Eder Aurre lanza una línea de kimonos, sudaderas y tops originales y asequibles

El coronavirus ha cambiado de forma drástica la industria de la moda. El ritmo vertiginoso del sector se ha parado en seco. La temporada de ceremonias y eventos especiales se aplaza hasta septiembre y surgen numerosos interrogantes sobre el calendario de desfiles preestablecido de 2020. Eso sí, los diseñadores han procurado adaptarse a la 'nueva realidad' con la mejor actitud posible y buscando la manera de reinventarse en estos tiempos difíciles. Es el caso de Eder Aurre, el modisto más prometedor de Euskadi, que pasó la cuarentena entre costuras para dar forma a una línea de kimonos, tops y sudaderas originales y asequibles. Se trata de una colección de prendas muy especiales para lucir a diario que lanzará la próxima semana tras el éxito de sus divertidas y sofisticadas mascarillas.

El joven portugalujo, de 26 años, aprovechó aquellos angustiosos días de encierro para reflexionar y cambiar el rumbo de su vida personal y profesional. «En un sector sembrado de incertidumbres, me preocupaba cómo iba a mantener mi firma a flote. Mis diseños no podían pisar la pasarela y concretar citas con mis clientas era misión imposible. ¿Cómo iba a hacer frente a las facturas a final de mes?», cuestiona. Así que decidió recuperar una idea que rondaba su cabeza desde hace tiempo: incluir en su firma homónima una nueva línea para mujer con unos diseños de autor a precios moderados. «El valor de las piezas va desde los 45 euros hasta los 130 euros, dependiendo del tejido», cuenta. El año pasado, Aurre vendió por primera vez esta ropa en dos markets, uno en Austria y el otro en Zubiarte. Funcionó tan bien que decidió que iba a ser su fórmula para reinventarse y hacer su moda más accesible.

Los días previos a la declaración del estado de alarma, Eder hizo numerosos viajes a su atelier, un espacio acogedor y luminoso con vistas al Puente Colgante. Seleccionó y cargó con lo necesario para instalar un estudio provisional en la casa de sus padres. «La ocupé entera», confiesa entre risas. Los rollos de telas inundaron la entrada y llegaron hasta el salón. «Para la colección, tuve que usar los retales que acumulo en el taller. Trabajo bajo flechazo, me enamoro de una tela, la compró y la guardo hasta un nuevo proyecto», cuenta. Y con una pequeña máquina de coser que tiene por casa, el modisto se empleó a fondo. Comenzaba a tejer a primera hora de la mañana y no paraba hasta media tarde. No había tiempo que perder.

Aurre mantiene su esencia en la nueva línea. Emplea unas técnicas de costura artesanales con una sensibilidad moderna y mezcla con un talento especial colores y tejidos: tafetanes, seda bordada, algodones... «Los diseños tienen unos patrones pulidos, con líneas minimalistas y formas arquitectónicas», describe. En total, 17 modelos conforman una colección que estará disponible hasta que el tejido se agote. Además, el proyecto sella el compromiso de la firma con la producción de ropa sostenible. «Los restos de tela se han añadido a la parte delantera de las sudaderas. Con otros fragmentos, he confeccionado mascarillas de tela reutilizables», explica. Por otro lado, el diseñador promueve que mujeres con diferentes medidas puedan lucir sus kimonos y tops de talla única. «Quiero que mi ropa le valga a todo el mundo», declara. Sin embargo, las sudaderas para hombre y mujer se ofrecen en un rango de tallas que va desde la S hasta las L. Los diseños se pueden adquirir en su perfil de Instagram o Facebook o encargar por email (info@ederaurre.com) o por teléfono (627234414). Además, se pueden recoger en su atelier de Portugalete o ver la colección mediante cita previa.

En la imparable trayectoria de Eder, nada habría sido igual sin el apoyo incondicional de sus padres. Vieron cómo su hijo desarrollaba sus grandes dotes en el diseño de moda y, con los años, han convertido su casa en un pequeño museo. Los logros de Aurre ocupan un lugar privilegiado en el recibidor y las imágenes de sus colecciones cuelgan de las paredes a lo largo de la vivienda. Pero en esta relación entre padres e hijo, la admiración va en ambas direcciones. Sin ir más lejos, la nueva línea del diseñador está inspirada en su madre. «La colección está compuesta por las prendas que viste mi ama en su día a día. Es una figura fundamental dentro de mi firma. Viene conmigo a las pruebas de vestuario y siempre consulto su opinión», cuenta. De hecho, fue la que le sugirió que ofreciera a sus clientas los especiales kimonos y tops que salen a la luz esta semana.

La pasión de Aurre por la moda no tiene límites. Tras su línea de kimonos, sudaderas y tops, no descarta lanzar una línea de complementos. «Pero, por el momento, habrá que esperar. Estoy muy ocupado con este nuevo proyecto», asegura. También trabaja en el desarrollo de una tienda online para comercializar su marca. Sí, le esperan unos intensos meses de esfuerzo en este camino hacia una 'nueva normalidad'. Enciende las luces del taller bien temprano, confecciona sus prendas, prepara pedidos, se reúne con sus clientas para últimar sus vestidos a medida... Una interminable lista de quehaceres, pero le hace feliz construir su vida entre retales y seguir creando sueños a golpe de hilo y aguja.