Borrar
Cierra Pradera, la joyería bilbaína que dio brillo a Isabel Preysler, Ana Obregón, Gunilla von Bismarck... En la imagen, Irama Pradera, segunda generación al frente de este reconocido comercio.

Ver 8 fotos

Cierra Pradera, la joyería bilbaína que dio brillo a Isabel Preysler, Ana Obregón, Gunilla von Bismarck... En la imagen, Irama Pradera, segunda generación al frente de este reconocido comercio. Mireya López

Cierra la joyería bilbaína Pradera

Cierra Pradera, la joyería bilbaína que dio brillo a Isabel Preysler, Ana Obregón, Gunilla von Bismarck...

El negocio familiar, que bajará la persiana a mediados de enero, buscó la calidad con piezas de oro y diamantes «macizas y muy potentes»

Lunes, 23 de diciembre 2024, 19:29

Pradera, una de las referencias de alta joyería de Bizkaia, cerrará a la vuelta de las fiestas de Reyes. Pradera ha sido la joyería de las estrellas, incluido el rey Felipe VI, que ha lucido algunos de sus relojes. Ha engalanado a celebridades como Isabel Preysler, Ana Obregón, Carmen Lomana, Gunilla von Bismarck, Ainhoa Arteta y un sinfín de clientas anónimas que han encontrado en este establecimiento un destino para sus sueños con espectaculares piezas de oro y diamantes y grandes marcas como Chanel, Baccarat, Repossi y K di Kuore. Hasta última hora ha trabajado, asimismo, con enseñas de relumbrón como Van Cleef&Arpels y Cartier.

Mireya López

Con todo tipo de adornos: solitarios, anillos, collares de oro blanco, pendientes de esmeraldas, brazaletes, pulseras con la baldosa típica de Bilbao, sortijas de pedida… Sin embargo, tras casi medio siglo de brillo y esplendor, pondrá punto y final con el cierre de la joyería de la calle Iparraguirre. La compañía fundada por Begoña Inchaurraga en 1976 en Las Arenas abrió en 1985 en Bilbao y después inauguró otros dos establecimientos en Madrid y Puerto Banús, en Marbella. Una cadena en toda regla.

Isabel Preysler ha sido una de las clientas de joyería Pradera.

Una marca de 'joyones'

La familia bilbaína se ha distinguido por la venta de joyas «muy macizas y potentes». «Joyones», interpreta Irama Pradera, que representa la segunda generación de una saga familiar que ha despachado joyas de gran valor «que daban para pagar la entrada de la compra de un piso», lo que da idea de la calidad.

Ana Obregón también ha lucido joyas de este comercio bilbaíno.

Pradera surgió «al abrigo de una sociedad culta y refinada» en busca de «las mejores gemas, diamantes y piedras preciosas». Durante estos 40 años ha distribuido marcas de lujo francesas e italianas como Pomellato, Mattioli, Roberto Coin, Antonini, Valente… joyas «únicas y atemporales». En línea con «los gustos y sensibilidades más jóvenes» ha emprendido en los últimos tiempos colaboraciones con firmas nacionales como Musula y Coolook. «El nivel de joyería que ha habido en Bizkaia ha estado a nivel mundial», sostiene Irama.

Gunilla von Bismarck, otra clienta de joyería Pradera.

Pero esos tiempos han cambiado y el oro, tan impactante, ha perdido fuerza entre la clientela más joven. «Nadie valora ahora las joyas como nosotros las concebíamos. Grandes, rotundas y macizas». Cadenas de 6.000 euros que vendían con facilidad. «Antes era el abrigo de visón, la joya y el coche. Ahora está el viaje, las zapatillas deportivas… Hay muchas más cosas donde elegir. Ya no hay cuatro cosas, hay 40».

Detrás del cierre de esta joyería tan emblemática también hay un suceso que, aunque ocurrió hace tiempo, marcó para siempre la marcha del negocio. La familia Pradera sufrió un robo «muy importante» a punta de navaja, que marcó el rumbo profesional, admite Irama, al frente de la marca desde 2016, tras estudiar negocios internacionales en Estados Unidos y hacer una especialización en la GIA en el Instituto Geológico Americano.

Irama Pradera continúa con el legado familiar.

Cierra Pradera pero no se retira Irama, que se volcará en el negocio 'online' con piezas clásicas de alta joyería para coleccionistas. Esta «'broker de la joyería'», como ella misma se define, no para. Realiza envíos a Tokio, París y el otro día le preguntaron si enviaban a Armenia. «El comercio a pie de calle está muy complicado ante el avance de Internet», admite. Se retiran de las aceras de la capital vizcaína. Sin embargo, Pradera desea seguir brillando a través de otros canales de venta.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo Cierra Pradera, la joyería bilbaína que dio brillo a Isabel Preysler, Ana Obregón, Gunilla von Bismarck...