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Esquelas y coronas: una tienda del Casco Viejo recrea el cementerio del comercio local
Vanesa Santos, propietaria de la tienda 'AH!' de Carnicería Vieja, lanza la acción 'Que tu barrio no se convierta en un cementerio' para concienciar a los ciudadanos de la importancia que tiene comprar en tiendas pequeñas en estos momentos difíciles
La calle bilbaína Carnicería Vieja, en el Casco Viejo, solía ser una fiesta en fechas señaladas: carnavales, Halloween… Los comerciantes de las tiendas que dan vida al barrio organizaban diferentes actividades para que los vecinos y los transeúntes disfrutaran. Echamos la mirada atrás, antes de que el coronavirus se estableciera en nuestras vidas y lo trastocara todo. «El año pasado, el día previo al Día de Todos los Santos, preparamos una fiesta muy bonita que tenía como hilo conductor las películas de Harry Potter. Vino mucha gente y repartimos caramelos a los niños», recuerda Vanesa Santos, propietaria de la tienda 'AH!'. En aquellos días especiales, los comerciantes también ponían todo sus esfuerzos para decorar sus escaparates, acorde siempre a la temática elegida. Pero este año iba a ser un Halloween diferente a raíz de la pandemia que azota a nuestro país y al mundo entero. Pese a ello, algunos de estos comerciantes propusieron retomar esta celebración «que tanto había funcionado otros años» para dar «ambiente al barrio». Esta vez, la temática elegida serían los zombies.
«En verdad, cuando el Gobierno Vasco hizo públicas el pasado lunes las nuevas restricciones, estaba triste, me parecía que realmente no había nada que celebrar. Si la situación del comercio local era complicada, ahora lo iba a ser todavía más... Tenemos clientes de otros municipios de Bizkaia que no iban a poder visitarnos», explica. Pero finalmente, un día antes de Halloween, Vanesa decidió sumarse a la iniciativa de los comercios de su barrio. «Me empezaron a llegar vía Whatsapp fotos de los hijos pequeños de mis amigos disfrazados de esqueletos o brujos. Esto me produjo mucha nostalgia y pensé que se lo debía a ellos y al vecindario», reconoce.
Así, esta gallega de 41 años que dejó su tierra hace más de una década para montar su propio negocio, se dispuso a convertir la cristalera de su tienda en un cementerio. «La idea surgió de un programa que echaban en la tele sobre Nápoles, ciudad italiana en la que se pegan grandes esquelas en las paredes», explica. Y cuando Vanesa concluyó la tarea, su tétrico escaparate, con sus telas de araña incluidas, le recordó a una cristalera abandonada. «Se asemejaba mucho a aquellas vitrinas vacías de los negocios que bajan sus persianas para siempre», precisa.
De esta manera, Vanesa decidió adornar su escaparate y el andamio que se encuentra enfrente con esquelas de negocios, desde 'La tienda de moda' hasta 'tu librería de cabecera', para concienciar a los ciudadanos. También creó una corona de flores. «Nadie tiene la culpa de lo que está pasando. El comercio local estaba tocado antes, la pandemia solo ha supuesto un daño extra. Me pareció que esta acción podría mentalizar a mucha gente. Creo que todos tenemos que pensar a quién le damos nuestro dinero», cuenta. Una relación recíproca a juicio de Vanesa: «A veces tenemos la percepción de que le hacemos un favor al pequeño comercio comprando en sus tiendas, pero yo creo que es al revés, que nos ayudamos a nosotros. Es muy importante tener comercios a pie de calle. Cada vez que uno baja su persiana, el vecindario siempre sale perdiendo».
'Que tu barrio no se convierta en un cementerio'
Sin pretenderlo, el escaparate de esta comerciante se ha convertido en un movimiento de concienciación en las redes sociales. «Se está compartiendo mucho nuestro mensaje. Sabíamos que iba a impactar porque parece que en Halloween estamos acostumbrados a ver esqueletos y zombies, pero en realidad lo que hay en nuestros cementerios son las esquelas y coronas de flores», admite Vanesa. Pequeños comerciantes de diferentes locales de la villa compartieron las imágenes del escaparate que creó Vanessa para Halloween con el mensaje: 'Que tu barrio no se convierta en un cementerio'. El 'post' de esta comerciante supera los 100 comentarios y los 1.600 'me gusta'. «Fuerza y ánimo a todos», escribía un usuario. «En cuanto me dejen salir de mi pueblo voy a comprar algo», añadía otro.
Tras la buena aceptación entre los clientes y otros comerciantes de la villa, Vanesa compartía un Instagram Stories con sus más de 7.000 seguidores para contar que se encontraba «abrumada». «Se acabó el día y quería pasarme por aquí para deciros que estoy realmente emocionada. Para los vecinos ha debido de ser muy duro ver esquelas en el escaparate de mi comercio, para mí ponerlas tampoco ha sido fácil», reconocía. Pero con esta acción esta mujer al menos espera haber «removido conciencias». «Si llevas tiempo pensando que este es el camino correcto, espero que os haya ayudado a decidiros. Entre todos, podemos aportar valor a nuestros barrios y hacerlos más grande», añade. En la grabación, Vanesa no quiso despedirse sin felicitar a sus 'followers' por el solsticio de invierno: «Siempre son sinónimo de cambio, así que ¡aguantad fuerte!».
