¿Por qué todo el mundo se asoma a estos agujeros en Bilbao?
Con un punto de voyeurismo, decenas de curiosos se acercan al escaparate de Rosita, una de las mejores tiendas de interiorismo de Bilbao. Juan Marchante ha llenado su fachada de agujeros para mostrar, solo en parte, la reforma del local
Hay proyectos cuya expectación conviene contener en ocasiones para despertar precisamente un mayor interés. Es lo que ha hecho Juan Marchante con Rosita, la tienda ... de interiorismo que vende piezas de algunos de los mejores diseñadores europeos desde hace 22 años. En vez de trabajar con las puertas abiertas y dejar ver desde la calle lo que descubre su interior, la cristalera de la tienda de Particular de Estraunza permanece totalmente empapelada desde hace meses, casi desde principios de año, pero descubriendo estratégicamente unas aberturas que permiten a los transeúntes ojear, literalmente, lo que será la 'nueva Rosita' y la reforma que se está llevando a cabo. Jamás se había hecho algo parecido.

Este establecimiento, que ha desarrollado importantes reformas integrales, como la del emblemático Edificio Sota de la Gran Vía o modernizado el restaurante Casa Rufo, ha conseguido algo impensable: pegar a los escaparates las caras de cientos de paseantes y dejar encajados sus ojos, al estilo del histórico cartel cinematográfico de 'La naranja mecánica'. También ha ejecutado relevantes restauraciones en el resto de España «y hasta en Nueva York», además de vender mobiliario de diseño «top, top, top». Marcas, como Moroso, Porro, Tom Dixon, único diseñador del mundo que tiene su propia fábrica. Moooi, Fritz Hansen, Howe y Liebherr.

En vez de ir cambiando por zonas la tienda cada dos años, en Rosita apuestan por cambios rotundos que obligan a paralizar por completo la actividad comercial renovando toda la decoración y transformando los espacios. «Hay tiendas que igual solo cambian los muebles. Aquí cerramos cuatro meses enteros», detalla.
Descubriendo poco a poco
La idea de agujerear la fachada con casi una quincena de redondeles se le ocurrió a Rafael, uno de los puntales del equipo técnico. Se trataba de ir descubriendo «un poco» la nueva exposición, cuya inauguración tendrá lugar el 29 de octubre. «Pero sin descubrirla del todo», matiza Marchante. «Por cada agujero ves detalles, pero no ves la 'expo' entera. Ves realmente lo que a mí me gusta que vea la gente». ¿Por qué? «A veces el espacio entero es muy bonito, pero otras el detalle lo es más».

La experiencia ha superado todas las expectativas. Marchante y el venezolano Rafael alucinan con la cantidad de curiosos que guardan cola en el exterior. Personas de todo tipo. Hombres y mujeres de todas las edades. «Creíamos que no iba a haber nadie. '¿Quién se va a asomar en Bilbao?', pensaron. «Sabes que igual en Barcelona no te conoce nadie y te asomas». Sin embargo, desde la terraza de la cafetería Continental de Estraunza, que el equipo de Rosita frecuenta al mediodía, vieron que esta fórmula de marketing funcionaba y, lo que es más importante, que a la gente le gusta. «Parece como un poco de voyeur. Como que estás viendo ahí algo que...», desliza Marchante. Lo curioso de todo este asunto es que la tienda ha abierto ya, pero sigue manteniendo sus agujeros, posiblemente hasta el próximo 20 de julio.

Open, zabalik, abierto. En los tres idiomas. 12 vinilos rojos animan a entrar a la gente a la tienda pero sin acabar con el misterio de una estrategia publicitaria que ha roto todo tipo de moldes porque a la gente le puede la curiosidad y se pone a mirar. «Vouyerismo puro y duro, o sea que... nos ha encantado. Queríamos tapar la tienda por fuera para provocar el efecto sorpresa. Era una forma de decirle al público 'seguimos cerrados todavía'».

Vecinos y turistas han sucumbido al novedoso efecto. Muchos foráneos detienen sus maletas junto a los agujeros y clavan la vista. Del mismo modo que los responsables de Rosita observan desde el interior tantos ojos. «Llama la atención observar cómo miran espacios tan mágicos y piezas y muebles tan atemporales y buenos que se convierten en una especie de segunda piel para los compradores», subrayan.
De hecho, en esta nueva etapa seguirán apostando por diseños que «no pasen de moda y que sean para heredar. O sea, muebles que un día decoren las viviendas de hijos y sobrinos». Espectaculares lámparas de metacrilsto con luces, no para iluminar sino crear ambiente, como las del diseñador inglés de muebles Tom Dixon, que acudirá a la inauguración del próximo 29 de octubre, junto a creadores italianos, franceses… Entonces, ya no habrá agujeros de ningún tipo y todo estará a la vista en Rosita.
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