y prejuicio'. Además, solo puso un requisito: quería llevar manga larga. Con estos datos sobre la mesa, la diseñadora agudizó su instinto y «supo entender perfectamente lo que buscaba. Es maravillosa», se reafirma Amaia. El resultado de muchas pruebas, cafés y conversaciones después fue un vestido evasé confeccionado en rústico de seda sobre falda en crepé satén de seda cortada a media capa. Tenía una espalda trabajada en muselina de seda y aplicaciones de volantes en el escote y en las mangas, en diferentes organzas de seda. Y precisamente por esas maravillosas mangas no dejó indiferente a nadie. «Es tan tú y a la vez tan diferente que vas a sorprender», le dijo a Amaia su mejor amiga.

Inma Fiuza

«Romancera llamó mi atención en cuanto publicó sus primeras fotos. Varias amigas me las enviaron pensando que iban mucho con mi estilo». Solo le hizo falta una primera toma de contacto con la diseñadora para despejar sus dudas. «Fue increíble, de lo más especial que recuerdo de los preparativos. Ir a ver a Tamara y a su equipo me ponía de buen humor. No tuve ningún 'pero', todo fluía. Me dedico a la moda y buscaba calidad, profesionalidad y diseño. En Romancera lo encontré todo, además del «feeling» que tuve con ella desde el primer momento».

Inma Fiuza

Amaia cumplió con la tradición que siguen muchas novias de llevar 'algo prestado'. En su caso, unos pendientes que pertenecieron a la abuela de Javi y le prestó su suegra. «Eran preciosísimos. Mucha gente se fijó en ellos». Además, también llevó el anillo de pedida. La boda se celebró en pleno campo, por eso apostó por la comodidad de la que hace gala Castañer. Entre todas las propuestas de esta firma española eligió el modelo 'Abril', unas sandalias confeccionadas en yute trenzado, con plataforma y tacón ancho. La elección del ramo guarda una bonita historia detrás, ya que cada una de las flores de las que estaba compuesto habían crecido en su propia casa. La reconocida florista Inés Urquijo fue la encargada de darle forma la misma mañana de la boda, recorriendo cada rincón del bosque que rodea el caserío.

Inma Fiuza

Hoy en día son muchas las novias que, en un alarde de frescura, prescinden del clásico velo y recurren a nuevas fórmulas. Amaia siguió con la línea del 'menos es más' y recogió su melena en una larga trenza como la lleva habitualmente. El toque especial lo consiguió con un lazo de organza de seda entrelazado al propio cabello, ideado por Tamara Vázquez y llevado a cabo por Amaia Lauzirika, la estilista del centro 'La Pelu', en Getxo. Del maquillaje se encargó Maider Martínez, 'make-up artist' de Bobbi Brown, que consiguió un efecto sutil y muy natural. «En cuanto llegaron ellas se me pasaron todos los nervios. Hubo muy buen rollo», recalca la novia. Durante el 'getting- ready', llevó una bata confeccionada en lino y gasa que le regaló Mercedes, su jefa. Allí, estuvo acompañada en todo momento de dos de las personas más importantes de su vida, su madre y su hermana.

Inma Fiuza

Cristina, su madre, llevó un elegantísimo conjunto de falda, cuerpo y abrigo de T.ba, firma para la que trabaja Amaia. Su hermana pequeña, Ane, se decantó por un vestido 'mini' con bordados florales de Maje. «Le iba perfecto y estaba pibón», asegura. Por su parte, la firma bilbaína Sophie et Voilà ideó un perfecto vestido de madrina para Maite, que llevó a su hijo Javier del brazo hacia el altar. El novio estaba impecable con un chaqué firmado por Bromio, la misma marca en la que confió su padre.

Inma Fiuza
  1. La tradición vasca como hilo conductor

La papelería fue obra de Gloria, de Rivolta Crayon, una buena amiga de la novia y la artista que plasmó algunos montes vascos en los meseros. El cóctel y la cena giraron en torno a la gastronomía vasca y para ello contaron con Bokado. «Gran parte de los invitados venían de Madrid y a Javi le divertía mucho poner txuletón como plato principal. La gente se pasó el aperitivo haciendo fotos a la carne expuesta delante de las brasas. Un espectáculo en toda regla». Para la fiesta contaron con el Dj Carlos Uribe y Drums on life. «Fue divertidísimo y la pista de baile estuvo repleta hasta casi el amanecer», recuerda.

Inma Fiuza

De las fotos se encargó Inma Fiuza y del vídeo Antón Uribe. «Te lo hacen todo fácil y divertido». Inés Urquijo fue artífice de la decoración floral y Alejandro Muguerza e Ignacio Goitia aportaron ideas geniales para la decoración y la iluminación. Siguiendo con la línea del caserío vasco, montaron un escenario idílico con muebles antiguos, vasijas de barro, pequeñas hogueras y hasta dos espantapájaros. Todo, coordinado y supervisado por Itziar Ortuondo. «Contar con ella fue la mejor decisión que tomamos. El concepto 'wedding planner' se queda corto y suena frío a su lado. Conocerla ha sido una de las mejores cosas de esta boda», asegura Amaia.

Inma Fiuza
  1. Palabra de experta

«Recuerdo con claridad la alegría y la fantástica energía de Amaia en nuestra primera cita. Imposible olvidar la visita a la maravillosa finca familiar junto a Cristina, su madre, y los riquísimos tomates de su huerta que nos llevamos a casa», nos cuenta Itziar Ortuondo. Esta conocida 'wedding planner' vizcaína tuvo un flechazo inmediato con el lugar elegido por esta pareja para celebrar su boda. «Teníamos ante nosotros un lienzo en blanco sobre el que comenzar a diseñar», asegura. Se decantó por una 'Sperry Tent', una carpa muy especial solo apta para terrenos amplios. Alrededor, colocaron filandones para que el fuego calentara el aire que entraba a la carpa, una idea genial planteada por Alejandro Muguerza.

Inma Fiuza

Además, diseñaron el comedor mezclando mantelería de lino beige y mesas de madera vista, todas ellas con silvestres centros florales y hortensias. «Amaia y Javi son increíbles. Gracias a ellos y a sus familiares por confiar en nuestro equipo y dejar que diéramos forma a su proyecto para el que contamos con proveedores excepcionales. No os imagináis cuánto disfrutamos con su proyecto. Gracias de corazón».

Puedes ver el álbum completo de la boda de Amaia y Javi en nuestra galería de imágenes.

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