Los bolsos que van a triunfar este invierno son de pelo y llegan desde Ondarroa

El coronavirus irrumpió en nuestra realidad para cambiar el mundo que conocíamos. La industria de la moda, a la que el golpe le pilló a un ritmo frenético, tampoco ha vuelto a ser la misma. Este nuevo tiempo ha cambiado nuestra forma de relacionarnos con la ropa mediante un consumo más honesto, más profundo y más local. Además, durante el confinamiento, se agudizó la creatividad de muchas personas, que aprovecharon los días en casa para emprender o desarrollarse profesionalmente. Así le ocurrió a Jone González, graduada en Diseño de Moda, que empezó a crear bolsos prácticos y versátiles que pudiese llevar a la universidad y en sus planes con amigas. Buscando la funcionalidad y la estética, esta joven de Ondarroa de 23 años se sumergió en el mundo del emprendimiento creando su propia marca, Nelez, que nace de la fusión entre la última sílaba de su nombre y de su apellido. Hoy sigue adelante con su proyecto más personal mientras estudia un máster de Diseño de Moda en Milán. Y triunfa con sus bolsos de pelo, la última obsesión de las más fashionistas y la tendencia más suave y deseada de este invierno.

«Empecé sin querer durante el confinamiento, estaba en tercero de carrera y decidí hacerme un bolso de tela para mí misma», recuerda Jone. Esta joven emprendedora subía sus proyectos de moda de la universidad a una cuenta de Instagram y es ahí donde, impulsada por su entorno, comenzó a compartir imágenes de sus bolsos para poder venderlos. «Me empezó a escribir mucha gente, no me lo esperaba. Estaba muy agradecida de que valorasen tanto mi trabajo», cuenta. Su objetivo es crear bolsos todoterreno perfectos para lucir en cualquier ocasión. «Hay veces en las que sigo tendencias y otras en las que me baso en las necesidades de la gente», asegura.

Una de las curiosidades de su firma son los nombres que pone a cada una de sus piezas. Se llaman como algunas ciudades y pueblos de Irlanda o Italia que, por algún motivo, son especiales para ella. También suele recurrir a los nombres de las mujeres de su familia: el modelo 'Aia' es en honor a su hermana, Naia; 'Ria' por su hermana Iria y Ego en homenaje a su madre, Begoña. Esta joven perfeccionista y autoexigente se asegura siempre de que sus bolsos sean funcionales y prácticos antes de lanzarlos al mercado. «Los pruebo durante aproximadamente un mes para saber si les falta un bolsillo, una cremallera o si el diseño se adapta a la telas que he comprado», cuenta.

La apuesta de Jone es clara: artesanía, diseño y calidad. Por eso, compra tejidos buenos en tiendas locales, tanto de Euskadi como del resto de España. «Adquirimos una cantidad muy reducida de metros y de ahí hacemos lo que nos dé, puede llegar para 4, 8 o 2 bolsos. Vendemos exclusividad y ediciones limitadas», aclara. En otoño-invierno, se decanta por los bolsos de pelo o terciopelo; y para verano prefiere tejidos como el lino o modelos con ganchillo y forro transparente. Entre sus opciones, también hay espacio para estampados atemporales como el de serpiente.

Una vez obtenida la tela adecuada, se centra en la confección y venta del producto. Unas funciones que deja en las manos y el saber hacer de su madre, que regenta una mercería, donde confecciona los bolsos de su hija mientras ésta vive en Milán. «Ella y su compañera son las que me ayudan con el tema de la confección y envíos cuando yo no estoy. Aquí (en Milán) creo los diseños y después son ellas las encargadas de llevarlos a cabo». A pesar de la distancia, deja todo «bien explicado» para que la cadena de trabajo fluya perfectamente. «Antes de irme también dejé preparados distintos prototipos e hice todas las pruebas necesarias», añade. Sus diseños se pueden adquirir en su página web y cuestan desde 53 hasta 78 euros.

El futuro de Nelez lo seguirán escribiendo los bolsos, pero esta joven diseñadora adelanta que ya trabaja en una línea más sencilla adaptada a todas aquellas personas a las que no les gusta el riesgo. «Cuando empiezas con una marca desde cero y con toda la ilusión del mundo, tú sabes que lo que estás haciendo te apasiona, pero desconoces la acogida que va a tener. Por eso, todos los pequeños detalles te hacen especial ilusión», asegura. En este sentido, recuerda emocionada la sensación que experimentó al lanzar los primeros 'totebags'. «Gustaron muchísimo y era una alegría enorme ir por Ondarroa y ver a la gente por la calle con ellos. También me emociona que a los amigos que tengo en otros países no les haya importado pagar quince euros de gastos de envío porque querían tener un diseño mío. O entrar en Instagram y comprobar que mis bolsos ven mundo porque mis clientas se los llevan de vacaciones», cuenta agradecida. La ilusión y la pasión por la moda no pararán a Jone, que seguirá formándose y creando bolsos para acompañar a cada persona que los utilice allá donde vaya.

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