Esta es la fórmula de los comercios de moda vizcaínos para sobrevivir a la crisis del coronavirus

Lejos de permanecer con los brazos cruzados, los empresarios vizcaínos están volcando todos sus esfuerzos en satisfacer las necesidades de sus clientes a través de nuevas fórmulas. En este caso, la tecnología y las redes sociales están siendo sus mejores aliadas. Aunque el trato directo con sus fieles compradores tendrá que esperar, sí que han querido estar cerca de ellos gracias a distintas propuestas que se dan a conocer en sus respectivas webs y perfiles de Instagram o Facebook. Entre otras iniciativas, ofrecen prendas con descuentos de hasta el 30%, entregan vales regalo y organizan entretenidos concursos con interesantes premios. La imaginación está siendo la clave para sobrevivir a esta nueva situación. Por eso, Bizkaia Dmoda ha querido hablar con cuatro comercios de Bizkaia para que nos cuenten cómo se han reinventado para hacer frente a la crisis del coronavirus.

El pasado 13 de marzo, la tienda de la firma Triana By C, situada en la calle Rodríguez Arias, abría con total normalidad. Sin embargo, durante esa misma jornada, Cristina y Berta Triana, las hermanas fundadoras de la firma, decidieron echar el cierre. «Lo primero era la salud y no queríamos que nuestras empleadas corrieran peligro», cuentan. A pesar de que muchos clientes están acostumbrados a efectuar sus compras a través de la página web, la tienda física es un punto de venta fundamental para la firma. «Tenemos clientela de todo tipo. Hay personas que no tienen cerca ninguna tienda que ofrezca nuestros diseños. Están acostumbradas a adquirir nuestros diseños a 'golpe de click'. Otras, sin embargo, siguen prefiriendo hacer las compras en los establecimientos. Para ellas es importante ver, tocar y probarse antes de llevárselo a casa», declaran. De esta manera, Cristina y Berta coinciden en que sabían a ciencia cierta que el cierre de la tienda «no iba a traer nada bueno».

De hecho, el impacto económico iba a ser notable y más teniendo en cuenta que acabamos de inaugurar la temporada alta de eventos. Y es que esta firma bilbaína ofrece una amplia variedad de vestidos para celebraciones especiales, como bodas, bautizos o comuniones. «Estábamos en pleno lanzamiento de la nueva colección y habíamos preparado una sesión de fotos preciosa con una fotógrafa bilbaína. Teníamos toda la ilusión del mundo, han sido muchos meses de trabajo», comentan. Con los talleres parados y con una línea de primavera en los almacenes, Cristina y Berta no perdieron la esperanza y decidieron fomentar la venta online con un 20% de descuento. «Sabíamos que nuestras clientas estaban pasando unos días difíciles confinadas en casa, así que pensamos que recibir un paquete con sus pedidos rebajados las animaría». Para ello, solo hay que escribir el código «yomequedoencasa» cuando se realiza la compra. «Las personas que quieran que les enviemos estos días sus pedidos a casa, así lo haremos. Las que prefieren esperar, solo tienen que indicar en el apartado de observaciones cuándo los quieren recibir. Estamos siguiendo un protocolo a rajatabla para evitar que nuestros trabajadores se contagien por el coronavirus. Solamente una persona se encarga de preparar los pedidos en el almacén. Más tarde, los deja en un recinto para que el transportista los recoja. De esta manera, evitan el contacto directo. También estamos limitando las veces que se realizan las entregas, hemos pasado de una al día a una a la semana», detallan.

