Irati, la 'bilbainita' que arrasa en Tik Tok, donde rompe barreras por la inclusión
Esta joven vizcaína con diversidad funcional contribuye a crear un mundo más tolerante con sus vídeos, que acumulan millones de reproducciones
«¿Tienes algún problema con la gente con discapacidad o minusvalía? Nos cuesta un poco más hacer alguna cosa, pero no pasa nada, porque seguro que a ti también te cuesta hacer otras cosas, como por ejemplo tener educación», defiende Irati González en su vídeo más viral de Tik Tok. Un minuto le basta para responder con criterio y sensatez a un usuario que considera gracioso reírse de ella y de su novio. Y su estilo, Irati siempre tan paciente y educada, sirve de ejemplo a muchas personas, porque su respuesta supera el millón de reproducciones. Esta joven vizcaína de 27 años contribuye a crear un mundo más tolerante e inclusivo desde esta red social, donde lleva desde el confinamiento. «Me pilló sola en la casa del pueblo, cerca de Laredo, porque mis padres estaban en Bilbao. Y como me aburría, me puse a hacer vídeos. Primero los publiqué en privado, porque tuve miedo por el hecho de que hay mucha gente que te critica e insulta, pero tenía que superar los miedos», recuerda.
Bilbainita, como se hace llamar en Tik Tok, da un paso adelante con su bondad y autenticidad, sus armas para frenar a quienes eligen el camino de los insultos y las descalificaciones. «Besitos de bilbainita», reparte siempre al final de cada vídeo a sus más de 208.000 seguidores. También a aquellos que se mofan de su físico, su relación o su discapacidad. «Yo soy feliz haciendo lo que me gusta, respetando a la gente, no me meto con nadie», asegura esta aficionada del Athletic que suele lucir con orgullo la camiseta rojiblanca. «El número 14 de mi cuenta en Tik Tok (@iratigm.14_bilbainita) es por Aymeric Laporte, mi favorito, aunque ahora esté en el Manchester City». Y también es una apasionada de la moda: «Me encantan los diseñadores María Escoté y Jeremy Scott, director creativo de Moschino».
Irati sufría epilepsia de pequeña, pero sus padres no supieron qué le pasaba hasta que entró en el colegio. «Una profesora se dio cuenta de que los estudios me costaban más que al resto. Además, no sabía cómo socializar con la gente», cuenta. Consultaron con su pediatra y otros especialistas, y le diagnosticaron retraso madurativo, pero eso no le ha impedido conseguir todo lo que se propone. Primero estudió en el colegio Albiz de Sestao y después en el centro San Viator de Sopuerta, donde se formó en marquetería, electricidad, cocina y jardinería.
Hoy esta joven «feliz, trabajadora, amable y educada», como ella misma se define, trabaja de dependienta por las mañanas y como ayudante de cocina en un colegio por las tardes. «Y me tengo que volver a poner con las oposiciones para el puesto de ordenanza del Ministerio de Hacienda, estaba yendo dos horas cada día a la academia antes de entrar en el primer trabajo. Son en septiembre y solo hay una plaza para Bilbao, así que tendré que estudiar mucho para conseguirlo», cuenta. Las clases teóricas del carnet de conducir las ha aparcado de momento, porque aunque «lo importante es organizarse», no le da tiempo para todo.
Pese a ser un gran ejemplo de esfuerzo y motivación, aún tiene que justificarse ante quienes piensan que solo se dedica «a hace vídeos» o que cobra «una paguita» por su discapacidad. «No me dan ninguna paguita, ay sí espera, la del sueldo vitalicio», responde con humor en un vídeo que supera el millón de visualizaciones. Irati se hace querer porque se muestra tal y como es. Y si se da con la manilla de la ventana mientras baila en un vídeo, pues lo cuelga tal cual. «Soy yo misma sin importar lo que digan», asegura. De hecho, su autenticidad es uno de los rasgos que más valoran sus seguidores. «Eres un gran ejemplo a seguir», «el referente que mucha gente joven necesita: buena, educada y respetuosa», aprecian.
Triunfan sus 'rutinas bilbainitas', donde muestra en menos de un minuto todo lo que hace cada día, pero también las coreografías que ensaya con su mejor amiga, Maialen; y los bailes que se pega con su novio Javi, con quien lleva más de cinco años. Su ilusión ahora es independizarse e irse a vivir con él. «No le gusta mucho salir en los vídeos, pero primero le pregunto y poco a poco se va animando. Me gusta porque me trata bien y es un buen chico, la verdad».
Aunque con Tik Tok gana algo de «dinerillo», Irati no olvida su propósito: «Yo esto lo hago para divertirme». «Como me cuesta grabar los vídeos un poco más, intento prepararlos el día anterior y si no me gusta cómo han quedado, los repito para aprendérmelos mejor», asegura. El esfuerzo merece la pena por toda la gente que la apoya y acompaña cada día. «Algunos seguidores sí que me parar por la calle para pedirme fotos. Y la verdad es que no me considero famosa ni nada, pero me hace ilusión». Porque entre bailes y bromas virales Irati consigue que su mensaje cale en la gente, sobre todo, en los más jóvenes. «Aquí hay una persona y todos somos personas, tengamos discapacidad o no la tengamos», sostiene para demostrar que los estereotipos ya no tienen cabida en nuestra sociedad. «Cada uno tiene su historia. Yo estoy aquí para aprender, no para juzgar. ¿Para qué criticar si sabemos que todos tenemos defectos y nadie es perfecto? Juzgar a una persona no define quien es ella. Define quien eres tú».