La sorprendente reforma de un bajo en Getxo convertido en piso de lujo al estilo 'euskaldinavo'

Quien se haya lanzado a la aventura de buscar piso, ya sea para comprar o alquilar, es probable que haya decidido desactivar el filtro 'planta baja' en la casilla de búsquedas. Muchas veces, estas viviendas tienen menos salida en el mercado por cuestiones de altura y privacidad, aunque suelen gozar de más metros cuadrados y extras como patio o jardín. Sube Interiorismo se ha encargado de desterrar de un plumazo este tipo de reticencias, transformando un anticuado bajo de Getxo en una vivienda de súper lujo. Begoña Susaeta, fundadora y responsable del proyecto, nos demuestra por qué vivir a ras de suelo siempre es una buena idea.

Existen bajos con muchísimo encanto y un potencial extraordinario, capaces de superar las bondades de una 7º planta. Fue el caso de la vivienda de Getxo que compró una pareja de jóvenes vizcaínos. Por aquel entonces, acababan de tener su primer hijo y buscaban un hogar donde el diseño y la funcionalidad fueran de la mano. Adquirieron un bajo, teniendo en cuenta las infinitas ventajas que conlleva tener un jardín cuando hay niños en casa, pero tuvieron que hacerle un lavado de cara total para que se amoldase a sus necesidades presentes y futuras.

Tenían claro que el estilo de su casa respiraría aires nórdicos y minimalistas, una premisa a la que Begoña Susaeta y su equipo supieron adaptarse, aportando su toque personal. «Previamente habíamos reformado la casa de la hermana de la inquilina. Ella quería que su vivienda siguiera esa misma estela, pero mucho más depurada. Somos capaces de trabajar en distintos extremos, del más limpio al más recargado, siempre y cuando lo que nos pide el cliente concuerde con nuestra forma de entender el diseño», explica.

La fiebre por las casas de color blanco, los detalles de madera y los muebles de líneas depuradas es una realidad desde hace ya unos años en el sector del interiorismo. Un estilo que nació en los países nórdicos y se ha tomado prestado en todos los rincones del mundo, adaptándose a las particularidades de cada región. En Euskadi, por ejemplo, es una tendencia en alza, sobre todo entre los más jóvenes, tal y como afirma Begoña Susaeta. De hecho, la interiorista ha hecho suyo el término 'euskaldinavo' para referirse a todas aquellas reformas que beben de las influencias de los países del norte de Europa y se adaptan al entorno «con un toque muy nuestro». «Es un término que nos hizo gracia. Se trata de una simbiosis entre el estilo escandinavo hecho por gente de Euskadi», explica. Al fin y al cabo, compartimos con los ellos un estilo de vida inspirado por la naturaleza y una necesidad de calor de hogar cuando llega el frío.

El resultado final de esta reforma transmite sencillez y armonía, gracias al uso de superficies de líneas puras, materiales nobles y autóctonos como la madera de roble y elementos atemporales de diseño que sirven para demostrar lo acertado de la expresión 'menos es más'. La casa tiene alrededor de 200 metros cuadros, un porche y una amplia zona ajardinada. Lo más reseñable es su distribución, que busca dinamizar los espacios y adaptarlos a todos los miembros de la familia. «Es muy funcional, requisito imprescindible de los propietarios, ya que ahora han aumentado la familia con la llegada de un segundo bebé».

Es una casa pensada para el prototipo de jóvenes, trabajadores y con hijos de hoy en día. El salón se convierte en el eje central de la vida familiar, un espacio amplio, con techos artesonados y estanterías en madera con paneles en contraste. La iluminación siempre es un punto vital, por lo que se han instalado puntos indirectos de luz que dan calidez al ambiente. Una cristalera cuarteada separa esta estancia de una zona habilitada ahora para el juego de los niños, con acceso directo al jardín. «El día de mañana se podrá convertir en un despacho o una sala de estar», explica Susaeta. Y es que una casa actual debería ser capaz de cambiar al mismo ritmo que lo hacen sus inquilinos.

La cocina es otro punto de convivencia pensada para pequeños y adultos. Tiene revestimientos de madera, suelos de estilo hidráulico en la zona de trabajo, barra y comedor, pensado «para que los niños puedan estar con sus padres cuando están cocinando». Los tapizados también han sido pensados para que se puedan limpiar fácilmente.

El dormitorio principal está diseñado con materiales muy suaves y un toque sutil de verde turquesa en las paredes, al igual que el baño y la zona de vestidor. La habitación infantil, por su parte, tiene techos panelados, un original cabecero de madera y está doblemente empapelada con distintos motivos.

El estilo 'euskaldinavo' era esto y no será la última vez que oigamos hablar de él. «La familia está muy contenta. Al final, es lo que importa», zanja Susaeta. Puedes ver todos los detalles de la reforma de este piso de Getxo en nuestra galería de imágenes.

• Temas
• Moda
• Jóvenes
• Mujeres
• Bizkaia
• País Vasco
• europa
• Getxo
• Casas