Jessica Bueno y su negocio en Bilbao

Jessica Bueno monta un negocio en Bilbao: «Me encanta el poteo y la elegancia de la gente»

Jessica Bueno se trasladó en 2016 a vivir a Bilbao, donde decidió reformular su carrera e intentar aquel sueño de la adolescencia. La sevillana empezó a trabajar como modelo con tan solo 15 años y aparcó sus estudios. «Cursé un módulo de Comercio y Marketing, pero me arrepentí muchísimo de no hacer una carrera, se me quedó esa espinita clavada», reconoce. Hasta que al llegar a Bilbao empezó a dar forma a sus proyectos e ilusiones. Mientras estaba embarazada de su segundo hijo, preparó la Selectividad en una academia de la villa. Y realizó en la UPV/EHU esta prueba que le permitió acceder a la Universidad. Después de residir tres años en Inglaterra mientras su exmarido, el exfutbolista Jota Peleteiro, jugaba en el equipo inglés Brentford, volvieron a Bizkaia. «Mi último año de carrera lo hice a distancia viviendo de nuevo en Bilbao y embarazada de mi tercer hijo, Alejandro», cuenta.

Vivieron en un lujoso chalet, con un terreno de casi 3.000 metros cuadrados rodeado de jardín con piscina y vistas panorámicas a los montes, en la exclusiva urbanización La Bilbaína. Pero tras divorciarse en noviembre del exfutbolista del Eibar, la modelo sevillana se mudó con sus tres hijos -el primero lo tuvo con Kiko Rivera- a un céntrico piso de la villa. «La ciudad me tiene enamorada, me parece agradable, cómoda y preciosa, cuando voy paseando me impresiona lo bonito que es todo. Y aunque es más pequeña que Madrid o Barcelona, me ofrece todo lo que necesito y más para mi día a día con mis hijos», asegura.

Lo que más le sorprende de nuestro estilo de vida es el poteo y que aquí los tragos se toman fuera. «Me encanta cómo socializa la gente en la calle, la costumbre de ir a comer unos pintxos, la cantidad de bares que hay y que estén siempre llenos. Y no importa que llueva, la ciudad sigue llena de vida». Eso sí, hay un hábito bilbaíno que aún le asombra. «Nunca había comido tortilla de patata para desayunar y aquí es muy normal», ríe. Sobre la gastronomía vasca, solo tiene «elogios»: «Se come demasiado bien». Y también admira que somos gente con clase. «Me impresiona lo bien que viste todo el mundo. Me encanta cuando veo a las señoras por la calle con tanta elegancia».

Su día a día en Bilbao lo marca su rutina con sus hijos. De hecho, es habitual verla disfrutando con ellos en el Parque de Doña Casilda. «Hasta el momento solo había conocido la ciudad con planes para niños, pero hace poco pasé un fin de semana rural descubriendo rincones y pueblos de Euskadi que me han encantado», asegura la sevillana, que considera «un verdadero lujo tener la playa tan cerca». Eso sí, echa de menos a su familia y amigos de siempre, así que estos días ha viajado a su pueblo, Los Molares, para disfrutar de ellos.

- ¿Cómo te han acogido los bilbaínos?

- He tenido la suerte de que todo el mundo es muy cariñoso, educado y respetuoso conmigo. He conocido a grandes personas que se han convertido en familia. Me cuidan, me apoyan y siempre están ahí cuando les necesito. En ningún momento me he sentido sola en esta ciudad.

En 2021 Jessica se graduó en Protocolo y Organización de eventos en la Universidad Camilo José Cela de Madrid. Allí conoció a Lorena Bermúdez, su gran amiga y socia. «Empezamos el mismo año, pero en clases diferentes. Solo coincidíamos en los exámenes, así que deseábamos que llegasen los siguientes para volver a estar juntas. De hecho, el confinamiento se nos hizo duro, nos echábamos mucho de menos», recuerda. En mayo del año pasado les propusieron diseñar un evento en Bilbao. «Siempre estuvo en nuestra mente crear algo juntas, así que fue una oportunidad para dar forma a lo que tanto habíamos soñado. Nos entendemos de una manera inexplicable, estamos conectadas, tanto a nivel personal como profesional».

Aquel día empezó a gestarse su proyecto más personal: Birya Studio, su empresa de organización de eventos, que nació en enero de este año. Jessica aporta su «creatividad» y Lorena materializa las ideas que ponen en común. «Las dos somos muy perfeccionistas, aficionadas a las últimas tecnologías, a la moda y a una estética que se caracteriza por la elegancia y el buen gusto», describen. Su gran ilusión es crear eventos de moda, pero también aspiran a diseñar citas corporativas, privadas, musicales o incluso deportivas a nivel nacional. Y no solo de forma física u 'online', también en la nueva realidad virtual conocida como el metaverso. «Al no presentar limitaciones de espacio ni físicas, estos eventos nos permiten mayores dosis de creatividad y de experiencias interactivas».

- ¿Cómo te ves en cinco años?

- Nos encantaría que Birya Studio se consolidase como una marca de eventos y crear nuestras propias fiestas temáticas donde el público pueda comprar su entrada y vivir una gran experiencia.

Cuando lanzaron su página web, con su número de contacto, pensaron que el teléfono no dejaría de sonar para gastarles bromas. «La verdad es que ha sonado poco y, cuando lo hacía y estábamos juntas, nos poníamos súper nerviosas». La mayoría de sus clientes llegan vía email o por Instagram. «Estamos muy felices, agradecidas e ilusionadas por la acogida porque han confiado ciegamente en nosotras sin ver antes ningún proyecto». Para este año, están organizado eventos «muy distintos» que se celebrarán en los próximos meses. «Tenemos preparado algo muy especial, que nos hace muchísima ilusión y que se organizará en Bizkaia», avanzan sin querer dar más detalles.

- Jessica, ¿te gustaría seguir viviendo en Bilbao?

- Lo siento mi hogar, estoy en casa. Soy feliz y mis hijos también, y para mí esto es lo más importante. Mi intención es continuar aquí, que crezcan en esta ciudad y sigan estudiando en su mismo colegio hasta que vayan a la universidad.

Temas

• Moda
• Bilbao