En este mes de confinamiento, Cristina y Berta sólo pueden agradecer a todas las personas que se han animado a realizar sus compras a través de su página web. De hecho, anuncian que siguen trabajando en casa para que «cuando todo pase» puedan ofrecer una colección con diseños nuevos. «Es cierto que nos espera un futuro incierto, pero nosotras somos optimistas. Creemos que cuando todo vuelva a la normalidad la gente va a querer arreglarse y ponerse uno de nuestros vestidos», admiten. Asimismo, consideran que esta crisis por el coronavirus va a hacer que las clientas aprecien más la producción local. «Si no quieren ver las calles como estos días, con las tiendas cerradas, van a tener que apoyar a las pequeñas tiendas locales». En cuanto a la época de celebraciones, están tranquilas, porque simplemente se aplazará unos meses. Mientras tanto, estas dos hermanas bilbaínas ofrecen entretenimiento a sus clientas a través de su perfil de Instagram. «Hace un par de días hicimos un taller en directo sobre cómo hacer centros de mesa. También organizaremos una sesión con una estilista. «La cuestión es que ayudemos a nuestros clientes para que pasen un confinamiento en casa entretenido», sostienen.

El sábado 14 de marzo, el mismo día en el que se decretó el estado de alarma, no fueron las empleadas de Minimil quienes abrieron las tiendas de Bilbao, Vitoria y Donosti, fueron las propietarias, Contxu Uzkudun, la fundadora, y sus hijas, Ana y Beatriz Zuaznabal, las que encararon la jornada. «No queríamos que nadie se contagiara, era nuestra responsabilidad», admiten. A la tarde, sin embargo, se cerró con una «gran preocupación». «A nuestras clientas les gusta apreciar la calidad de los tejidos y, como no, probarse en las tiendas», afirman. Sin embargo, a esta madre y sus dos hijas no les quedó otra opción. «Volcamos todos nuestros esfuerzos a la venta a través de la página web. Por suerte, en estos últimos años, habíamos mejorado este servicio y hoy en día es un gran escaparate de los looks que ofrece la firma», cuentan.

Todavía recuerdan con angustia los momentos en los que «se pararon también los mensajeros». «Decían que no era justo que todos estuviéramos en casa mientras que ellos se estaban exponiendo a la pandemia. Era la única opción que teníamos para llegar a nuestros clientes, ya que teníamos las tiendas cerradas. Acabábamos de lanzar la nueva colección de primavera», recuerdan. No sabían cuándo podrían entregar los pedidos, así que, por las molestias, rebajaron el precio de las prendas un 30% durante el mes de abril. «Era justo, tendrían que esperar unos días más debido a la situación que estábamos viviendo», declaran. Las que decidieran comprar ahora, también tenían la opción de que se lo guardaran hasta que se abrieran las tiendas otra vez. «Preveemos que las nuevas compras puedan ser entregadas a partir del 15 de abril», detallan. De hecho, admiten que esta promoción «ha tenido muy buena aceptación. Bastante mejor de lo esperado en un principio».

En estos momentos delicados por la crisis del Covid-19, la firma está centrada en transmitir sus valores de marca en las redes sociales, es decir, un buen patronaje, una confección con rigor, el uso de tejidos 'premium', una producción sostenible y un diseño local, kilómetro cero; al igual que el 'New Basque Style' que la caracteriza, gracias a unas creaciones austeras, elegantes y sin adornos que reflejan la cultura vasca y la filosofía del «menos es más». «Intentamos entretener a nuestra clienta a través de contenido diferente, un día las hablamos sobre los diferentes tejidos y al otro sobre el origen de los algodones que utilizamos en nuestras prendas», explican. Esperan que todo esto pase pronto y puedan reunirse con sus clientas en sus tienda de Bilbao, situada en Alameda Rekalde, y en otros comercios de las capitales vascas: en Vitoria, en la calle Eduardo Dato, y en la calle Garibai de San Sebastián. «Daremos lo mejor de nosotras porque se lo debemos todo», afirman. De esta manera, una vez más, la firma fundada por Contxu Uzkudun en los 60 en Lasarte (Guipúzcoa), se ha adaptado a las necesidades actuales. Algo que, por supuesto, no hubiera sido posible sin la ayuda de sus hijas, Ana y Beatriz.

Mercedes Gallego y Alejandra O'Shea, las propietarias de Mercules, firma de accesorios en piel, cerraron sus tiendas de Madrid y Getxo a mediados de semana, varios días antes de que se decretara el estado de alarma. «No queríamos sentirnos culpables por contagiar a nadie», admiten. Su salvoconducto, sin ninguna duda, fue su página web y las redes sociales, donde cuentan con 34.200 seguidores. «Por suerte, vendemos mucho en la plataformas online. Muchas clientas que han comprado con anterioridad en nuestras tiendas, conocen ya nuestros productos y repiten por Internet». De hecho, hace pocos días, Mercedes y Alejandra decidieron revolucionar las redes con una rifa de 40 papeletas, a 15 euros cada una. El objetivo era, nada más y nada menos, que recaudar 600 euros para la Cruz Roja. Finalmente, estas empresarias terminaron aportando más de 10.000 euros. «Se vendían solas», afirmaron. La afortunada ganó un lote valorado en 900 euros con algunos de sus productos más codiciados, como bolsos de piel, un par de botas o unas zapatillas.

Mercedes y Alejandra admiten que les encanta hacer este tipo de acciones para sus clientas, y más ahora que llevan un mes en casa confinadas. La última, un juego muy entretenido. «De niña era una tradición buscar los huevos de Pascua en el jardín. Así que, de alguna manera, esta costumbre me inspiró», declara Mercedes. En este caso, los ocultarían en las publicaciones de Instagram. «Había que buscar tres. Son más de 500 imágenes, así que no era una tarea fácil», desvela. La ganadora ganó uno de sus bolsos. Tras estas dos acciones en las redes sociales, Mercedes y Alejandra adelantan que habrá más. «Nuestras seguidoras solo tienen que estar muy atentas a nuestro perfil, pero avisamos, será muy pronto».

Debido a la situación por el coronavirus, los proveedores de la firma tuvieron que parar la producción. «Ahora mismo está el asunto un poco complicado porque la piel con la que elaboramos nuestras piezas viene de fábricas italianas. Pero bueno, ya nos han confirmado que se van a poner en marcha la semana que viene», cuenta con alivio. Así, esta firma podrá ofrecer sin problema las dos colecciones con las que sorprenden cada año a sus clientas y una colección cápsula por temporada con piezas exclusivas.

La tienda bilbaína Belaza Gallery, en la plaza Arriquíbar, bajó la persiana el viernes 13 de marzo. «Estábamos muy nerviosos y teníamos miedo, queríamos proteger al equipo», recuerda Lore Belaza, una de las propietarias del espacio. «Somos un comercio pequeño y tenemos página web desde hace cuatro años, pero no está actualizada», añade. Para Lore, cerrar la tienda suponía que no entraran ingresos. «Eso sí, las facturas hay que pagarlas», apunta. Conociendo su situación, muchos clientes fieles les escribieron a su perfil de Instagram, querían ayudarles como fuera, así que se les ocurrió ofrecer unos vales regalo de 50, 100 y 200 euros para utilizar cuando abrieran sus puertas. «Los pueden pagar ahora mismo a través de transferencia o Paypal y cada uno tiene sus beneficios. Con el de 50, te regalamos un katilu; con el de 100, te hacemos una ficha de cliente con el que tienes un 10% de descuento en todas tus compras hasta el 30 de septiembre de este año. Con el de 200, el descuento te dura todo el año», detalla. La respuesta ha sido muy buena. «Nos ha subido el ánimo», expresa.

Fue la madre de Lore, Berta Belaza, la que inauguró el espacio en los años 90 como 'Belaza Gallery', una galería de arte contemporáneo. En 2013 cogió su relevo y con la ayuda de sus socios, Kepa y Sandra, dividieron el local en galería y tienda de moda. «Hoy en día muy poca gente invierte en arte. Así que decidimos incluir una gran variedad de modelos de marcas que cuestan encontrar en Bilbao, como Nike, Lacoste o la firma de zapatillas Veja, que ahora mismo es muy puntera».